hamerhand (Traducción Excluciva)

Capítulo 21: Reparaciones

"Y nuestra tarea está completa", anunció Kullas cuando el componente final de su creación encajó en su lugar. "Felicidades, Tali Zorah Vas Neema, has ayudado a crear una máquina completamente nueva".

"Tomó algo de tiempo", dijo Tali, mirando por encima del bulto bastante intimidante del arma recién hecha. "¿Fueron todos esos cantos y cosas realmente necesarias?"

"Aunque pueden llevar mucho tiempo, son completamente necesarios", dijo Kullas. "Un espíritu de máquina de contenido bien cuidado ofrecerá un rendimiento mucho mejor que cualquier otro descuidado".

"¿Tenemos que probarlo, entonces?" Preguntó Tali, pasando su mano orgánica sobre uno de sus seis barriles.

"Sospecho que sería prudente dejar que Hullen lo haga", dijo Kullas. "Por supuesto, es posible que deba verificar que los componentes estén alineados correctamente, pero por el bien de sus sentimientos, le dejaré los primeros disparos".

Apretó un interruptor y el bloque de arena fina, cada grano que se disparó a través del conductor de masa del arma como munición cuando se apretó el gatillo, se retiró en su compartimento de almacenamiento. Kullas apretó el gatillo varias veces y los barriles comenzaron a girar con un gemido, antes de soltarlo. Murmuró algunos cánticos, mirando por encima del arma, antes de decir; "Sí, creo que está hecho. Gracias por su ayuda, aprendiz de adepto Vas Neema".

"¿Aprendiz experto?" Preguntó Tali, algo confundida.

"Recibió su primera cirugía augmética, aprendió varios de los cants básicos más importantes y ayudó a un magos de alto nivel, yo mismo, en la construcción de una máquina", dijo Kullas. "Por lo tanto, cumples con todos los requisitos para ser un aprendiz experto del Adeptus Mechanicus".

"Oh, cierto", dijo Tali. "Bien, supongo".

"¿Hay algún problema?" Preguntó Kullas.

"Es solo que, bueno, cada vez que haga algo nuevo, ¿tendré que hacer todo este canto y unción con aceites sagrados y cosas así?" Tali dijo. "Quiero decir, ¿cómo logras hacer algo así?"

"Tali, para garantizar un funcionamiento óptimo, los espíritus de la máquina deben ser-"

"Debe estar contenta y apaciguada, lo sé", dijo Tali, con un borde de exasperación en su voz clara incluso a través de su máscara. "Y tiene sentido si estás haciendo mantenimiento o algo así, pero quiero decir, ¿tengo que ponerme de rodillas y rezar por eso? Nunca he tenido que hacer eso con nada que haya hecho antes, y todo funciona bien ".

"Las enseñanzas del Adeptus Mechanicus dictan que esto debe ser así", dijo Kullas con firmeza, negándose a ceder en su posición. "Lo hemos hecho desde la Era de la Lucha y continuaremos haciéndolo mientras exista el Mechanius".

"¿Y la gente hizo esto antes de la Era de la Lucha?" Tali replicó. "No, no lo hicieron, porque tú mismo me dijiste que los Mechanicus estaban recolectando y recuperando tecnología de antes, pero casi no hacen nada nuevo. Y sé que no nos molestamos con estas cosas hoy en día. Realmente hacemos las cosas , innovamos, aprendemos, pero tu Mechanicus parece actuar como un grupo de salvadores glorificados. ¿Cómo vas a algún lado haciendo eso? "

"¿Que acabas de decir?" Preguntó Kullas.

Tali vaciló por un momento, dándose cuenta de que había tocado un nervio y recordando cuán grande era el Forge-Priest, antes de clavar los talones y decir en voz baja; "Me escuchas."

Kullas recogió el arma, volviendo a colocar la munición en su lugar, y por un momento aterrador Tali pensó que iba a apuntarla contra ella, antes de salir de la habitación sin decir una palabra más, dejando al Quarian solo en la habitación. Por un momento, se detuvo, sin saber qué hacer, antes de gritar a la puerta cerrada; "¡Multa!"