Capitulo 05

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________ se encogió de hombros.
—No estoy casada ni tengo hijos. Mamá y Brian saben cuánto me importa mi
trabajo —se preguntó si aquel sería el momento adecuado para decirle a su jefe lo
insatisfecha que estaba con su situación en la oficina, pero decidió no hacerlo.
Esperaría al viaje de vuelta.
Mientras salían de la ciudad, miró a Kendall de reojo, comprendiendo que,
probablemente, aún no se le había pasado del todo su tonto enamoramiento de
adolescente. Aunque sabía que era un playboy aparentemente incapaz de mantener una
relación duradera, no podía evitar sentirse alterada por su cercanía. Y eso la irritaba.
Había algo en él que la hacía consciente de su propia feminidad, de la sexualidad
que aún esperaba ser despertada. Tenía veintiocho años y todavía no la habían besado
en serio.
Claro que en el colegio había tenido sus citas, e incluso se había besado con algún
compañero durante el último curso, pero la realidad de la enfermedad de su madre y
de las necesidades de su hermano habían hecho imposible que se relacionara.
Tenía veintiocho años y nunca había sentido la emoción de ser besada por un
hombre adulto y experimentado. Y algo en Kendall Schmidt le hacía recordar su falta de experiencia.

—¿Por qué estudia tu hermano en la universidad local si ha recibido tantas
ofertes de otras? —preguntó Kendall mientras entraban en la autopista que los llevaría a Mustang.

________ agradeció poder salir de sus inquietantes pensamientos.
—Cuando llegaron las ofertas, mi madre estaba pasando una mala temporada.
Está enferma del corazón y no sabíamos si iba a superar aquella crisis. Brian decidió
que prefería estar cerca de casa.
—Muy adorable. ¿Y vuestro padre? ¿A qué se dedica?
—Quién sabe —________ reprimió el dolor y la rabia que siempre le producía pensar
en su padre—. Nos abandonó cuando mamá estaba embarazada de Brian sin dejar
señas en las que poder localizarlo.
—Eso es algo, que tenemos en común —dijo Kendall —, Los dos hemos crecido en familias con un solo padre. Mi madre murió cuando yo tenía cinco años.

—Sí, lo sé —replicó ________. Kendall la miró, sorprendido, y ella continuó—. Averigüé todo lo que pude sobre ti antes de presentarme a la entrevista para el trabajo. Leí todos los artículos que encontré en revistas y periódicos.

Kendall le dedicó una sonrisa insegura.
—Espero que no creyeras todo lo que leíste. Los periodistas tienden a exagerar,
sobre todo en lo referente al dinero y al amor.
________ se ruborizó ligeramente.
—He trabajado lo suficiente para ti como para saber que te va bien en ambos
aspectos.
Kendall rió.
—Eso depende de a quién se lo preguntes. Según mi contable, gasto casi lo mismo
que gano, y tengo la impresión de que si le preguntaras hoy a Sheila lo que piensa de
mí, no te diría precisamente cosas agradables.
—¿Problemas en el paraíso?
—El paraíso perdido —replicó Kendall —. Rompí con ella anoche.

—¿Debería llamar a la floristería? —preguntó ________ en tono burlón.
—No, esta vez nos saltaremos la rutina habitual. Además, no me parecería bien
mandarle flores a Sheila estando casado contigo —Kendall sonrió y _____ sintió el magnetismo de aquella sonrisa recorriendo su cuerpo—. Y hablando de nuestro matrimonio, deberíamos discutir algunos detalles sobre nuestra boda.

—¿Qué detalles?
—Por ejemplo, si nos casamos con una ceremonia tradicional, o en un parque, o
con un juez de paz. Si nuestro noviazgo fue un idilio arrollador, o si nos conocíamos de
toda la vida...
—Pues claro, fue un idilio arrollador —dijo ________ de inmediato—. Pero nos
casamos siguiendo la ceremonia tradicional —cerró los ojos por un instante,
visualizando la boda con la que siempre había soñado—. Nos casamos por la tarde, y la
iglesia estaba llena de velas y flores. Yo llevaba un vestido largo blanco con encaje y
botones de perlas; tú, esmoquin con una faja color rosa claro y pajarita.
—Parece que has pensado mucho en ello.
La voz de Kendall sacó a ________ de las agradables imágenes que poblaban su mente.

Fue como despertar en medio de un sueño agradable.
—En realidad no —contestó. No quería que su jefe supiera lo a menudo que tensa
aquellas ridículas fantasías—. Supongo que todo el mundo piensa alguna vez en cómo le
gustaría que fuera su boda.
—Puedo asegurarte que yo jamás pienso en mi boda.
________ sonrió irónicamente.
—Y yo puedo asegurarte que no me sorprende. Tienes el corazón de un soltero
empedernido —dudó un momento, mirando a Kendall con curiosidad—. Ni siquiera estoy segura de que puedas interpretar el papel de un hombre casado durante toda una semana.


Kendall alzó una de sus cejas oscuras y sus ojos destellaron, desafiantes.
—No me subestimes, ________. Has trabajado conmigo el tiempo suficiente como
para saber que soy implacable en lo referente a conseguir lo que quiero o necesito, y
necesito que Brody crea que soy un hombre felizmente casado. Te aseguro que sabré
interpretar mi papel. ¿Estás segura tú de poder interpretar el tuyo?
________ sonrió, segura de sí misma.
—Después del tiempo que llevo trabajando para ti, ya deberías saber que soy
muy eficiente. Si necesitas que me comporte como una esposa, eso es exactamente lo
que haré.
Kendall rió, y su grave y desafiante risa resonó en los oídos de ________, haciendo
que se le encogiera el corazón.
—Tengo la sensación de que vamos a pasar una semana muy interesante.

________ sintió que todo su cuerpo se acaloraba al oír aquello, y en ese momento
supo que había cometido un gran error aceptando tomar parte en aquella locura.
Durante la siguiente hora se dedicaron a inventar su vida juntos. Decidieron que
habían pasado la luna de miel en el Caribe, que solían ir de vacaciones a Nueva York y
que pasaban casi todos los viernes por la tarde jugando a las cartas con otras parejas
de amigos. Cuando sintieron que todo había quedado claro, se quedaron en silencio. Al
cabo de un rato, ________ apoyó la cabeza contra la ventanilla y se quedó medio dormida.
Kendall aprovechó la oportunidad para observarla.
Lo había sorprendido. Cuando había llegado a su casa para recogerla y la había
visto en brazos de su hermano, con el pelo rizado y suelto flotando en torno a sus
hombros, había sido como ver a una desconocida.
¿Había tenido el pelo siempre tan largo, fuerte y brillante? ¿Por qué no se había
fijado nunca en ello?
Pero no era el pelo lo único que le había llamado la atención. Mientras hablaban
en el coche, ________ lo había sorprendido con su ironía, su humor y unas agallas de las
que nunca había hecho gala en el trabajo.
La miró de nuevo, fijándose rápidamente en sus rasgos. No podía decirse que
fuera una belleza. De hecho, ni siquiera era bonita. Tenía el pelo de un tono castaño
bastante normal, y lo llevaba sujeto detrás de la cabeza con un pasador, como siempre.

Se Busca Esposa (Kendall y Tu) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora