Se levantó bruscamente.
—Voy a prepararme para meterme en la cama —dijo, y entró en el baño.
Mientras permanecía bajo el agua de la ducha trató de averiguar con exactitud
lo que le estaba pasando. Hacía tiempo que no sentía el deseo que acababa de
experimentar por ______.
Había querido hacerle el amor, conectar con ella no solo físicamente, sino
también mental y espiritualmente. Desde Sarah, lo que había tenido con las demás
mujeres a las que había conocido era mero sexo, sin ninguna otra conexión.
Sarah. Hacía años que no pensaba en ella, a pesar de que, en otra época, lo había
sido todo para él. Y Kendall se lo dio todo: los sufrimientos de su pasado, las esperanzas
de su futuro... Adoraba su pelo castaño, su pequeña figura, su forma de arrugar la
nariz cuando se ponía pensativa, su forma de comer, su expresión cuando dormía.
Empezó a hacer planes de boda, para su vida en común. Creía con firmeza que lo
que estaban construyendo duraría toda la vida.
Pero, tras cuatro meses, Sarah decidió romper.
—Eres demasiado intenso, Kendall . Yo solo quiero divertirme —le dijo, rompiéndole el corazón en mil pedazos.Durante su último año de universidad, Kendall vio cómo Sarah se divertía, saliendo primero con un compañero suyo, luego con otro. Sufrió aquel amor no correspondido como un auténtico y trágico poeta. Cuando terminó de sufrir, empezó a divertirse. Y no había dejado de hacerlo desde entonces.
Así que, ¿de dónde surgían aquellos sentimientos por ______?, se preguntó
mientras salía de la ducha. Aunque había bastantes similitudes físicas entre Sarah y
ella, la personalidad de ______ era más fuerte, su sentido del humor era mejor y tenía
una mente mucho más aguda. No recordaba haberse divertido tanto con Sarah como
con ella.
Se puso los pantalones cortos de deporte y miró pensativamente su reflejo en el
espejo. Aquel inesperado e intenso deseo por ______ tenía que ser una reacción al
cursillo que estaban recibiendo, unido a la cantidad de tiempo que pasaban juntos.
Se relajó. Sí, esa debía de ser la respuesta. No era tanto que deseara a ______
como que las circunstancias en que se hallaban habían favorecido el surgimiento del
deseo. Una vez comprendía su atracción por ella, podía enfrentarse a la situación con
más calma.
Solo debía recordar que era un deseo nacido de las especiales circunstancias en
que se hallaban. En cuanto se fueran de Mustang, volverían a su situación inicial de
jefe y secretaria, sin complicaciones emocionales ni físicas.
Esa noche se acostó convencido de que no sentía nada por Sarah, de que los
breves momentos de deseo que había experimentado solo se debían a las especiales
circunstancias de forzada intimidad en que se hallaban.
..*..A la mañana siguiente despertó con el fragante aroma de ____ rodeando su
cabeza. Sin abrir los ojos, supo que había vuelto a apoyar la cabeza sobre su pecho y
que él la tenía rodeada con uno de sus brazos.
Por su pausada respiración, dedujo que aún dormía. Abrió los ojos y contempló su
rostro, preguntándose cómo había podido considerarla alguna vez una chica corriente.
Sus rasgos eran fuertes y marcados, y estaban ordenados de una forma lo
suficientemente poco convencional como para resultar interesantes, pero no
corrientes. Tomó un mechón de su pelo entre los dedos, no queriendo despertarla,
pero necesitando acariciar su sedosa suavidad.
Pensó que así era como despertaban las parejas de todo el mundo. Uno en brazos
del otro.
Y muchas de ellas empezaban la mañana haciendo el amor, o hablando sobre sus
planes para el día que los aguardaba.
Y esa era la clase de intimidad que siempre había asustado a Kendall. Pero, de momento, con ______ entre sus brazos y la luz del amanecer entrando por la ventana, en lugar de asustado se sentía muy a gusto.Sin darle tiempo a digerir sus pensamientos, ______ abrió los ojos. Por un
instante, su luz ambarina iluminó a Kendall , y una placentera sonrisa curvó sus labios.Pero, sin apenas transición, la sonrisa se esfumó y ella se incorporó bruscamente en la
cama.—Lo siento —dijo, apartándose. Se habían soltado dos botones de la chaqueta de
su pijama, regalando a Kendall con la visión del inicio de sus senos—. No pretendía
arrinconarte.
—No me he sentido arrinconado —replicó él. Se vio a sí mismo desabrochando el
resto de los botones, separando la tela hasta dejar expuesta la suave piel que
ocultaban. Casi pudo saborearla en sus labios, sentir su calor...
—No sé por qué lo hago... Tal vez porque en casa suelo dormir en ese lado de la
cama, o porque tengo frío de noche... No lo sé.
—Olvídalo, ______. No hay problema —por algún motivo, aquellas excusas
irritaron a Kendall —. Sé que soy el último hombre de la tierra junto al que querrías acurrucarte —salió de la cama, más irritado consigo mismo que con ella.Debía de estar teniendo una pesadilla mientras pensaba en hacer el amor con
______, en compartir sus mañanas. Eso era lo que hacían los hombres casados con sus
esposas, y él no quería una esposa. Y no pensaba ablandarse y ponerse sentimental
pensando en aquellas cosas. ¿Qué le estaba pasando? Debía controlarse.
Tomó su ropa y fue al baño, dejando a una boquiabierta ______ a sus espaldas.______ sabía por qué Kendall se había mostrado distante y ligeramente irritado con ella durante todo el día. Era porque, una vez más, se la había encontrado prácticamente encima al despertar.
No sabía qué pensamientos inconscientes la atraían hacia él en medio de la noche.
No controlaba las energías magnéticas que fluían entre ellos a esas horas. Pero
comprendía que aquello irritara a Kendall .Había permanecido frío y distante durante todo el desayuno, animándose solo
cuando llegó el momento de su sesión privada con Barbara. Y ella sabía que eso solo lo
hacía en beneficio de la farsa en la que estaban metidos.