Bendición de los dioses | NCT

La confianza es la clave de toda relación.

—¿Qué locura crees que se le ocurrió está vez?

Chenle saltó en su lugar del susto, Yuta caminaba a su lado con una sonrisa mientras esperaba una respuesta de su parte.

No era un secreto para nadie que el mayor no tuviera sus dones, Irene les había comentado que era mejor evitar hablar de ello para no irritar a Yuta, aparte porque otra bomba había estallado hace un par de días entre él y Xiaojun, aunque de ese asunto nadie sabía nada. Aunque contrario a todo lo pensado, Yuta se veía más tranquilo, hablaba con todos en la mesa —menos Xiaojun, por supuesto— hacia bromas y se ofrecía a ayudar a todos, el mayor parecía más libre, sin el miedo de hablar o ver mucho tiempo a alguien.

De algún modo, no tener sus dones le hizo bien.

—No lo sé, aunque me da un poco de miedo que quiera vernos afuera, ¿sabe Hyung? Todas nuestras clases matrimoniales son adentro. —burló Chenle haciendo a Yuta reír.— Pero ahora nos quiere en el jardín trasero, es extraño... siento que nos va a poner a enterrar un cadáver, que no es tan malo.

—Tienes razón. —asintió, tocando su barbilla.— Solo esperamos no sea algo tan tonto que me haga querer tirarme al barranco.

—Si saltas del barranco, te salvaría. —exclamó Chenle y lo decía en serio, habían estado hablando bastante estos días, bueno Yuta hablaba con todos mejor dicho y la mayoría le había agarrado cariño rápido, al parecer sus dones lo hacían más irritable antes.

—Gracias. —Respondió con una gran sonrisa que tambaleo un poco cuando notaron quien estaba cerca.

Xiaojun iba caminando juntos a sus hermanos y su pareja, sujetaba su brazo con su otra mano y tenía la mirada perdida, pero Yuta se repuso rápidamente y continuó con la conversación.

—Buenos días, altezas. —burló Irene y los menores le sacaron la lengua mientras los más grandes hicieron rodar sus ojos.— ¿Qué tal están?

—Sigo con vida. —exclamó YoonOh, encogiéndose de hombros y todos asintieron.

—Sí, se les nota la motivación. —negó el oráculo antes de aclarar su garganta.— Hoy tendremos una lección un poco diferente y para poder hacerla, necesito que estén al lado de su pareja.

Los pocos que estaban separados se juntaron, expectantes de las nuevas instrucciones. Irene estaba muy cerca de la orilla, una sonrisa tranquila en su rostro mientras veía como Jisung y Renjun se sonreían ligeramente, Donghyuck y Chenle parecían competir por quién era más alto y al final Sicheng jugando piedra, papel y tijera con su pareja.

—Voy a saltar de este barranco. —exclamó y todos abrieron los ojos de la impresión.

—Wow, soy el mejor ¡le atine Chenle! —gritó Yuta y el nombrado empezó a reír al recordar las palabras de su Hyung.

—¿Por qué? —preguntó Kun, frunciendo el ceño ligeramente.— Creo que eso si es algo loco.

—Porque yo lo digo. —siseo Irene, antes de aclarar su garganta de nuevo.— Vamos a hacer un ¡ejercicio de confianza! —exclamó con emoción, caminando hasta el barranco y lanzándose sin mas, ante la mirada asustada de todos.

—¡IRENE! —gritaron todos con fuerza y YoungHo apenas tuvo tiempo de salir del shock para entrar a otro, viendo como Jungwoo se lanzaba detrás del oráculo.

—¡Woo! —gritó pero Minhyung le tomó del brazo rápidamente.— ¿Qué haces? ¡Se lanzó ahí como un loco! Tengo que ir por él...

—Él fue a traerla. —dijo, señalando al cielo mientras sentía el fuerte viento dar contra su rostro, la nubes grises arremolinándose en el cielo.— A veces olvido lo poderoso que es Jungwoo. —murmuró y este alcanzo a asentir cuando la sangre le volvió al cuerpo.