YoonOh escuchó los gritos de Jaemin del otro lado de la puerta sin creerlo, se giró hacia Taeyong y SiCheng que se veía igual de sorprendidos... normalmente Jaemin hacia a las personas gritar, no al revés.
Aunque los gritos no eran solo de él, se escuchaban voces diferentes, habían al menos otros dos príncipes en ese pasillo, así que abrieron la puerta de prisa para poder sacarlos a todos pero se quedaron sorprendidos al ver a Jaemin parado en el centro de la habitación, solo, gritando a todo pulmón con sus ojos cerrados.
—¡Quitenlas! ¡quitenlas! —siseaba empuñando sus manos con fuerza.
YoonOh vio a los otros sin saber que hacer, dio unos pasos ligeros hacia el centro, cuidadoso de si alguna trampa aparecía o algo encerraba a Jaemin, pero no había nada, no tenía sentido.
Hasta que lo tocó, su mano rodeo la muñeca de Jaemin y la oscuridad lo tragó por completo, sus ojos se acostumbraron a la poca luz que había pero sintió como pequeñas patas caminaban sobre su piel, así que aterrado bajó la mirada para ver a un Jaemin amarrado, cubierto de arañas que incluso parecían entrar a su boca y orejas, picando su piel en el proceso porque el menor se veía enrojecido.
Los ojos del menor lo vieron con pánico, mientras lágrimas caían de sus ojos.— Sa-Sacame de aquí... ayu-ayudame. —balbuceo con asco.— Siento que hasta ca-caminan en mi estómago. —dijo y YoonOh soltó la muñeca de Jaemin de golpe, regresando a la habitación vacía.
—Jaemin... —murmuró, sintiendo escalofríos en su piel.— Él... está, no sé... ¿hipnotizado? ¿alucinando? c-creo que necesitamos a KunHang.
Taeyong asintió, pero cuando estuvo a punto de moverse la voz de Irene resonó en su mente y su mirada se elevó a los demás.— ¿Chenle murió? —preguntó sin querer creerlo.— ¿En serio acaba de dejar al Reino Bul sin un heredero?
Sicheng tragó el nudo de su garganta y asintió, lentamente.— Eso parece... yo... ve por KunHang. —replicó.— No creo que hayan encontrado ya a Kun, pero si está con ellos no creo que quiera separarse de Yukhei en este momento...
Ninguno de los dos se opuso, Taeyong desapareció y apareció en minutos, acompañado de Yuta y KunHang, que estaban limpiando sus ojos con sus manos, no necesitaron preguntar, una mirada fue suficiente para confirmar lo que creían... Chenle sí había muerto.
—Esa maldita loca. —siseo Taeyong, apretando sus puños.— Debemos apresurarnos... KunHang... parece que Jaemin está en una especie de alucinación... no sabemos como sacarlo de ahí.
El nombrado asintió, acercándose a Jaemin, tomó su mano pero al instante la soltó, frunciendo el ceño antes de girarse a YoonOh.— No está alucinando... está soñando. —negó, haciendo que el mayor abriera sus ojos de golpe.— No puedo interferir en sus sueños, solo ve con él y ayudalo a salir, pero, si hay magia aquí... afuera. —murmuró, viendo hacía la puerta.— Despierta a Jaemin, Yuta ven conmigo...
Ambos salieron de la habitación para entrar a otra, dejando al trío solo que se veía confundido.
—Despierta. —exclamó YoonOh, y Jaemin se tambaleo pero rápidamente se paró firme.— Te dije que despertaras.—siseo, pero no vio un movimiento nuevo.— Creo que tengo que entrar con él... yo, no sé como no sentí que era un sueño.— murmuró, antes de tomar su mano y perderse dentro de la mente de Jaemin.
Taeyong y Sicheng se vieron unos segundos, ya habían perdido a un príncipe, quedarse y esperar solo harían que perdieran a otro, así que salieron de prisa y entraron a la habitación siguiente de donde escucharon la voz de KunHang y Yuta, la abrieron de golpe y se asustaron al encontrar un desierto dentro de la habitación, el calor insoportable y la arena caliente se veían por todos lados, con huellas perdidas en la arena.
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Bendición de los dioses | NCT
Fanfic¿Qué pasa cuando eres un Príncipe? Uno arrogante, abusivo, grosero... cruel, manipulador y encantador Príncipe, especialista en conseguir lo que quieres y en evitar tus responsabilidades. Los dioses te dan una lección... El oráculo te da la profecía...