Hendery no se sentía bien, dos días habían pasado desde que el Oráculo se había encargado personalmente de hacerlos mierda y él aún se sentía abatido.
Todos los demás parecían continuar tranquilamente, bueno, tal vez excepto Hansol, el príncipe mayor parecía enfermo y pálido, sin ganas de nada e incluso un poco más enojon pero su temperamento era fácilmente controlado por el príncipe Taeil que parecía haber revivido incluso más servicial y amable que antes, sintiendo y ayudando a su prometido aún cuando este parecía querer lanzarse por la torre más alta.
Luego estaba su propio prometido, no sabe en qué momento Yangyang se volvió tan social y resplandeciente pero ahora todos los príncipes lo saludaban con una sonrisa lo cual lo tenia encantado, sonriendo a todas direcciones con mejillas sonrojadas y ojos brillantes... Yangyang se veía simplemente hermoso.
Si era un efecto causado en él por casi morir, no está seguro... pero su prometido se veía tan adorable y tierno que se puso a pensar en qué hubiera pasado con el menor si Xiaojun lo hubiese matado.
Eso lo dejaba aún más perdido ¿por qué se preocupaba por Yangyang? Si, tal vez habían podido solucionar ciertas diferencias y ahora se llevaban considerablemente mejor... pero eso no significaba que lo amara con locura, apenas había aceptado la idea del compromiso... pero entonces ¡¿por qué se ponía a pensar tanta mierda y se preocupaba si él menor se quedaba solo?!
No era la primera vez, ya antes había corrido detrás de él como si fuera el oxígeno que le faltaba a sus pulmones, maldita sea, incluso estaba preocupado por su posición... a diferencia de el, Yangyang es un guerrero... en algún momento saldría a la batalla y podría morir.
Jodida mierda, ¿qué haría si Yangyang moría?
—Hen, ¿estás bien? —preguntó el dueño de sus pensamiento a su lado, había dejado de hablar con MinHyung y Yukhei al ver que su plato seguía intacto—. ¿Te duele algo? ¿No tienes hambre?
—Tan bonito... —pensó, viendo sus delgados labios juntos y sus preciosos ojos café enfocados en él—. Solo estaba pensando...
—¿Y no te dolió? —burló MinHyung, su jodido hermano, con una sonrisa burlona, al lado, Yukhei empezó a reír y su prometido esbozó una sonrisa.
—¿Algo te preocupa? —susurró por lo bajó el menor, acercándose a su oído lo que hizo su piel erizarse—. ¿Quieres que vayamos a descansar?
La manera en la que Yangyang había empezado a usar más el plural para referirse a ellos le encantaba, como si ahora fueran un equipo... como si él supiera que iría a donde él fuera sin dudarlo.
Y lo haría.
—Solo estaba pensando en ti. —susurro, bajito y cerca de la mejilla del contrario que pudo ver sonrojarse de manera adorable.
—¿E-En mi? —balbuceó el menor, sus manos apretando sus palillos con fuerza —. ¿Por qué o sobre qué?
Hendery mordió su lengua, había dicho mucho en un lugar público pero una parte de su corazón parecía necesitar desbocarse delante del menor—. En qué harías sin ti... si no estuvieras.
Yangyang bufó, una suave risa saliendo de sus labios—. Estoy seguro de que podrías conseguir a alguien más muy rápido, pero por el momento, no me mates, sigo aquí. —dijo, quitándole importancia y alejando su rostro solo un poco.
Hendery soltó sus cubiertos, dejándolos caer de manera ruidosa en la mesa y ganándose el silencio en el comedor, su mano se colocó en la mejilla del menor, su pulgar tocando con cuidado la piel—. Pero yo no quiero a nadie más conmigo que no seas tú... —susurró, seguro de una manera extraña en sus palabras a pesar de que era la primera vez que lo decía.
ESTÁS LEYENDO
Bendición de los dioses | NCT
Hayran Kurgu¿Qué pasa cuando eres un Príncipe? Uno arrogante, abusivo, grosero... cruel, manipulador y encantador Príncipe, especialista en conseguir lo que quieres y en evitar tus responsabilidades. Los dioses te dan una lección... El oráculo te da la profecía...