Nada está bien.-

3.1K 232 4
                                    

Pov Poché

Por fin nos íbamos de esta casa, ya no podía aguantar ni un minuto más aquí, las maletas ya estaban en la camioneta, ya solo me estaba despidiendo de Arango, Laura y Lucía, Johan no importaba.

—Cuidate mucho Poché— me decía Lucia mientras me tenía tomada de las manos.

—Lo haré— le dije con una sonrisa.
Abracé a las dos hermanas para luego dedicarle una sonrisa a Arango, quien se acercó abrazarme algo que me tomó por sorpresa.

—No te metas en problemas— susurro en mi oído.

—Y si lo hago te llamó ¿no?- bromeé pero a él no le pareció gracioso —Es broma.—

Johan también se acercó, pero el solo me miró como si yo no importará, solo la castaña que estaba a mi lado.
-Espero verte pronto Calle- la tomó de las manos regalandole una sonrisa.

—Bueno ya es hora de irnos— dije dándole un manotazo a Johan quien me miró furioso, Calle no dijo nada, solo me tomó de la cintura.

Makis y Valentina se subieron a la camioneta, Calle iba a un lado mío y del otro iba Arango.

—Marcando Territorio- me susurró Arango en tono de burla al anterior manotazo que le había propiciado a Johan.

—Es en modo de advertencia para que no se le ocurra acercarse— mi amigo negó con una sonrisa.

-Anda sube.

Calle y Arango me ayudaron a subir, para luego alejarnos dejando atrás la gran residencia de mi padre.

El camino al hangar fue rápido, el avión de mi padre ya nos esperaba, Vale y Makis subieron de primera, mientras unos trabajadores llevaban el equipaje arriba, Calle y yo íbamos atrás de ellas un poco más lento, ya que a mí aún me costaba subir con las molestas muletas.

Ya adentro, tomamos nuestros lugares para esperar el despegue, tomé la mano de Calle y cerré mis ojos, quedándome profundamente dormida.

...

—Amor— me susurraron, yo abrí lentamente mis ojos.

—Que pasa— dije con la voz ronca.

—Ya vamos aterrizar— me informo Calle.

Yo me reincorporé en mi asiento, mientras tallaba mis ojos, había dormido todo el vuelo.
El avión aterrizó, ya estábamos en Miami, me sentía un poco nerviosa de volver, me giré para ver a mi acompañante y ella tenía una sonrisa de oreja a oreja, al fin volvería a ver a su familia después de ya un tiempo.
Bajamos del avión y una camioneta ya nos esperaba, dos hombres bajaron de ella, ya que por órdenes de Arango, por un tiempo ellos serían nuestros guardaespaldas, hasta que estuviéramos cien por ciento seguros que ya estábamos en un lugar seguro.

—Señorita buenas tardes— saludó uno de ellos abriendo la puerta para que entraramos.

Nos llevarían a mi antiguo departamento, Arango sugirió otro lado, pero yo me negué, quería volver aquél lugar. Estábamos atravesando las calles de Miami, cuando pasamos por un lugar que me trajo un recuerdo.

Flashback.

Me encontraba durmiendo plácidamente, cuando un sonido se hizo presente, lo ignore y este cesó, pero segundos después el sonido volvió, me removí en mi cama, era mi celular el que no dejaba de sonar, tomé mi almohada cubriendo mi rostro, volví a ignorarlo hasta que dejará de sonar y eso hizo, pero instante después volvió a entrar otra llamada, fastidiada tomé el celular.

-Bueno?- contesté.

-Majo, Majo, Majo- grito alguien haciendo que despegará el celular de mi oreja.

TODO POR TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora