Entrar por la ventana.-

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Pov Calle

Al instante que me acosté junto a Poché me quedé dormida, hasta que un ruido me despertó, entre abri mi ojos encontrándome con Poché, quien estaba levantada y ya con sus muletas puestas. Ella salió de la habitación, yo me senté en la cama viendo en el reloj de pared que eran las 2 de la mañana, me levanté y decidí seguirla en silencio.

Ella llegó hasta la sala, la cual estaba en completa oscuridad, yo me quedé detrás de un pilar, mientras veía que ella prendía una lámpara, para luego sentarse en el sofá, su mirada estaba posada en aquel retrato.
No sé cuánto tiempo había pasado desde que estaba ahí parada viendo a Poché, hasta que al fin me decidí a ir con ella, me senté a su lado en silencio, tomé su mano, ella las entrelazó y apretó con fuerza nuestro agarré. Unos minutos después me acomode detrás de ella, para que ella se recargará en mi pecho, la abracé de la cintura, no sabía que decir, solo quería estar ahí con ella para apoyarla.

—Amor— me susurraron en el oído, abrí mis ojos, no se en que momento me había quedado dormida.

—Mmm— dije somnolienta.

—Vamos a la cama— dijo Poché levantándose, yo asentí.

Ella se acomodo sus muletas, fuimos a la habitación, donde la ayudé acostarse para después hacerlo yo, ya en la cama, estábamos de frente, ella me miraba con detenimiento, hasta que con un poco de esfuerzo se inclinó hacia mí y beso mi frente.

—Gracias— me susurró.
Yo solo me acurruque en su pecho, volviendo a quedarme dormida.

...

Ya era de mañana, el sol que entró por la ventana me hizo despertar, talle mis ojos, yo recordaba haber cerrado las cortinas a noche, en eso Poché salió del baño, traía una toalla en su mano.

—Buenos días bebé— me dijo con tranquilidad.

—Buenos días— dije en medio de un bostezo —Que haces despierta tan temprano.—

—Es que intente bañarme yo sola pero casi me caigo en la regadera— me contó mientras rascaba su nuca.

—Sabes que no puedes hacerlo tú sola, no hasta que el doctor indique que si herida ya sano por completo— la regañe poniéndome de pie.

Ella puso cara de niña regañada, me dió mucha ternura, al quedar frente a ella, decidí robarle un beso, ella estaba demasiado roja ante aquel acto, pero no tardó en tomarme de la cintura con la mano que tenía libre para atraerme hacia ella y besarme.

—Ven yo te ayudo— le dije al momento que nos separamos, ella me miró con una ceja levantada, yo tomé la toalla y las dos entramos al baño, esto sería difícil.

Después de bañar a Poché y terminar muy mojada, literal, la ayudé a vestirse y mientras ella cepillaba su cabello, yo entré a darme un baño rápido, al salir Poché ya me esperaba lista para ir a desayunar, así que tuve que cambiarme en menos de 5 min y salir al comedor, ya que las dos teníamos mucha hambre.

Llegamos al gran comedor, donde ya se encontraban desayunando, Makis, Arango, Vale, las villa, Sebas y otro señor el cual no conocía.

—Poche — habló aquél señor.

—Ruben— le respondió la peliazulada con un tono serio.

Ayudé a Poché a sentarse, ella quedó al lado de Valentina, mientras a su otro extremo estaba yo.

—El es el papá de Makis— me susurró Poché, ahora ya sabía.

Arango y el señor Rubén hablaban, sobre lo acontecido en Miami, Makis, Vale  y Lucía platicaban sobre otra cosa, Laura no le quitaba la vista de encima a Poché y eso me estaba irritando.

TODO POR TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora