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-Adrien Agreste, el nuevo heredero de la marca Agreste -Anunció el presentador del programa.

Un chico alto, rubio, con cuerpo atlético y de ojos verdes, profundos y tristes, salió de un espacio tras las cámaras y se acercó al escenario.
Adrien ya no era ningún niño, los 20 años que ahora tenía habían rendido sus frutos. Ahora se le veía más decidido, menos inmaduro y mostraba seriedad en su forma de hablar y de observar todo a su alrededor, caminaba con un porte tan elegante y correcto... Claro, ahora era más como su padre, pero sólo se comportaba así frente al público.

-Buen día -Pronunció el chico mientras entraba y tomaba asiento al lado del conductor.

Adrien Agreste había heredado la fortuna de su padre hacía exactamente un año. La asistente de Gabriel Agreste, Nathalie, tomó las riendas de la compañía de diseños durante unos meses y estuvo preparando al chico para todo lo que se venía en cuanto él tomara posesión de lo que ahora le correspondía. Cómo es de esperarse, la familia Agreste (En este caso, sólo el joven Agreste) había preferido no hablar sobre el tema.
La repentina muerte de Gabriel seguía siendo un misterio para todos, a pesar de que varios presentadores habían intentado obtener respuestas invitando al chico a sus programas, pero ninguno tuvo éxito con eso.

-Bienvenido joven Agreste -Dijo el presentador a Adrien con todo enigmático- ¿O debo llamarlo Sr. Agreste ahora?

-Adrien estaría bien

Con el paso de los meses, Adrien se había vuelto un experto en despistar a los conductores desviando su atención a otros temas para evitar hablar sobre la muerte de su padre.

-Está bien, Adrien. Cuéntanos, ¿Cómo van esos nuevos diseños?

-Perfectamente, la colección será lanzada pronto.

-Tengo entendido que tu padre tenía planeado lanzar la colección esta semana.

-Hemos tenido que hacer unos pequeños ajustes a algunos diseños pero, repito, estará lista pronto.

Adrien sonrió y evitó el tema de su padre a toda costa durante un largo tiempo. Pero las cosas están destinadas a suceder y, en esta historia, hay mucho por aclarar.

-Entonces, Adrien, cuéntanos. Todos estamos muy curiosos hoy -Dijo el conductor dirigiéndose a la audiencia dentro del set- No han dado mucha información al respecto pero nos gustaría saber cómo fue que el Gab...

-No daré información al respecto, prefiero que eso sea suficiente para ahorrarme la molestia de repetirlo otra vez.

-De acuerdo -Dijo el conductor desanimado- Entonces, ¿Danos otra exclusiva?

-Por supuesto, siempre y cuando no se relacione con la muerte de mi padre. Ese tema prefiero mantenerlo lo más personal posible.

El presentador simplemente asintió.

-Tengo entendido que tenías planes de boda con la srta. Tsurugi, ¿Por qué se ha cancelado todo?

-La señorita Kagami y yo decidimos que lo mejor para ambos era separarnos -Dijo tristemente- Y, por supuesto, quedamos en buenos términos.

-Bueno, Adrien, creo que ese tema aún es demasiado sensible para ti -Dijo él con algo de arrepentimiento por tocar el tema

-No te preocupes, John, ya han pasados meses -Fingió una de sus mejores sonrisas.

-Claro, después de la muerte de tu pa...

-No haré declaraciones al respecto, si la intención es esa, podemos dar por concluida la entrevista.

Adrien se levantó y miró al conductor quién no tuvo de otra y dió por terminada la entrevista.
Después le ofreció amablemente la mano a su anfitrión y salió haciendo señales de despedida al público.

-Vámonos -Dijo llegando con Nathalie, quién ahora era su asistente.

-Estuviste excelente -Dijo Nathalie, Adrien sólo sonrió.

Nathalie había estado preparando a Adrien para este tipo de situaciones, ella sabía que durante las entrevistas le hablarían sobre temas que lo harían sentir así, sin embargo se esforzó tanto que Adrien logró entender que todo era una estrategia para que él terminara dando información sobre la muerte de su padre y eso, por el momento, era algo de lo que él no quería hablar.
Aunque por mucho que entendiera eso, no podía evitar sentirse mal casa vez que tocaban el tema de Kagami, su separación le había dolido lo suficiente como para alejarse un poco de todos.

-Nathalie, ¿Puedo dejar de dar entrevistas? -Dijo Adrien acomodándose en el auto antes de salir rumbo a casa.

-No, debes darlas, tu padre ya tenía un contrato firmado con estas televisoras para dar a conocer las noticias de la colección. No podemos incumplir el contrato, él nunca lo haría.

-Bien -Dijo Adrien sacando su celular y colocándose los auriculares como era su costumbre a estas alturas.

El camino a casa fue silencioso, de lo más silencioso posible.
Desde la muerte de su padre, Adrien no acostumbraba salir puesto que ahora cargaba una gran responsabilidad sobre sus hombros: dependía de él si el imperio de su padre caía o crecía aún más. Y eso, justo eso era lo que lo tenía tan preocupado y alejado del mundo, ahora entendía un poco, la actitud de su padre con él. Dirigir esa compañía, no era sencillo y, mucho menos, cuando sólo estaba él y la chica que amaba lo había abandonado.

"No, Adrien, es que ya no sé si casarnos sea lo correcto ahora. Ya no sé si te amo."

Las últimas palabras de Kagami sonaban en su mente una y otra vez, daban vueltas como se se tratara de ese tipo de canciones atoradas en su mente.
Kagami le devolvió ese anillo que perteneció a su madre y entonces se fue.

"Pero yo te necesito, mi amor, sabes que esto no será sencillo sin ti."

Su último pensamiento seguía atorado en su mente, si tan sólo lo hubiera dicho y no sólo pensado, tal vez las cosas serían diferentes ahora.
Pero ese mismo día ella tomó sus maletas y volvió a su país de origen junto a su madre. Él se quedó solo, sin la única persona que había estado con él y, ahora, tenía que afrontar todo sin ella.

-Adrien -Repitió Nathalie más fuerte- Hemos llegado, ¿Sucede algo?

-No, tenía el volumen muy alto, no escuché

Adrien se quitó los auriculares y bajó del auto. Siguió a Nathalie por el camino y entraron a la casa, mientras ella no paraba de hablar sobre las nuevas actividades que vendrían para las siguientes 24 horas.

-Sí, Nathalie, ya entendí -Dijo serio- Quiero descansar, subiré a mi habitación

Adrien se despidió de Nathalie sin dejarle oportunidad de oponerse y subió a su habitación rápidamente.
Se tiró a la cama y tomó el porta retrato que había en la mesita de noche, aún no era capaz de tirarlo.

"Yo aún te necesitaba conmigo" pensó y dejó caer una lágrima sobre la imagen de una chica con cabello corto hasta la barbilla, tez clara, labios rosas y ojos rasgados y marrones. Ella llevaba puesto un saco blanco, camisa negra y una corbata roja que hacía juego con su falda, él estaba al lado de ella abrazándola... pero ahora sólo eso tenía: recuerdos.

Sólo un ayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora