Sólo un ayer

1.

Adrien Agreste.

-No quiero ni una sola entrevista más

Dije a Nathalie algo molesto al salir del último set de grabación en el que estuve.
Habían pasado ya 3 semanas desde la vez que estuve en el show de John, claro, ahora que todo estaba tranquilizándose un poco, ya no les interesaba la muerte de Gabriel, ahora querían saber todo sobre mi ruptura con Kagami.

-No está a discusión -Dijo ella

La miré, solía odiar que ella fuera tan seria pero ahora entiendo por qué, ahora sé por qué. Se lo agradezco aunque a veces me sentí mal por ello, pero sé que sólo buscaba que mi padre estuviera feliz y, también sé, que ella intervino varias veces ante mi padre para que yo pudiera salir con mis amigos.

-Nath, es que estoy cansado de que quieran siempre hacerme decir cosas sobre ella -Dije suplicante- La extraño tanto y ellos no lo entienden, no puedo decirlo.

-Adrien, necesitas salir más seguido, ¿Sabes? -Hizo una pausa, sacó una pequeña invitación del bolsillo y me la entregó- Ellos no han dejado de buscarte, aún siguen siendo tus amigos

Bajé la mirada a la invitación, ví a Nino y a Alya posando de manera tan sincera. Por la poca información que trae la invitación, supe que la fiesta era en unas horas y, al parecer, ellos celebraban que se mudarían juntos.

-No lo sé -Dije mirando a Nath- Hace años que no he hablado con ninguno de ellos

-Es que ellos la han enviado a casa, ¿Crees que sería correcto no ir?

-Claro que no, iré -Suspiré

Al parecer Nathalie había olvidado la razón por la que nos distanciamos. Ahora Nino y Alya vivirían juntos y yo, después de todo, no podría decir que no tenían razón, Kagami y yo no éramos el uno para el otro.

-Me alegra -Me dió una sonrisa tranquila- Yo me encargaré de todo, es tu turno de salir y convivir con tus amigos, necesitas recuperarlos, los vas a necesitar.

- Horas después -

Salí del auto, tomé la bolsa de regalo que llevaba en la mano y la bandeja con la tarta que Nathalie había preparado. Me siento estúpido llevando esto y, más que nada, me siento tonto por haberme alejado de ellos.

-Vuelve por mí a las 21:00, Nath

-Es muy temprano -Sonrió- sería mejor a las 00:00

-A las 21:00 -Dije serio- Nos vemos

Cerré la puerta lo las rápido posible para evitar que ella hablará de nuevo. Caminé al edificio y subí las escaleras hasta el departamento de la tarjeta de invitación.
Me paré frente a la puerta por unos minutos intentado decidir si irme o tocar la puerta, estaba a punto de girarme y volver cuando alguien se plantó al lado mío.

Hacía años que no la miraba, esos ojos grandes y azules, ese cabello oscuro, sus coletitas habían desaparecido, ahora lo llevaba suelto hasta los hombros. Sus labios rosas, ahora con el brillo labial, lucían sumamente perfectos. La mirada al frente como si estuviera evitando el contacto con la mía, se miraba tan bien así... Perdida en su mundo.

-No pensabas irte, ¿Cierto? -Sonrió

Giró para verme y sonreí. La verdad es que ella no había tenido nada de qué avergonzarse, yo tuve la culpa de todo lo que sucedió.

-Marinette... -Me detuve, mi corazón sintió alivio al pronunciar su nombre.

-Vamos -Me sonrió- No fue culpa tuya, estabas enamorado, lo entendí.