Alya
Suena la puerta, Sabine se levanta de la mesa y se dirige a abrir.
-Iré yo -dije mientras me levanto y le sugiero volver a sentarse-, beba su té.
Abro la puerta y me encuentro con Luka, su cabello un poco más largo que de costumbre, pero perfectamente acomodado al rededor de su rostro y ese típico color, acompañado de lo impecable que se ve, me distraen casi por completo de la chica al lado suyo. Kagami, siempre tan elegante y rígida aunque, en esta ocasión, se le veía más relajada que de costumbre.
Sin atuendos tan formales, con aquel hermoso cabello negro atado en una perfecta coleta, sonriendo tan apaciblemente como si la conociera por primera vez. Estaba a punto de decirlo, pero ellos hablaron primero.-Hola, -dijeron ambos como a dueto, lo cual causó que rieran nerviosamente- ¿Están los Dupain en casa?
-Sólo Sabine -respondí
Hice espacio en la puerta, les indiqué que entraran y todos nos dirigimos dónde estaba ella.
Observar a estos dos juntos era algo problemático, pero al mismo tiempo placentero, puesto que uno al lado del otros, los hacia lucir radiantes y con aires de grandeza. Tan elegantes, últimamente, tan sencillos al mismo tiempo, como si uno complementara al otro... Como nunca se habían visto, incluso cuando estaban con Adrien y Marinette.
-¡Luka! -exclamó Sabine en cuanto lo vio entrar y se levantó a toda prisa para abrazarlo, como sea abraza a aquel hijo que no haz visto en años- ¿Qué te trae por acá?
Les ofreció asiento y me levanté para traerles té y galletas. Ellos conversaron un poco sobre trivialidades, pero después el ambiente divertido se tornó serio. Algo andaba mal, supuse.
-Verás -dijo Luka en tono nervioso mientras Kagami sólo desvió la mirada hacia la ventana-, sabes que siempre te he considerado mi familia, aunque ahora no sea del todo lógico
-Sabine, me retiraré -me levanté del asiento, pero la voz de Kagami me detuvo
-No es necesario que te vayas -dijo amablemente-, después de todo, también estarás invitada
¿Estaré invitada? Bien, eso me alegro, pero, ¿A qué estaré invitada?
Entonces lo comprendí todo, la forma en que Luka habló seriamente, lo nervioso qué estaba, por qué mencionó lo de la familia. Pero tenía que esperar a que ellos lo confirmaran.-Luka, ¿Van a... -Interrumpió Sabine, pero no pudo terminar la pregunta
Luka ya sostenía la mano de Kagami como si se tratase de anunciar al campeón de alguna competencia, pero dejaba relucir el hermoso aro de oro que tenía incrustado el diamante más grande que había visto antes. Sabine los miró con asombro y sonrió mientras dejaba caer lágrimas de alegría.
-¿Ya se lo has dicho a Anarka? -pregunté
Supuse que ya debía saberlo, pero no sé por qué fueron las palabras que salieron de mi boca en ese momento.
-Ella fue la primera en saberlo
La tranquila voz de Kagami calmó mi estúpida duda. Claro que ya era hora de que se casaran, bueno, eso según yo. El corto tiempo que llevaban juntos, era de ensueño.
Ella siempre estaba al lado de él y él siempre estaba al lado de ella, cada uno con sus propias vidas pero impulsando los mismos sueños. Así que era cosa de tiempo que esto sucediera, pero sentí que aún les faltaba un tiempo.-Aún no tenemos fecha -aclaró Kagami como si leyera mi mente-, hemos llegado a la conclusión de que sería mejor en un año y medio. Claro, por cuestiones de trabajo y para conocernos mejor, aunque no es tan necesario lo último.
-Por supuesto -apoyó Luka-, pero creí que debíamos decirlo ya.
-Felicidades, Luka -dijo Sabine con el tono de voz más feliz que escuché en ella
La puerta sonó. Me levanté para abrir la puerta mientras le indiqué a Sabine que se quedara con ellos, pero antes les dediqué mi más sinceras «Felicitaciones» y me dirigí a la puerta.
Me encontré con unos ojos azules que me resultaron claramente conocidos y con aquel rubio estúpido que intentaba disimular su nerviosismo antes de hablar.
Mierda, este no es el mejor momento.
-Vamos a pasar -dijo la chica dando el primer paso hacia dentro mientras arrastraba al rubio detrás de ella
-Marinette, creo que no es...
-Luka -dijeron ambos seriamente, como si hubieran visto a algún fantasma
-Mierda, esto va a estar interesante -pensé para mí misma mientras cerraba la puerta y dirigía mi atención hacia el silencio casi sepulcral y aquellas miradas de hostilidad que se abrían paso en la habitación.
-Es un gusto que estén todos aquí -comentó Sabine mientras se levantaba a recibir a los recién llegados
Quizás, si ella supiera algo de todo lo sucedido, no actuaría tan despreocupada y felizmente al ver a estos cuatro reunidos en la misma habitación. Quizás, estaría esperando que todo estalle, al igual que yo.

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Sólo un ayer
FanfictionAdrien Agreste ha heredado la fortuna y el legado de su padre tras la muerte del mismo. Con el corazón roto y una muerte repentina que asimilar, Adrien deberá tomar una serie de decisiones poniendo como prioridad la compañía de diseños que ahora él...