CAPÍTULO 30

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"La rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino" Miguel de Cervantes


JOAQUÍN

La semana había pasado lenta y agotadora. Los preparativos para la feria de salud y belleza en unos días tenían todo mi tiempo ocupado. Cerraba un problema y aparecía otro.

Lo único refrescante ha sido Leonor, nos vemos todas las noches. Me llama solo para que la complazca y luego se va dándome las gracias con dos besos en la mejilla.

El tiempo que pasamos juntos es en verdad restaurador. Es una mujer con mucho carácter, independiente y decidida. No me pide más de lo que tenemos ni se hace ilusiones conmigo y es me tranquiliza.

Un desahogo.

Eso es y parece que yo soy exactamente lo mismo para ella.

Recibo una llamada urgente del departamento de producción informando sobre un defecto en uno de los empaques. Justo de uno de los nuevos que lanzaremos en la feria, "Agua micelar" para limpiar el rostro, muy de moda y que estamos seguros se venderá como arroz.

Me dirijo a la planta como alma que lleva el diablo, me cambio de ropa e ingreso a la zona de envasado.

—¿Miguel que pasa con el empaque? —le pregunto a mi jefe de producción.

Toma uno de los envases y lo entrega.

—Nos llegó apenas hace cuatro días. Después de las pruebas lo liberaron y lo pasaron a producción, pero parece que se les paso este defecto.

Estoy ardiendo de la ira. Reviso el envase y en efecto no cierra correctamente.

—¡¿Pero ¿cómo es posible?¡ ¡¿Como se les pasa un no conforme tan obvio?!

Miguel se pasa las manos por la cara repetidamente. Tampoco se explica semejante error.

—Recoge todo, regrésalo a bodega y que se encarguen de la devolución. Ya mismo llamo al proveedor y control de calidad me va a oír. Esto es inaceptable.

Salgo del área directo al laboratorio, los cuales me esperan nerviosos y con temor. Una vez los reúno a todos les doy el regaño de sus vidas. Estamos a una semana del lanzamiento y los necesito a todos concentrados.

—La publicidad está en las calles hace semanas, anunciando el nuevo producto. No podemos simplemente echar todo para atrás a solo pocos días.

Ninguno me da la cara, ni siquiera el jefe.

—¡Te pago para que hagas tu trabajo bien! Si no puedes dime y te reemplazo hoy mismo.

Solo me da escusas y se disculpa por su descuido.

—La calidad de nuestros productos nunca se pone en duda, es lo primero. Para eso están ustedes aquí. 15 personas y ninguno noto esto, ninguno— les muestro en envase.

Salgo de la misma forma que entre, directo a mi oficina para infórmale a mis padres y otros directivos del problema.

Envió un correo al proveedor de empaques para ponerlo al corriente de todo y solicitar un nuevo lote y que este me llegue lo antes posible.

La puerta se abre de repente sin que nadie anuncie o toque. Mis ojos dejan la pantalla para ver al mal el educado que ingresa por mi oficina como perro por su casa.

Para mi sorpresa no es él sino ella.

Vivian

Ingresa moviendo sus caderas de forma exagerada y excesivamente arreglada, casi como si fuera para una fiesta.

Una Parte De Ti © Borrador COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora