Las apariencias engañan

CAPÍTULO 4

-Y luego cuando he entrado a la universidad, no encontraba la secretaria. Estaba perdida. Pero un chico me ha ayudado.

-¿Nombre? ¿Como era? ¿Sexy?, exijo más detalles. -me dice Shantel.

-Muy sexy. Pude ver que tenía tatuajes. Alto y musculado. Pelo rizado y largo, color chocolate con mechas rubias...

Shantel me mira alucinada. Yo enarco una ceja sin saber el por qué de su cara.

-¡No me puede creer que en una mañana...! No... No una mañana si no una hora hayas conocido a dos chicos guapos y sexys.

Río. Por eso tiene esa cara.

¿Sabes cómo se llama? -pregunta.

-Christian.

Shantel abre los ojos exageradamente.

-¿Christian? ¿Christian el de la melena? ¿El líder del club de las melenas? 

Me en cojo de hombros.

-No se cuantos Christian hay en el colegio. Así que puede o no ser el que tu dices. Aunque si que tenía el pelo largo.... y ¿Qué es eso del club de las melenas? 

-Pues es... -empieza ella pero es interrumpida cuando la puerta de la clase es cerrada. 

El profesor entra y se dirige a su mesa, donde pone su maletín. 

Shantel no continúa ya que el profesor empieza a hablar. 

Con la charla no me he dado cuenta de que la clase se había llenado entera. 

La clase pasa muy rápido, solo ha sido de presentación, tanto de él, como de nosotros y lo que vamos a hacer durante el curso. 

Una hora después la clase termina. El profesor se despide y sale por la puerta mientras los demás alumnos recogemos. 

Shantel y yo salimos de la clase y nos dirigimos a la siguiente juntas, nos toca la misma asignatura. 

-Tengo que ir primero a mi taquilla. -le digo -coge sitio en la clase, enseguida voy. 

Asiente. 

-Esta bien, no te retrates. La profesora dicen que es muy puntual. 

Se da la vuelta y se dirige a la clase.

Me giro y me dirijo a mi taquilla. Esquivo a algunos alumnos hasta llegar a mi taquilla. Meto la contraseña y esta se abre. 

Cambio los libros de la asignatura por la que tengo ahora. 

De reojo veo como una mano tatuada se apoya en la taquilla de al lado, no hago caso, tenía la taquilla muy cerca mía así que no es raro que este aquí. 

-No me lo esperaba en ti, no pareces una chica a la que le peguen estos tatuajes, con esos ojos y esas sonrisas. -susurra en mi oído, haciendo que me sobresalta al tiempo que baja un poco el pañuelo que rodea mi cuello. 

Y a lo que se refiere son a mis tatuajes del cuello. 

Noto como se aparta un poco y me deja algo de espacio personal, aunque no quita la mano de la taquilla de al lado. 

Cierro como puedo la taquilla, sin todavía pronunciar palabra. Me coloco bien el bolso en el hombro y me giro, quedando cara a cara con él.

Miro un poco hacia arriba, aunque él este un poco inclinado hacia mi, sigue siendo más alto. 

Cuando nuestros ojos conectan lo único que hago es sonreír. 

-Me tomare como un cumplido lo de los ojos y la sonrisa, Christian. Ahora debo irme, no quiero llegar tarde a clase.