CAPÍTULO 16

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Recomiendo escuchar la canción mientras leen el capítulo.

Me siento en el sofá y cruzo las piernas en modo indio. Observo a Dominic quitarse la sudadera y dejarla encima del posabrazos al tiempo que se sienta al lado mío. 

-¿Quieres algo de comer o de beber? -pregunto. 

Él niega con la cabeza mirándome.

Estira su brazo y coloca un mechón que ya no esta en el moño, detrás de mi oreja. Yo muestro una pequeña sonrisa. 

-No sabía que tenías tantos tatuajes. -dice.

Tengo tatuadas muchas partes de mi cuerpo si.

-Tengo varios más en la espalda, escote y torso. -aunque los que el ahora mismo puede ver son algunos en mis brazos, los de mis dedos, los del cuello y parte de mis piernas

Dejo de mirarle para levantar un poco la camiseta y mostrarle entero mis muslos. Donde quedan al descubierto más tatuajes. En el derecho tengo tatuado una frase, parte de un poema de John Milton, y en el izquierdo una imagen. 

Subo la mirada y veo que me esta pidiendo permiso, con la mirada simplemente le digo que si. Estira su brazo y posa su mano en mi muslo derecho. Con su dedo dibuja por encima las letras que ya tengo escritas en mi piel. No puedo evitar que todo mi vello se erice. 

Cuando termina pasa a mi otra pierna y resige el dibujo. Mi respiración se entrecorta unos segundos y se que él lo ha notado.

-Dominic... -susurro cuando pasa otra vez a mi pierna derecha. 

Acaricia desde mi rodilla hasta que mete la mano por debajo de mi camiseta y la posa en mi cadera. Yo no se lo impido. 

La otra mano la posa en mi otra cadera.  

Yo me doblo y acabo tumbada en el sofá. Él se sitúa encima de mi, apoyado en el sofá con sus piernas sin aplastarme.

Me mira desde arriba, nuestras miradas no se desconectan ni un segundo.

Mueve sus mano y me acaricia todo mi torso hasta que llega a mi pecho. Los atrapa con las manos y no puedo reprimir un jadeo. 

Mi camiseta esta enrollada a la altura de mi cintura y mis braguitas de encaje negro están a la vista.

Masajea mis senos a la vez que se agacha un poco y besa la comisura de mis labios. Entreabro mis labios a la espera de que me bese.

No lo hace.

Empieza a dejar un camino de besos por toda mi clavícula y mi cuello.

Yo no paro de jadear. 

-Dominic... -susurro.

Vuelve a recorrer el mismo camino con la boca pero al revés y llega de nuevo a mi boca. Saca sus manos de debajo de mi camiseta para apoyarlas en mi rostro. Cierro los ojos cuando nuestros labios impactan. 

Llevo mis manos a su pecho y aprieto entre ellas su camiseta. 

Nuestros labios danzan. Sabe a cigarrillos, menta y frescura. Me gusta. 

Él se separa cuando a los dos nos falta la aire. Sus labios están hinchados por nuestro feroz beso. 

Tiene la respiración agitada y mira fijamente mis ojos. 

Seguramente yo este igual. 

No he dejado de apretar su camiseta entre mis puños. Y cuando me doy cuenta relajo mis manos y las apoyo en su pecho. Lo acaricio hasta que llego al dobladillo de su camiseta. Estiro un poco de ella y él levanta sus brazos para ayudarme a quitársela. 

Las apariencias engañan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora