―¡Mamá esta horrible! ―exclamé al verme en el espejo
―Vaya, necesitarás más que maquillaje cariño
La enorme cicatriz amenaza con extenderse hacia mi barbilla, dos puntos para ser exactos y dos semanas desde aquel horrible hallazgo, aunque recuerdo el beso en mi mejilla de Milani y todo lo malo se quita enseguida. Pero ahora necesitaba que de verdad se tapara, el viernes quería lucir mi belleza ante el baile de invierno y en cierto modo, estar presentable para cuando la Miss me vea. Mi madre intentaba taparlo con maquillaje, el más caro que tiene en su pequeño neceser y no estaba funcionando, aquella marca ya era de mi pertenencia y se quedaría ahí, para toda mi vida.
―Toma. ―mi hermana me extendió una base de mi tono de piel y en mi desesperación coloqué varios puntos alrededor de mi rostro, está la tapó ligeramente, pero si alguien se acercaba se podía notar el relieve de mi piel.
―Eres hermosa, aunque ahora seas Frankenstein
―¡Mamá! ―exclamé molesta y ella solo se rio, me depositó un beso en la mejilla, acaba de manchar el recuerdo de los labios de otra mujer.
Me senté frente a mi desayuno, el aroma a café me invadía el sistema nervioso y eso provocaba que mis bellos se erizaran. Durante esta etapa de la mañana podíamos admirar que mi familia parecía una de verdad, mis hermanos conversando sobre los sistemas circulatorios del cuerpo humano, aquí faltaba mi padre, podía ir y sacarlo de su tumba para ponerlo en la silla y que compartamos el desayuno, pero seguro solo hay huesos en su féretro.
―¿Con quién iras al baile cariño? ―preguntó mi madre y mis hermanos pusieron su vista en mí. Había olvidado que al baile se iba con pareja, lo cierto es que nadie me invitó, tampoco necesitaba que alguien lo hiciera. Si, es un tanto deprimente.
―Con nadie, estuve tan ocupada acomodando el salón que me olvidé que necesitaba pareja de baile.
―Bueno, aun quedan 5 días, alguien te invitará durante la semana
―Y si no lo hacen, yo podría estar contigo. ―dijo mi hermano Esteban, quien apareció desde las escaleras mágicamente.
―Gracias, pero prefiero estar sola a estar con mi hermano, sin ofender.
―Está bien, pero luego lloraras pidiéndome que baile contigo.
Se hizo el ofendido y yo me reí.
¿Se imaginan? Llegar al baile con tu hermano, suena demasiado deprimente y aun no toco fondo.
⋇
No he sabido nada de mi amiga Brooke durante este tiempo, como siempre, ya es algo demasiado natural en nuestra vida de amistad, y por el momento estábamos tomando clases separadas con horarios distintos y su novio el tonto se cambió de división para estar más cerca de ella, ellos me dan asco, una pareja tan feliz y perfecta. Me apoyé en mi casillero con mi mochila en el piso, estaba demasiado cansada y eso que mi día iba por la mitad.
Saqué mi celular para revisar el mundo de internet, en Instagram eran puras fotos de Brooke y Logan, espero se estén cuidando, es lo último que faltaría.
―Emma tienes un momento ―levanté mi vista y frente a mis ojos estaba Sean O'Brien, morocho, alto y ojos verdes. Venía de estados unidos, su acento era encantador, no se amoldaba al español. Todo un adonis para cualquiera de las chicas de toda la institución, estaba en mi salón.
―Dime ―levanté mi bolso del suelo y lo coloque dentro del casillero, saque mis libros, mientras esperaba que hablara.
―¿Quieres ir al baile conmigo?

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Aroma a Café
Romance¿Qué es el amor? No lo sé, dicen que es una sustancia que entra por tus ojos como una fuerte atracción. Que esta ahí, pero no lo ves hasta que empieza a picar y te saca ronchas enormes. Te lastimas, pero te gusta, es necesario ese pequeño dolor que...