Conseguí que Claris me prestara el auto, ya me había cansado de tomar el autobús, pero no me salió nada barato que me lo prestara, tuve que rogarle unas incansables veces, hasta que finalmente cedió y es que mis métodos de súplica son únicos.
Por otro lado, mi querida mejor amiga Brooke, estuvo molestándome toda la semana para que hiciéramos algo de nuestras vidas en estos últimos momentos que nos quedan, pronto dejaríamos de transitar los pasillos y por muy tentador que fue la idea de pintar el baño o dañar un auto, las palabras de mi madre no dejaban de subirse a mi cabeza, como si esta fuera una montaña rusa. No quería seguir molestando con mi presencia.
―De verdad ¿Por qué no?
―Brooke, no, quiero terminar lo que queda de las clases de buena manera
―¡Bu! aburrida
―Callate ―golpeé su hombro ―¿Logan?
―No lo he visto aún, pero espero verlo pronto porque me molestaré ―suspiró ―Cambiando de tema, tengo buenas noticias ¡Iré a Nordelta con ustedes! ―comentó emocionada
―¿Sí? ¿Cómo le has hecho?
―Papá me pagará todo
―Eso es grandioso ―sonreí ―me alegra saber que te tendré ahí
Llegamos a la clase de matemáticas, nos sentamos en una mesa bien alejada de los ojos del profesor y mientras yo intentaba concentrarme en los números de mi tarea, mi cabeza no podía detenerse, últimamente he estado más dispersa de lo normal.
Creo que todas las situaciones que se han ido presentando en mi año me han dejado con la cabeza hecha un lio, ¿será este mi final? Me pregunto todas las mañanas cuando abro los ojos y veo aquella vieja foto. Mi madre me ha estado mandando fotos de los lugares de hospedaje, cerca de la universidad de Nordelta, tenemos que ir antes de las fiestas para conocer el establecimiento y llevar mis cosas ahí, tendría que compartir la habitación, pero no me interesaba, yo iba a formarme. En un momento pensé estudiar abogacía, luego vi la carrera de criminología y me he tirado más por esa rama. Creo que esa será mi decisión.
Aun con María no hemos hablado de ello, está feliz por mí, pero no se atreve a tocar el tema y yo mucho menos, no soporto la idea de dejarla para siempre.
Porque hay que ser sinceros las relaciones a distancia no funcionan y ella no me esperará, es joven, hermosa y yo... yo solo soy una muchacha.
―Qué raro, el profesor aun no llega ―susurró Brooke, mirando alrededor
―Saldré un momento
―Vuelve antes de que ingrese, si la puerta se cierra, game over amiga
Sonreí y asentí, como una buena niña. Llevé mi mochila a mi espalda, necesitaba un poco de agua en mi rostro o un rostro en el agua, se entiende... ¿Verdad?
No es buen momento para chistes malos. Me adentré al cubículo, este se encontraba vacío, solitario y sin una sola alma, ni la mía estaba aquí. Abrí la canilla, con mis manos hice un pequeño recipiente y con ellas, empapé mi rostro.
El calor de la mañana se sentía.
Con mi rostro empapado, me salí del baño y mientras utilizaba mi camiseta como una toalla, observé la puerta de mi clase cerrada. Ya era tarde, no tenía ingreso. Observé a lo lejos el cuerpo esquelético de la profesora Stone, acercarse hacia el mío, me giré sobre mis talones y comencé a caminar deprisa. Resguardaría mi cuerpo en la cafetería.
―Señorita Blacket, quieta ahí. ―¡Maldición!
―Buenos días profesora Stone ―murmuré entre dientes y me giré para toparme con sus ojos azulados y brillosos. Algo que me llamó la atención es que no estaba con la ropa deportiva, ahora vestía diferente y más casual. Creo que no estaba dando clases.

ESTÁS LEYENDO
Aroma a Café
Romance¿Qué es el amor? No lo sé, dicen que es una sustancia que entra por tus ojos como una fuerte atracción. Que esta ahí, pero no lo ves hasta que empieza a picar y te saca ronchas enormes. Te lastimas, pero te gusta, es necesario ese pequeño dolor que...