Encerrados (en proceso)

32. Misterio

Sharon estaba en una esquina. Sus paredes estaban rayadas con símbolos raros. Ella susurraba palabras que yo no entendía.

Sus cosas estaban tiradas por el suelo. Sus ventanas estaban tapadas con trapos negros.

Ella dejó de susurrar y comenzó a balancearse de atrás hacia adelante. Yo cerré la puerta.

«“—¿Amor? ¿Por qué actúas así? ¿Qué tienes?”».

Ella se giró lentamente y luego se arrastró hacia mí. Yo me estaba asustando. Ella se puso de pie y me miró a los ojos. No supe que hacer más que abrazarla.

Sé que suena tonto haberlo hecho, pero fue la opción correcta. Ella suspiró y me abrazó.

«“—Tengo miedo —me susurró ella.

—¿Miedo por qué mi amor?

—Es que mi madre se está comportando raro. Mientras me bañaba estaba dibujando estos símbolos, tapó las ventanas con los trapos viejos de sus recuadros. Y luego cuando salí del baño la encontré aquí, se fue corriendo a las escaleras mientras lloraba. Intenté condolarla.

—¡Es que nadie me entiende!, no saben que pasa conmigo. ¡Solamente cuando estoy llorando se preocupan! Estoy mal. Por eso siempre me dijo mi madre:
'Cuida tu corazón si no quieres terminar mal ya ves que hay magia que encanta y también está la que te tortura'. ¡No quiero hablar con nadie! Solo puedo decir el nombre de tu padre. Y sé que me comporto de manera ¡Extraña! Pero eso es desde la cita del psicólogo.”».

Me tiene muy asustada, por momentos parecía ser ella y en otros se comportaba diferente.

«“—Amor, ella me dijo todo eso cuando llegué. Pero la diferencia es que decía que eras tú.

—Amor, yo creo que ella tiene alguna enfermedad. Y eso explicaría el porqué yo también tengo una enfermedad mental.

—Eso tendría sentido. Pero ¿por qué Teresa me dijo qué estabas enferma?

—¿Ella te dijo qué? Teresa mintió, ni siquiera sé que hacía aquí.

—Espera ¿Ella no te vino a ver? Dijo que tenías una enfermedad contagiosa. Y no me dejaba entrar.

—La verdad Teresa se ha comportado de manera extraña lo que lleva el día. Habló con mi padre en el jardín y él se fue de inmediato, mi mamá dijo que iba a "Shelgistón". Y ella no le ha dirigido ni una sola palabra. Además Teresa sale dos veces cada 10 minutos al jardín, se fija a ambos lados de la calle y regresa a la casa, cuando sale a la tercera llama por celular y habla furiosa.

—Me pregunto ¿Para qué lo mandó allá, si va a estar esperándolo cada diez minutos? Asimismo ¿Esa es la calle dónde vivía Rosario?

—¿Vivía?

—Sí, al parecer ayer se fue a vivir con Marco. Aunque no sé porque tan apresurado.

—¿Quién sabe? —fue una pregunta retórica—. Aunque eso no es lo importante. ¿Qué le habrá dicho Teresa a mi padre para que se fuera?

—Siento que deberíamos averiguarlo. Pero será mejor que lo hablemos en la noche, porque debo mostrarte cosas que he encontrado. E incluso encontré a mi hermana Karen y voy a hacerle una fiesta de bienvenida y celebrar el cumpleaños del esposo de una señora.

—Espera ¿¡Qué!? ¿Encontraste a tu hermana? Estoy muy feliz —me abrazó —Aunque ¿Qué? ¿Doble fiesta está noche? ¿No crees qué es raro invitar personas extrañas a tu casa? ¿Y de dónde encontraste pistas?

—Es un tema de cortesía y es nuestra casa. De igual manera, te explicaré como sucedió lo de mi hermana y la señora, en el colegio. Pero lo de las pistas te lo explicaré cuando las veas. Sin embargo, no sé porque son pistas si no estamos investigando nada.

—Bueno esta bien y claro que estamos investigando. Ambos tratamos de averiguar el comportamiento extraño de Teresa. ¡Por cierto! ¿Por qué ayer no me pusiste ni un mensaje?

—¿Ayer? —analicé— Ah, otro asunto que explicar. Igual lo haré en la noche.

—Bueno, me dejarás con la intriga, pero valdrá la pena.

—Amor, perdón. Y otro comportamiento extraño que noté de Teresa fue que ayer y hoy se ha comportado amable conmigo. Bueno, no estoy seguro lo de ayer, pero sabes que eso no es normal en ella.

—Amor ¿en serio "amable"?

—Sí, es raro lo sé. No obstante, eso me incómoda.

—¿Y si se gusta de ti?