18. Misterio

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—Bueno David, quiero ser directo. Usted es un chico muy joven, pero cumplido y eso me agrada. Debo admitir que al inicio no le tuve mucha fe. Sin embargo, ¡ya tiene un año! Y ha ascendido muy rápido, porque se lo merece —miré por la ventana. Hubo un amago de sirimiri—. Te felicito, se ha ganado otro ascenso. 

—Gracias, jefe —sonreí— Es usted muy amable. 

—Las gracias a usted por no rendirse. Ahora escuche con atención. El área que va a trabajar es una oficina muy... Hum... —evitó mirarme—. Es muy particular, porque tiene que mantenerla muy aseada, ya que ahí atendemos a personas con discapacidades, asuntos especiales y otros asuntos. No obstante, sé que podrá, usted ya lo ha demostrado. 

—Le agradezco la confianza que me tiene. Daré lo mejor de mí. 

—Esa es la actitud. Hay otro detalle que debo destacar. Es sobre su sueldo. 

—¿Mi sueldo? —me preocupé. 

—Sí. Pero no se ponga tenso. Porque... —hubo un silencio—. David, aquí es donde preguntas "¿por qué?"

—Ah, ya entiendo, disculpe. Jefe ¿Por qué?

—David, ya perdió un poco la gracia. En fin, es porque la empresa está en condiciones de aumentar su sueldo. 

—¿¡Qué!? ¡Eso es genial! De verdad que estoy muy conmovido. Usted es como un padre para mí. Siempre me explica como corregir mis errores, —él sonrió— me apoya, incluso me regaña pero amablemente. 

—David, me va a hacer llorar. 

—Lo siento. Y gracias de nuevo. Me levanté para irme. 

—No hay de qué... Solo esfuércese. Y David, antes de que se vaya, llévese esto —abrió un cajón de su escritorio y sacó un uniforme—. Dentro de algún bolsillo de este uniforme hay una llave. La habitación es la número 1406, tercer pasillo.

—Entendido —salí de la habitación y comencé a brincar de felicidad.”.

Tenía mi propia habitación de utensilios. Y antes necesitaba pedírselos a la señora Maddryn. Y a veces tenía que esperar a que ella terminara de limpiar. Y no solo eso me alegraba, ya tenía mi propio uniforme. 

Fui a ver la oficina y llamé a Sharon para informarle. 

°  °  °  Llamada con mi reina.  °  °  °

“—¿Buenas, preciosa?

—¡Hola mi amor! ¿Qué tal va tú día?

—Amor, ha estado genial. Dentro de una hora salgo del turno de la mañana. 

—¡Ay amor, qué bueno! Ya casi nos vemos. 

—Sí amor, ya casi estaremos juntos en el colegio. 

—Amor ¿y hoy tienes qué ir al turno de la noche? 

—Sí amor. Pero no hablemos de eso, porque tengo un tema mejor.

—Amor, te escucho muy emocionado. ¿Dime que pasó?

—Primero, me volvieron a ascender. Segundo, me van a aumentar el sueldo. Tercero, tengo un uniforme nuevo. Y por último, me dieron una habitación de utensilios. 

—¡Amor, no lo puedo creer! ¡Eso es genial! Estoy muy feliz por ti. Tenemos que celebrarlo. 

—Tienes razón, lo haremos este sábado que es 14 y cumplimos dos años de novios ¿Qué dices? 

—Me parece estupendo. Te amo mi amor. 

—Yo también te amo mi niña. Te veo ahora. Chao, amor. 

—Chao, cariño.”.

°  °  °  Terminamos la llamada.  °  °  °

Después tomé todos los utensilios necesarios y salí de la habitación. Cuando me dirigí a la oficina que debía limpiar, noté que estaba muy sucia y percibía olores extraños.

Lo primero que usé fue la escoba y aún quedó polvo. Así que utilicé la mopa que es para atrapar el polvo y capturar mejor la suciedad. Luego limpié con el trapeador lleno de cloro, dejando el piso con un olor más agradable. 

Al terminar con el piso era el turno de los muebles. Y claro que es más fácil con el plumero, y finalicé con la gamuza en el que puedo verter el limpiador.

Periódicamente seguí limpiando los aparatos eléctricos con mucha delicadeza para evitar que se dañen.

Vacíe la basura y ordené el material de oficina de la forma en que los hallé, de este modo facilito la labor.

Todo quedó correctamente limpio. Hasta que llegó el primer cliente. 

—¿Y por qué hermano? No creo que se haya puesto a ensuciar toda la oficina. 

—No es tanto eso. El dilema fue que era una persona sin hogar. 

—Oh ¿Entonces qué se le ocurrió hacer?

—Decidí colocar un spray con batería de la marca Glade, para mantener el ambiente con un olor dulce y cálido. El diseño estaba grabado completamente para que se pudiera decorar con la habitación. Las habilidades portátiles funcionaban con baterías, dejando el aroma a vainilla con canela en el ambiente. Y una de las ventajas fue que el pestillo se abrió de manera fácil, para recambiar el aromatizador cuando se haya agotado. 

En ese momento, todo estaba limpio.

Con el paso de los meses, me ascendieron nuevamente, pero está vez fue a 'Guarda de seguridad'. Ahí ya había cumplido mis 16 años. 

Llegar a ese puesto fue una forma muy alocada...

Encerrados (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora