Capitulo # 2

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"ALGO ALLI ABAJO ME LLAMA"

Serena? Es curioso, por un momento recordé cuando mi padre me nombró, Serenity, ángel de la serenidad, se suponía que así sería, pero en cambio , era el ángel de la desesperación, vivía fascinada por la humanidad, sus malas decisiones, me llenaban de  desconcierto, los juzgaba, comportamiento reprochable en un ángel, no teníamos ese derecho; lo cierto es que no podía entender por qué se equivocaban tanto, es tan obvio lo que deben hacer (pensaba), terminaba perdiendo el control e interfiriendo, razón por la cual ahora estoy aquí, que raro que mi padre me permitirá conservar el nombre, siempre pensé que se había equivocado con eso.

Luna me observaba con asombro, pues al escuchar el nombre no hubo mayor reacción en mi.

-Aún no recuerdas nada?

Preguntó la mujer, la miré, no quería mentirle, pero decir la verdad sería menos creíble para ella, así que respondí

-No la verdad no recuerdo nada; decía algo más lo que encontraste de mi?(dije para desviar su atención)
-No, no hay nada, ni antecedentes, ni contactos de emergencia, nada.

La miré sonriendo pues ya sabía de antemano su respuesta

- Al parecer no tengo a nadien y la verdad no sé qué debo hacer o a donde ir, es por eso que te pido que me dejes ayudar aquí.

Me miró sonriendo de forma extraña, se acercó a mí y en tono muy bajo pregunto:

-Quieres trabajar?,ahora que lo pienso tal vez puedo ayudarte,mi nieta necesita Quien la cuide, no suelo llevar a nadie de el albergue a casa de mi hija, pero tú eres diferente, tú reacción al ver al pequeño enfermo me produce una confianza que no puedo explicar, sin embargo, habrá que inventar algo a mi yerno, el suele ser muy desconfiado.

No me gustó la idea de tener que mentirle a alguien más, pero no tenía a dónde ir y tampoco sabía que hacer en medio de tanta gente, quizás esto puede darme una idea de que debo hacer con mi  nueva forma de vida, nunca he trabajado para un humano, pero que tan difícil puede ser trabajar con esta agradable mujer; asentí con mi cabeza, a lo que Luna sonrió gustosa, sacó su teléfono e hizo una llamada, saludó cortante, que extraño desapareció su dulce voz por un instante

- Ya tengo quien cuide a la niña, voy con ella para allá - y sin más colgó.

La acompañe hacia un auto que esperaba por ella a la salida del lugar, allí la esperaba un hombre joven, apuesto de mirada dulce y amable; rubio, alto , fornido, de ojos verdes como los prados, vestía y olía muy bien.

-Buenas noches, señora Luna a casa?(pregunto el joven)
-No Andrew, vamos a casa de mi hija, te presento a Serena, ella cuidara de mi nieta apartir de mañana.

El joven me sonrió, extendió su mano y con un brillo especial en los ojos dijo

-Es un gusto conocerte Serena, Rini estará feliz de tenerte.

Sonreí, me gustó el sonido de su voz, su olor, me sentí extraña, quería que siguiera hablando, era dulce, pero había algo en su voz que me invitaba a no  dejar de mirarlo, que es esto?, no había sentido esto antes, sonreí extasiada por sentir algo nuevo, observé por un pequeño espejo ubicado frente a él que no dejaba de mirarme, no me sentí incómoda, también lo miraba, de repente una voz llamó mi atención.

-Trabajaras para mí, aunque vivirás en casa de mi hija Ami, ella está muy enferma y no puede cuidar de mi nieta cómo debería, mi yerno es bastante irritante a raíz de la mala salud de mi hija, así que deberás tener paciencia y en lo posible no le hables a menos que el lo haga primero, de lo contrario podrías pasar un mal rato.
El auto se detuvo en la entrada de una enorme casa, con un jardín majestuoso lleno de rosas rojas y una hermosa fuente de ángeles, salimos de el y pude maravillarme con la bella casa, era amplia, grande, llena de luz, nos abrió la puerta una mujer de cabello castaño hasta los hombros, vestía uniforme y delantal.

-Buenas noches señora Luna, saludo amablemente.
-Buenas noches Molly, el señor se encuentra en el estudio?.
Molly asintió con la cabeza, luna me tomó de la mano y de inmediato entramos al mencionado estudio, en el se escuchaba una voz firme, que provenía de una silla detrás de un escritorio la cual ahora yacía de espaldas, está voz se despedía pues hablada por teléfono, colgó, se puso de pie, dio media vuelta, me  miró con fastidio y desden de pies a cabeza, metió las manos en los bolsillos de su pantalón, se acercó a mí de forma muy segura y con una mirada penetrante me dijo

-Darien Chiba -y sin más se fue.

Sentí que su mirada fría me turbaba, me sentí descubierta, desnuda, solo había pronunciado su nombre y mi cuerpo se había estremecido, por un momento enmudeci y solo podía pensar en sus profundos ojos negros y su voz innotizadora, desperté de esta sensación al escuchar

-Es mi yerno, perdona su actitud, ya te acostumbras; sígueme.

Subimos por las escaleras llegamos a una hermosa puerta rosa con una nube en la entrada, que decía Rini, entramos y en el dormia plácidamente un hermoso ángel, de hermoso cabello negro, Luna se acercó besó su frente y sus ojos se llenaron de lágrimas, puse mi mano en su hombro y le dije que la cuidaría bien; sonrió y rápidamente salimos de el cuarto de la puerta rosa, caminamos al fondo e ingresamos a otra habitación, en ella se encontraba una joven mujer recostada en una cama, de tez muy blanca, cabello corto cubierto por un pañuelo, miré sus ojos de color gris muy apagados, noté que estaba muriendo, luna se acercó a ella beso su frente, me miró y dijo

-Es Ami mi hija, ella es Serena, cuidara de Rini, para que estés más tranquila.

La joven mujer me miró, reía de felicidad ,con lágrimas en los ojos, no entendí por qué?, hasta que abrió su boca y con una voz muy débil y que  extrañamente me parecía conocida  dijo

-Llegaste, eres tú,  llegaste...Mi Ángel.

DESTERRADA (historias De Darien Y Serena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora