DESTERRADA (historias De Darien Y Serena)

Capitulo# 38

DESTERRADA
Capítulo# 38
BUSCANDO LA CASA DE VENUS

Narra Serena

Salí de la clínica con Orden de forma apresurada con el fin de perder a Zafiro y Darien que insistían en acompañarnos, ciertamente ellos en vez de ayudarnos nos retrasarían pues  yo ya no tengo alas y las de Rei a duras penas responde a sus deseos, están tan manchadas por sus actos que ahora que quiere usarlas en bien casi no puede desplegarlas; es por eso que buscaremos indicios primero de la casa de mi hermana para poder luego usar las a habilidades de Orden.

Es sabido por todos los ángeles y los demonios que la casa de Venus está en la tierra, esta casa es algo especial pues ella recibe tanto a ángeles como a demonios, es como una mediadora, una intermediaria que nunca toma posturas de favoritismo, pues todos saben que mi padre ama a toda su creación y ella se encarga de resguardar el amor y trasmitir su mensaje; algo curioso de la casa de venus es que no puede recibir humanos por lo que Rei y yo creemos que no me permitirá entrar; aún así debo verla y hablar con ella; si lo pienso un poco es algo irónico que no pueda recibir humanos, pues ella es quien resguarda la razón o motivo más grande de alegría que un ser sobre la faz de esta tierra pueda tener el <<AMOR>> 

Caminamos sin rumbo alguno mirando los pequeños indicios que puede mostrarnos la realidad humana, buscando tal vez en las personas, en el aire, los árboles e incluso los animales rastro de ella; algunas horas después empezaba a caer la tarde, nos sentimos un poco cansadas y decidimos sentarnos en una banca en uno de los parques que rrecorimos, ésta se encontraba frente a un pequeño lago lleno de cisnes que daban la impresión de bailar un dulce vals como ritual de conquista de machos hacía hembras, al compás que el sol se ponía y un hermoso atardecer aparecía; nos maravillamos y suspiramos en medio de un aire de tranquilidad y amor; los minutos pasaron lentos como si en ese preciso instante se hubiera detenido el correr del tiempo y así fue, estábamos tan inmersas en la belleza de aquel atardecer y su paisaje que no notamos que ya no estábamos solo las dos en esa banca, solo nos percatamos de la presencia de un tercer ocupante cuando esta hablo:

—Yo también debo colocar la misma expresión de idiota que tienen ustedes dos en el rostro; debo reconocerle a Venus, que solo ella logra desarmarme cada tarde, frente a esta banca mirando este hermoso atardecer.

Observé a ese hombre con desconfianza, quien era?, su semblante era el de un ángel, creo que quizás él más hermoso que hubiera visto jamás, pero no podía serlo, yo por lo menos no recordaba haberlo visto entre las legiones de ángeles que habitaban el reino de mi padre; pero por que sabía de Venus entonces, debía ser un ser diferente, estaba segura de eso; era claro para mí que él hecho de que él tiempo se detuviera por algunos minutos en cuanto el atardecer se puso era su responsabilidad, así que decidí cuestionar su naturaleza sin ningún titubeo

—Serena: Quién y qué eres?
—Rei: Belial o mejor dicho Satanás(dijo Rei con seguridad)
—Belial: Unos de mis nombres y hay muchos más, pero así es, ese soy yo.

Entendí entonces la belleza de aquel ser, pues el había sido el arcángel más hermoso jamás creado, el desobediente Luzbell; sonreía mientras veía mi rostro atónito de tenerlo frente a mi; Apreté mis labios de dolor al empezar a revolverse en mi vientre la criatura que al nacer me diría madre, a Orden le paso lo mismo con el suyo:

—Belial: Es muy claro que no les agrado a sus crías, por cómo se retuerce en sus panzas, no se preocupen no me molesta, ellos tampoco me agradan(decía en tono gracioso e irónico mientras reía a carcajadas)
—Rei: Que haces aquí?, no me digas que viniste a ayudarnos, en <<TINIEBLAS>>me quedo muy claro que no lo harías.
—Belial: No tengo por qué Orden, tu ya no haces parte de mi clan ; además no intervengo, no es mi asunto, por lo menos no aún, ya me tocará y yo no seré tan paciente como Discordia.
—Serena: Es una amenaza?, que quieres decir con todo eso? Además de Discordia tu también quieres acabar con estos niños?
—Belial:No, a mi no me interesan esos niños, ni tú, ni Orden, pero si se atraviesan en mi camino en algún momento y tengo que acabar con ustedes, no lo dudaré un segundo, de un solo tajo lo haré; hasta tu padre sabe que la mala hierba se arranca de raíz; pero hoy yo solo vine a ver a una amiga, que esta por aparecer justo aquí, ante todos nosotros.

El sol terminó de esconderse y unas hermosas alas Doradas resplandecieron aún cerradas, al abrirse pude notar que era Venus que descendía poco a poco, las alas se esfumaron, dejando ver que ella vestía un traje negro de saco y corbata, parecía un elegante abogado de larga cabellera rubia; sonreí de alegría me levanté de la banca y la abracé, Rei me siguió pero de manera más reservada, Orden aún parecía reacia a demostrar los sentimientos.

—Serena: Que alegría me da verte hermana, te hemos buscado sin rumbo todo el día.
—Venus: Bueno y por que no sólo me llamaron?, habría venido de inmediato.
—Rei: Por qué Belial dice que eres su amiga?, que es lo que ocurre Venus, entonces ya no podemos confiar en ti?, es mejor que me lo digas de una vez, por que Serenity y yo necesitamos de ti y si tienes trato con este demonio preferiría irme.

Venus sonreía ante la pregunta de Orden, mientras que Belial agrababa la desconfianza que empezaba a crecer en el ángel del orden al abrazar y saludar amablemente al ángel del amor:

—Venus: Si confías o no en mi, Ciertamente es una desicion tuya Orden;yo soy amiga de todos, yo solo quiero ocacionar el mejor cambio posible en cada ser a través del amor y Belial es el ser que mas persigo, se que si el vuelve a mi padre, los demás le seguirán.
—Belial: Sin duda eres una ilusa querida amiga(decía mientras tocaba su rostro, como si la deseara)
—Venus: Lo mismo decía Orden y ya ves lo que sucedió con ella; como verás, soy persistente y jamás pierdo la fé pues el amor sin Fé no existe Belial, yo siempre tendré Fé de poder devolverte a tu lugar.
—Belial: Conmigo no pasará, jamás me humillaré ante los humanos, jamás volveré a dominio de él, jamás me verás pedir perdón; después de todo no tengo por qué, así que será mejor que de una vez lo entiendas, el Amor no es algo que yo pueda sentir de nuevo por esta despreciable humanidad y por tu padre.
—Venus: Entonces con dolor tendré que aceptar verte desaparecer, cuando mi padre así lo decida, después de todo, todo tiene su tiempo en él ; pero sólo pasará, cuando pase, recuerda... Yo jamás pierdo la Fé.

Las carcajadas de ese ángel caído retumban en el lugar, mientras que el tiempo empieza a correr de nuevo

—Belial: Entonces admiro tu Fé tanto como tu atardecer, nos veremos después Venus, cuando estés menos solicitada.

Aquel ser desapareció en medio de la penumbra de la noche, Venus extendió de nuevo sus alas y nos tomó a ambas de las manos mientras se elevaba, un resplandor la cubrió y segundos después flotabamos por las nubes en su compañía, la brisa golpeaba en nuestros rostros que hacía que la vista se nublara, yo disfruté lo poco que pude ver del firmamento, las nubes y las estrellas, como extrañaba eso; minutos después decendimos en lo que parecía un enorme templo cubierto de flores  de todo tipo, observamos con asombro su magestuosidad y lo concurrida que estaba, Orden y yo volteamos rápidamente en busca del ángel del amor que nos decia:

—Venus: ¡Bienvenidas a mi casa!