Capitulo # 3

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"EL TOQUE DE UN ANGEL"

Escuche mientras estuve arriba, que los seres humanos, cuando están  cerca de la muerte, veían pasar la vida que tuvieron ante sus ojos, como un largo recuerdo, pero no imaginé que ese  día sabría lo que se sentía.

Mi Ángel, dijo aquella joven mujer; era claro para mí que sabía quién era, pero por qué lo sabía? ya había escuchado su voz, pero dónde?  la mire, sus lágrimas caían desesperadamente,  extendió sus manos y en medio de su debilidad quiso ponerse en pie, me acerqué y no lo permití, tomé sus manos y me perdí en sus ojos que ahora brillaban como un faro de luz,  pasaron por mi mente imágenes de su vida, mientras se apagaban lentamente, pude ver lo grande de su amor por su familia y la  tristeza por tener que dejar a su hija...

Oh, allí está ese recuerdo; al fin supe por qué me parecía conocida, no puede ser, pensé mientras seguía mirando, recordé que la vi llorar con desespero años atrás, le pedía a mi padre poder ser madre, se había enterado que padecía una terrible enfermedad llamada cáncer y siempre había soñado con  darle un hijo a Darien su gran amor; Esperé la noche y me  aparecí en sus sueños mientras dormía y concedí su deseo; una de mis intervenciones no aprobadas por su puesto, la recosté rapidamente mientras Luna miraba aterrada el aparente delirio de su hija; Era claro que los humanos preferian darle explicaciones sencillas a los asuntos divinos, acto seguido salió de la habitación apresuradamente.
Ami volvió a preguntar - eres tu cierto?.
Le sonreí, -así es, pero ya no soy un ángel, no es mucho lo que puedo hacer por ty.(contesté con algo de tristeza)
-De qué hablas, ya lo hiciste, estás aquí, cuidaras a mi hija, sé que lograrás que su padre la ame tanto como la amo yo.  Él es su padre, debe amarla mucho, pensé, por que ella dice eso; sus lágrimas cesaron, una leve sonrisa se dibujó en su rostro y rápidamente desapareció junto con la poca luz que aún quedaba en sus ojos.

La puerta se abrió de forma abrupta, era Darien con luna que entraban, el hombre me empujó del lado del cuerpo inerte de Ami, la miró detenidamente, pasó sus manos de forma delicada por el rostro de la mujer para cerrar sus ojos, la levanto un poco de la cama, rodeándola con sus fuertes brazos, besó su frente y rompió en llanto, algo en mi pecho se quebró, debía ser así, pues me dolía demasiado, era difícil creer que ese hombre duro, de apariencia hostil que minutos atrás había visto, estaba reducido al llanto, destrozado, cómo  una pequeña criatura indefensa, lloraba sin cesar, no tenía consuelo, al igual que luna, de repente levantó su mirada hacia mí y con gran irá grito.

- LARGO, FUERA DE AQUI.

Salí corriendo hasta llegar a la entrada, en donde estaba la enorme fuente de ángeles, el sentimiento me embargaba, no pude hacer nada, la imagen de ese hombre destrozado, la luz escapando de los ojos de Ami, su pequeña hija, el dolor en mi pecho, todo me abrumó, miré al cielo y grite

- QUE HAGO AQUI,? QUE QUIERES QUE VEA? ACASO ES MI CULPA?, solo quise que fuera feliz, creí firmemente que lo merecía, aún lo creo.(mormure)
Bajé la mirada un poco y vi al hermoso rubio parado frente a mi, mientras corría una lágrima por mi mejilla, extendió su mano ofreciéndome un pañuelo, y pregunto:

-Qué sucede, el señor chiba, te trato mal?, Si fue asi, no te preocupes, él es un buen hombre solo que la mala salud de la señora Mizuno lo pone de malas.

Era  Andrew me dispuse a infórmale lo que había sucedido, cuando luna apareció, con los ojos rojos y voz temblorosa, se dirigió a el:

Ami murió, voy a quedarme aquí hasta que se la lleven, si quieres puedes irte.
El rubio con gran tristeza, se negó a irse.

- Aqui estaré para usted- dijo con la voz entrecortada.
-Bien entremos entonces, Molly hizo café, Rini despertó, espera por ti Serena.

Entramos a la casa, Rini envuelta en llanto gritaba asustada, por los terribles  golpes de objetos que caían al parecer de el estudio,no pregunté ya sabía quién era, subí rapidamente las escaleras con la pequeña en brazos y entré hasta el cuarto de la puerta rosa, en un intento desesperado por calmar a la pequeña niña, la arruyé hasta que se quedó dormida, yo me permití cerrar los ojos recostada en un sillón enorme al lado de su pequeña cama.

Desperté al día siguiente muy temprano, Rini seguía dormida, pero el sol entraba por las ventanas que habían sido abiertas por Molly, quién me sonrió y entregó una taza de café,  colocó un vestido blanco con pequeñas flores lilas, y ropa interior en el costado del sillón:

-Tienes que alistarte para cuado Rini despierte , debes vestirla para que desayuné e ir al funeral, la ropa te la manda la señora Luna.
Tomé la taza de café, bebí hasta la última gota, sabía bien, me puse de pie y en silencio salimos de la habitación, Molly me llevo a una habitación al lado de esa y me indico, que sería la mía, era grande, hermosa, me mostró el baño y me dijo

-Ve aseate, se hace tarde.

Me bañé y me vestí, en el vestido mis pechos alcanzaban a sobresalir, parecía hecho a la medida, era largo hasta las rodillas, amplio, se sentía suave, me miré al espejo y sonreí, me veía bonita, pegué un brinco de repente, se hace tarde, corrí al cuarto de Rini y ya estaba despierta, la vestí y baje a desayunar con ella.
En la mesa aguardaba por nosotras Luna, desayunamos y nos dispusimos a partir al cementerio con Andrew que iba llegando, ya en el auto no pude evitar pensar en el hermoso hombre de ojos y cabellos negros, no lo vi en todo el tiempo que estuvimos en la casa, debe estar en el cementerio, supuse, cancelé el pensamiento y me dediqué a la pequeña.

Cuando llegamos al cementerio, vi muchas personas en el funeral, muchas, pero él no estaba, caminé tras Rini por los alrededores, vi una luz a pocos metros de la que iba a ser la tumba de Ami la niña caminaba hacia ella , cuando me  acerqué lo suficiente vi unas grandes alas, eran mis alas, yacían allí sin movimiento a la altura del rostro de Rini, resplandecía como el cielo mismo, se levantaron lentamente y pude mirar el rostro de quién ahora las llevaba, sonreí al verla, sentí mucha felicidad, cómo no sentirla si era Ami, se acercó a mi, puso su mano en mi rostro, imágenes pasaron por mi mente de nuevo, abrí los ojos lo más que pude con gran asombro, ella sonrió desvió la mirada hacia donde yacía su cuerpo humano inerte, cómo sí quisiera que viera algo, volteé y lo vi, allí estaba Darien chiba que me miraba con ira, tanta que parecía odio, volví la mirada a Ami y le dije:
-Debe ser una broma- aquel ángel resplandeció aún mas, que cegó mis ojos y  sin más desaparecio.

DESTERRADA (historias De Darien Y Serena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora