Capítulo # 34

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DESTERRADA
Capítulo # 34
SERENA FUE UN ÁNGEL

Narra Serena

Yo antes era un ángel, fueron las palabras que salieron de mi boca ante la mirada insistente de Darien, me sorprendí al ver que se sonrió, acunó mi cara nuevamente y me dijo

—Antes y ahora también amor, tu eres un ángel que vino a alegrar mi vida.

Quité sus manos de mi cara, caminé de un lado a otro

—No Darien, escucha por favor lo que quiero decirte, yo antes era un ángel, de los que viven en el firmamento, de los que tienen alas y cuidan a la humanidad, de los que pueden gestar milagros por la intercepcion divina, de esos ángeles.

El silencio se apoderó del estudio, él caminó hasta la silla tras su escritorio, se sentó, cubrió su boca con la mano derecha y me miró insistentenmente, su mirada albergaba miedo, como si me creyera loca; no me extrañaba, sabía que lo que le estaba diciendo no era algo fácil de digerir y menos en un hombre como él que quizás estuvo mucho tiempo resentido con mi padre por lo triste de la suerte de su adorada Ami; unos minutos después rompí el silencio:

—Serena:Y bien, ya lo sabes, esa es la verdad, puedes preguntarme lo que quieras, yo te responderé, prometo que te diré todo lo quieras saber.
—Darien:Solo quiero saber, si es cierto que estuviste internada en ese lugar, amor si necesitas ayuda, un Médico, dímelo te juro que lo buscaré para ti, te ayudaré, no hay nada que no haria por ti.
—Serena: No estoy loca Darien, estoy diciendo la verdad amor, entiendo que es difícil para ti entenderlo, pero es la verdad; mi nombre era Serenity y era el ángel de la serenidad, violé las reglas de mi padre y el reino celestial, así que este me desterró y me mandó a vivir como una humana, Luna me encontró y me trajo a vivir a esta casa.

Darien abre los ojos horrorizado, puedo ver que no me cree y no tengo como probarle cada cosa que he dicho; saca el teléfono celular y llama a Haruka, le pide que venga de inmediato, denoto preocupación y algo de dolor en la expresión de su rostro, no se que más decirle, podría darle detalles y despejar todas sus dudas con respecto a mi pasado y naturaleza, pero creo que la única duda que el tiene es si soy una loca peligrosa o no.

Me acerco a él, pero antes de que pueda tocarlo, se levanta de la silla, me abraza y besa mi frente:

—Darien: Amor, voy a tomar aire fresco al jardín de Ami, a solas, necesito pensar un poco, cuando llegue Haruka dile que lo espero allá.

No dije nada, que mas podía decir, creo que sin duda debía dejarlo solo para que pudiera pensar, salí minutos después que él en busca de Rei que estaba en la terraza con Zafiro y Rini:

—Rei: Le contaste cierto?.
—Serena: Si pero no me creyó, cree que estoy loca y no lo culpo Orden, el no es como Zafiro en ese aspecto desafortunadamente.
—Zafiro: Serena si quieres yo hablo con él?, yo puedo explicarle y quizás Rei, pueda demostrarle que es un ángel con una visión o algo.
—Rei: Si claro si quieres yo puedo hacerle un embrujo; que tontería Zafiro, somos ángeles no brujas.
—Zafiro: Si lo sé , pero talvez, podrías mostrarle tus alas.
—Serena: No creo que eso sea una buena idea, capaz que lo enloquecemos más; no se que hacer hermana, no quiero que el vuelva a dudar de mi.

Narra Darien
Salí de ese estudio culpandome por no haber investigado un poco más de él pasado de Serena, me niego a creer que mi mujer pueda estar enferma de la mente, pero sus palabras no me permiten pensar otra cosa, aparte yo no era muy creyente de él cielo y sus ángeles, pero y que tal que si sea un ángel de los que tienen alas, es decir, seria eso posible?, agito mi cabeza para cancelar el pensamiento, mi amor por la rubia es tan grande que quiero con desesperación que cada una de sus palabras sean verdad por muy absurdas que parezcan.

Ingreso al jardín tras la puerta de los arbustos, me siento en el pequeño bohio, lágrimas caen por mis mejillas, no quiero perder la familia que tengo ahora, perder a Serena ahora, seria tan doloroso como cuando perdí a Ami, seria desastroso para mí, es sin duda algo que no soportaría; cierro los ojos paso las manos por mi rostro para limpiar las lágrimas que caen sin cesar, vuelvo a abrir mis ojos con desespero y asombro, cuando escucho una voz conocida mencionar mi nombre, me levanto de un solo salto, vuelvo a escuchar la voz que sale de entre las flores de lila que tanto amaba mi difunta esposa, camino hacia ellas y la veo, allí sentada mi adorada Ami, con su hermoso vestido blanco con flores lilas, aquel por el que una vez discutí con Serena, olfateaba una de esas hermosas flores ante la  expresión de  horror de mi cara

—Ami: Ven, siéntate a mi lado.
—Darien: Como es posible que estés allí, tu estas...
—Ami: Muerta?, así es, no te asustes amor, vengo a hacerte un favor y después me iré.
—Darien:Que favor podrías hacerme, es decir, estoy feliz de poder verte de nuevo, pero estas muerta.

Ami me sonrió y lentamente se puso de pie, cuando se levantó totalmente un destello brillante que provenía de ella, me cegó, parpadee y cuando la vi de nuevo, no vestía nada sobre su cuerpo solo unas enormes alas blancas que sobresalían de su espalda, caminó hacia mí, yo me paralicé, extrañamente me sentí en calma, no sentía miedo, el horror y asombro que había en mi cara  desapareció; acunó mi rostro entre sus manos, yo bajé la mirada y lloré, amaba a Serena, pero la extraba de verdad, ella había sido mi gran amor y yo le había fallado, la culpa volvió a mi ser, mi pecho se sentío aprisionado, mi corazón totalmente arrugado, cuanto imploraba su perdón; ella levantó mi barbilla y me dijo:

—Ami: Darien, yo no tengo nada que perdonarte, soy feliz, por que tu lo eres, por eso vine, por que no quiero que nadien arruine lo que tienes ahora, amas a esa mujer y debes aprender a confiar, no puedes decir confía en mi y luego dudar sin remedio; los ángeles existen, yo ahora soy uno, pero las alas que tengo le pertenecieron a alguien más; te mostraré a quién.

Una imagen llegó a mi mente, era mi hermosa rubia con unas enormes alas blancas, al parecer las mismas que Ami tenía, Serena levitaba sobre Ami en el pasado cuando ella estaba en embarazo y también sobre mí; en ese momento supe que todo era cierto, Serena había sido un ángel, no mentía, yo era un idiota por desconfiar siquiera un instante de ella; la suave mano de Ami, empezó a deslizarse fuera de mi rostro, comprendí que ya se marcharía, me dolió, por que sabía que ahora sí jamás volvería a verla, pero lo entendí y agradecí que me hubiera ilustrado y acabado con el martirio que había en mi cabeza; se sonrió dulcemente y después de un gran destello desapareció.

Minutos después entró Haruka al jardín alarmado, seguramente por la llamada que poco tiempo antes le había hecho:

—Haruka: Darien estas bien?, que pasó que querías que viniera urgente?.
—Darien: Pasa que el Cielo me Rodeo de ángeles.

DESTERRADA (historias De Darien Y Serena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora