Capitulo# 41

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DESTERRADA
Capítulo # 41
¿POR QUÉ VENUS CUIDA DEL LIBRO DE BELIAL?

Narra Serena

Nunca antes había experimentado el temor con tanta fuerza, no temor a lo que discordia pueda hacerme a mi, mi   temor es por todos los demás,  quienes además de estar atados, son resguardados por Diamante que se encuentra armado; Darien, Zafiro, Haruka y Lita, se encuentran muy golpeados, también veo a Hotaru, la pobre chica literalmente se desangra en el piso, puedo notar que aún respira, todos ellos son ahora mi mayor preocupación, en este momento puedo entender que el cuerpo de Hotaru estaba siendo utilizado por este demonio; por último veo a Beryl que yace sin vida a su lado, miro rápidamente a las escaleras busco rastro de Rini, Luna, Molly y Andrew, pero no los veo por ningún lado, no pregunto para no darle la opción a este ser de lastimarlos; mi hermana Venus ha tomado el libro de Belial entre sus manos para proteger lo que el contiene de las manos de Discordia, ésta, arde en furia, sus ojos están tornados de un rojo color, se encamina lentamente hacia nosotras y le dice a Venus:

—Discordia: Pensé que no intervenías Venus?, al parecer las reglas han cambiado; aunque si me lo preguntas es muy estúpido que pertenezcas a la profecía, pero no puedas intervenir, en fin, el mundo celestial y sus paradojas(dijo con tono de ironía)
—Venus: Es cierto no puedo intervenir en tu lucha contra Orden y Serenity, por que ellas no son parte de la profecía, si así fuera ya no existirias, pero en lo que respecta a este libro, jamás permitiré que lo tengas y si para eso debo intervenir y acabarte sin dudarlo lo haré, no lo olvides ni por un segundo.
—Discordia: Mentirosa, como que la lucha con ellas no pertenece a la profecía?, una más de tus paradojas angelicales?, seguro lo dices para confundirme, pero no lo lograrás, si ellas no hicieran parte de todo esto, cuál seria tu interés en este libro?, no creas que soy tan tonta, ahora dame el maldito libro lo necesito para acabar con ellas, y  también para hacer que el mundo de los demonios y ángeles caídos cambie de líder para siempre.

—Vanus: No permitiré que toques este libro, antes que siquiera pueda caer en tus manos, te acabaré sin ninguna contemplación.
—Discordia: Valla que importante es este libro para ti! , digo, para que tu voz dulce desaparezca, debe serlo, ó será que quizás la razón de que lo cuides tanto es algo más estrechamente sentimental?.
—Venus: No te pertenece, eso es todo, un ser de tu naturaleza no puede tenerlo,  los de tu casta no tienen control sobre sus impulsos, sobre si mismos, su dueño tiene alma y tú no; este libro en tus manos significaría el fin de la humanidad.
—Discordia: Su dueño tiene alma... eso sí;  pero una muy negra, aunque a ti no te importa cierto?, no será que lo que te preocupa es que yo destruya a Belial? Me he dado cuenta que ultimamente son muy unidos, no creeras que me como el cuento de que me ha quitado su apoyo por mi altanería, yo sé que hay algo más en todo esto y que tú estas en medio.

Escuchaba atentamente aquella discusión y esa última afirmación me turbo, pero no a Orden, su rostro estaba atento e imperturbable; yo por otro lado me pregunté que era lo que este demonio de ira trataba de decir con eso; aunque traté de no pensarlo demasiado, pues recordé que la naturaleza de aquel ser, era sembrar la desconfianza para poder establecer espíritu de división; pero sí  apartaba ese pensamiento, tenía que reconocer que si era muy extraño la forma en que Venus se incomodo ante las palabras de Discordia.

—Venus: Quieres el libro?, quitamelo, dame motivos para destruirte de una vez y por todas.
—Discordia: Quitartelo?, no será necesario, por que tu misma me lo entregaras ó de lo contrario mataré a todos y cada uno de los humanos que están en esta habitación y sé lo mucho que los quiere el ángel custodio del amor.

El miedo se apoderó de mi aún más, al ver que la dama nueve sonreía mirando a Diamante, asintió con su cabeza como si le ordenará disparar; rompí la línea y corrí hasta Darien a quien Diamante empezaba a apuntar su arma con intención de presionar el gatillo, mi desesperación y  el miedo hizo que olvidara por un momento que ahora era un ser de muy poco poder, ahora era una humana que además estaba en estado de embarazo; A medida que me acercaba vi cambiar el arma de dirección hacia mi, pero no me importó, seguí avanzando hasta que escuché un fuerte sonido como de un trueno, un golpe seco impactó mi pecho, quedé frenada en el acto, escuché a todos gritar mi nombre; caí al piso mientras Orden pasaba por mi lado suspendida de su alas hasta caer sobre Diamante para noquearlo de un golpe y después correr hacía mi, Darien y los demás forcejeaban en la silla para soltarse, escuché  gritar a Orden al ángel del amor, quien se había aferrado al libro de Belial y no perdía de vista a Discordia quien reía complacida.

—Rei: Venus ayudame, Serena está muriendo...
—Discordia: Anda ayuda a tu hermana, ohh, es verdad que no puedes intervenir, no puedes tocarme, ni salvarla, eso sin duda enojaria a tu padre.
—Venus: No puedo tocarte en tu lucha, es cierto; toma el libro es tuyo atrapalo.

Venus lanzó el libro al aire, para que ese demonio lo atrapara, cuando la dama nueve se dispuso a recibirlo entre sus manos, Venus en una acto demasiado rápido la atacó directamente, con sus puños cerrados en el abdomen, lanzandola hasta el jardín atravez de la puerta, el libro cayó y Venus corrió hasta el lugar en. Donde Discordia había sido despedida a atacar de nuevo, pero no encontró al demonio, este se había esfumado, la vi regresar rápidamente miéntras Orden soltaba con afán a Haruka para que me revisara a mi y a los demás que se encontraban en el piso , Lita lo asistió mientras Zafiro llamaba a una ambulancia, podía escucharlos a todos desesperados, Darien estaba a mi lado, las lágrimas caían por su rostro.

—Darien: No cierres los ojos mi precioso Ángel, no me abandones, Serena por favor, no los cierres amor.

Luchaba por mantener los ojos abiertos, su voz me mantenía despierta y con vida, aunque podía sentir como la vida se me escapaba; de repente el aire se sintió tenso, oscuro, algo golpeó fuertemente el piso y llamó la atención de todos, sin duda temíamos que Discordia hubiera regresado, pero no era ella; unas enormes alas negras se extendían en aquel lugar, lo reconocí inmediatamente, he allí al ángel más hermoso jamás creado, he allí al dueño de aquel libro, caminó lentamente hasta mí, apartó a todos los allí presentes solo con su aura y me levantó del piso con las fuerzas de sus manos que ni siquiera me tocaban, lo vi sacar la bala de mi pecho sangrante sin ningún esfuerzo, sellar la herida y después dejarme caer, tomó el libro, entre sus manos lo acarició, pensé que se lo llevaría, pero no lo hizo, lo abrió y empezó a leer:

—Belial: <<Cuando él fruto del amor entre ángeles y humanos se una al amor propio en la gran lucha contra la discordia, la dama caerá y aquello que no debió existir dejará de hacerlo para siempre>>.

Cerró el libro, caminó hasta mi hermana Venus al compás que le sonrió, y le dijo:

—Belial: Gracias por cuidar de mi libro.
—Orden: Por que nos ayudas? (le grito  desde un costado de la sala)
—Belial: No he ayudado a nadien, agradezco el favor y de paso me aseguro que esta batalla no dure tan poco, eso es todo.

Después de responder entregó el libro a Venus, extendió sus alas y alzó el vuelo, sin siquiera mirar atrás.

Una vez Belial se fue, Haruka corrió a frenar la sangre que brotaba de Hotaru, minutos después llegó la ambulancia para llevársela y  y luego la policía que no dejaba de preguntar que había pasado, no supimos que decir, más que todo había sido un robo que terminó muy mal; Diamante empezó a despertar  y al ver a Beryl muerta en el piso empezó a sollozar como un bebé, al parecer si la amaba y no había lamentado su muerte hasta ahora por estar bajo el hechizo de Discordia, sentí pena por él, a pesar de todo nunca hubiera querido que ella terminará así.

Una vez se fue la policía, pregunté afanosamente el paradero de Rini y los demás, Darien me hizo saber que estaban en casa de Luna para alejarlos un poco del peligro, miré entonces a Venus que aún tenía el libro de Belial en sus manos y la mirada perdida, me acerqué a ella quería despejar la duda, así que en un tono algo bajo le pregunté:

—Serena: La razón por la que cuidas ese libro es la que dijiste?

Venus me miró fijamente en silencio, sus ojos brillaban, mientras abrazaba a aquel libro, Orden se acercó lentamente y dijo:

—Rei: Quiero escuchar si el ángel del amor puede mentir deliberadamente.
—Serena: A que te refieres Orden?
—Rei: Creo que tanto Venus como tú Serenity, saben a que me refiero...

DESTERRADA (historias De Darien Y Serena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora