DESTERRADA (historias De Darien Y Serena)

Capitulo # 16

DESTERRADA
Capitulo 16
LA IRA DE SERENA

Narra Haruka

-Vas a seguir con esa estupidez Haruka, no te das cuenta que todo está claro en las fotos, Serena es una mala mujer, deberías estar de mi lado, se supone que tú eres mi amigo.
- Darien por Dios entiende que no es todo cómo lo parece, sí la hubieras dejado explicarte lo sabrías, (Digo en tono exaltado)serena me dijo ayer cuando fue a la clinica, que un hombre la había besado a la fuerza en el instituto, sin ningún aviso, yo estoy seguro que hay alguien detrás de todo esto y lo voy a averiguar.

Al Parecer mis palabras han llamado la atención de mi amigo, Puedo ver que su mirada cambia, creo que empieza a darse cuenta de su error, me acerco a él que sigue en el piso, le doy la mano para que se levante, el me mira clava sus ojos llenos de remordimiento en los míos y tomandome por los hombros me dice desesperado:

- Dónde está ella? está bien?, Debe odiarme por lo que le hice.
- En la clínica, Luna la llevo muy mal, prendida en fiebre, aunque ya está un poco mejor.
- tengo que verla, quiero escuchar esa historia que te contó de sus labios, debo saber si es cierta, la maldita duda me está matando.
- Eres un idiota Darien, te aconsejo que subas, te des un baño y duermas hasta que el alcohol salga de tu sistema, haber si así logras pensar con más claridad y te das cuenta de una vez y por todas, de la realidad de esta situación.

Salgo de alli y le pido a Molly ropa para serena, me dirijo a la clínica, pero antes paso por la floristería, necesito saber quién mandaba las flores, tal vez así pueda llegar al fondo de todo esto.

Narra serena.

Sus palabras retumban en mi mente una y otra vez, no te quiero en mi casa, no te quiero en mi vida, mi sangre hierve, los pensamientos vienen a mi, soy una maraña de emociones, cómo no pudo creerme; creo en verdad que no debe sentir por mi lo que yo por él; con mi padre sabía que mi castigo era merecido y a pesar de conocer su enorme irá solo hubo amor y piedad para mi, pero Darien solo me mostró crueldad, no entiendo cómo puedes amar a alguien y no escuchar, mandarlo a la calle en la madrugada lloviendo y no importarte; ahora mi pensamiento se vuelca a Rini, no dejo de pensar en mí niña ya no podré cuidarla; ademas ahora voy a ser madre, una pequeña vida crece dentro de mi, un ser que me necesita, a quien amar y que solo me tendrá a mí, pero que tengo para darle, no tengo a dónde ir, ya no tengo empleo, no puedo darle una familia, pero no importa me tendrá a mi; duele mi cabeza no sé si es el dolor en mi pecho o la ira quien habla por mi, pero no quiero verlo a él nunca más, Darien acaba de morir para mí.

-Luna: que vas a hacer ahora?

Preguntó mi querida amiga interrumpiendo el enredo que había mi en mi cabeza, sus palabras reflejan lo que pienso, me hago la misma pregunta.

-Luna: sabes que puedes contar conmigo, mi casa está a tu disposición, es importante que ahora no estés sola.
-Serena: Te lo agradezco Luna, pero creo que es hora de que busque mi propio lugar, uno de dónde no me vea obligada a salir sin ningún aviso.
-Luna: yo jamás te sacaría de mi casa Serena y mucho menos ahora que más me necesitas, sabes que te quiero como a una hija y nadie más que yo sabe que no tienes a dónde ir, no tienes a nadie o es que ya recordaste algo?

Las palabras de Luna son muy ciertas, pero guardo silencio, la verdad es que no quiero tocar un tema que aún no resuelvo.

- Le vas a decir a Darien que esperas un bebé?
- No creo que sea necesario, el no me quiere en su vida, y ahora ese bebé hace parte de mi.
- Serena, el tiene derecho a saberlo, no te dejes llevar por la rabia, ya verás que cuando se aclaren las cosas podrán ser una familia.
- No me interesa aclarar nada, después de hoy en lo que a mí respecta el está muerto para mí; te pido que por favor no le digas nada a él de este bebé, no voy a exponer a mi hijo a su desprecio, cómo estuvo Rini.

Un par de horas más tarde abro mis ojos, me había quedado dormida y no había notado que Luna y Andrew ya no estaban, veo llegar a Haruka, con cara de acontecimiento, se acerca a mí besa mi frente

-Como estás hermosa? Cómo te sientes? Quieres que te traiga algo?, fui por tu ropa, aquí en este bolso está, traje lo que Molly me dio, pero si falta algo, cualquier cosa que necesites no dudes en pedírmelo.
- Gracias amigo, no tengo como agradecerte tantas atenciones; cuándo crees que puedo irme?
- Te quieres ir? Yo preferiría que te quedes hasta mañana para que descanses; no quiero que vayamos a arriesgar a esa criatura que llevas dentro, por cierto Serena ya sé quién mandó las flores y también hablé con Darien, está mañana, va a venir para acá, supongo que le dirás qué va a ser papá otra vez, yo sé....

Mis ojos se llena de enojo al escuchar su nombre, así que me apresuró a detener a Haruka

- Perdóname Haruka, pero no quiero saber nada de él, no hay nada que puedas decirme que me interese, ni siquiera quien mando las mentadas flores, en cuanto a mi embarazo es mejor que por ahora no lo sepa.

Haruka guarda silencio, supongo que me entiende, no me extraña de él, es un hombre muy propio y prudente.

- Está bien no hablemos de Darien, pero quiero saber qué vas a hacer tu? Si quieres puedes trabajar conmigo aqui en la clínica, necesito una asistente; sí hace falta puedes quedarte en mi casa, sabes que está a tu disposición.

Le agradezco ofreciéndole una sonrisa, guardo silencio por un momento y cuando al fin voy a contestar veo que por la puerta entra el señor Chiba, mi coraje vuelve a resurgir, mi corazón late con fuerza en medio de todo el muy traicionero todavía late por él, pero mi razón y mi conciencia saben claramente que no lo quieren allí, sus ojos se clavan en los mios, camina hasta los pieceros de mi cama y en un tono algo altivo se dirige a mi.

-Darien: vine a escuchar lo que tienes para decirme; Haruka me dijo que tenías que contarme algo que te sucedió en el instituto con el hombre de las fotos.

No aparto mis ojos llenos de irá de los suyos y con un dejo de indiferencia respondo

-Serena: No tengo nada que decir, por qué ya no me importa lo que pienses, me dejaste muy claro que mi palabra para ti no vale, que puedes sacarme de tu vida sin ningún remordimiento; así que por qué debo molestarme entonces en explicarte algo?, francamente por mi puedes pensar lo que quieras, ya no me importa.

El silencio vuelve a Reinar en la habitación, el traga saliva, mientras pasa las manos por su cabello, puedo ver la duda en su rostro, eso me ofende aún más

-Darien: Serena, te pido porfavor que me lo digas, quiero escucharlo de tu boca; sé que fui un completo idiota anoche, yo sé que no merezco que me digas nada hoy, pero necesito que me digas la verdad.
-Serena: Cual verdad quiere señor chiba? la suya o la mía?, (le digo en tomo sarcástico, mientras sus ojos me piden a gritos que le diga algo que acabe con su duda, lo cual aunque pudiera hacer ya no es algo que quiera) Vete Darien ahora soy yo quien no te quiere en mi vida y como tú me dijiste, hazme el favor de no volver.

No insiste más, se da cuenta que es inútil, lo veo salir de la habitación y no mirar atrás, es evidente que aún no cree en mí; inmediatamente se va, Haruka, va tras él, insiste en que puede hacerlo entrar en razón.

Narra Darien

Salgo de ese cuarto lleno de dudas, no sobre si Serena es culpable, no, ahora pienso que es inocente de todo, que como dice Haruka todo fue planeado, pero la maldita duda, los celos me corroen, camino a toda prisa, me detengo ante el ascensor colocó mis manos sobre mi cabeza, maldita sea, amo a Serena, no quiero perderla, pero algo me dice que ya es tarde para pensar así; a punto de entrar al ascensor Haruka me detiene:

-Darien Acompáñame a mi oficina tenemos que hablar, ya sé quién enviaba las flores.

Lo miro con asombro, lo tomo por los hombros y desesperadamente pregunto

- Quien las envía? Dime Haruka no te quedes callado.
- vamos a mi oficina Darien, te sorprenderá saber quién está detrás de todo esto.

Acompaño a Haruka, lleno de ansiedad, llegamos a su oficina, quiero arrancar el nombre de su boca, es una agonía la espera, no aguanto más.

- Habla Haruka, dime de una vez quien enviaba las malditas flores.
- Amigo la tarjeta de crédito con la que pagaron las flores, esta a Nombre de Beryl Hino.