Capitulo# 40

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DESTERRADA
Capítulo# 40
TODO ACTO TIENE CONSECUENCIA

Narra Rei

Observé con mucho detalle el magestuoso templo que más parecía un ostentoso castillo, lleno de luz y muchas flores a los alrededores, lujos y más lujos, cosas que a mí parecer eran muy mundanas, bueno desde la perspectiva de un angel; escuché muchas voces que provenían de el interior del enorme templo , era hermoso aquel lugar, jamás pensé que mi hermana pudiera tener un lugar así, voltee hacia ella y vi como sonreía ante mí aparente gesto de asombro, recompuse mi cara y levantando mi entrecejo con algo de sarcasmo le dije:

-Rei: Tienes una hermosa casa hermana, debo admitirlo; pero la mía es mejor.
-Venus: Si Orden lo sé, no esperaba menos de ti, ese comentario era infaltable; bien ahora las reglas de mi casa son inquebrantables, allí adentro no hay algo más valioso, por lo que no puedes ignorarlas querida hermana y me refiero a ti, sé que con Serena no tendré que preocuparme por eso.

Sonreí ante las palabras de Venus, sin duda tenía razón, yo aún tenía cierto problema con las reglas.

-Serena: Cuáles son tus reglas Venus?
-Venus:En mi casa esta prohibido las confrontaciones, en mi casa recibo ambos bandos y ninguno tiene permitido faltar o agredir al otro, esta claro?
-Serena: Supongo que otra regla es que no podré entrar, al ser yo una humana, dicen que en tu casa no entran humanos.
-Venus: hermana aquí los humanos no entran no por que yo no quiera ó no puedan, es solo, que lo que ocurre en mi casa esta lejos del entendimiento humano, para ellos no es tan sencillo asimilar la existencia de ángeles y demonios; además no es fácil llegar aquí, pero si alguno en realidad quisiera venir lo haría y yo no le negaría la entrada; ahora tu eres diferente, tu no eres una humana cualquiera y todo lo que pueda estar allí dentro ya lo conoces.
-Rei: Bueno entremos de una vez no?, muero por saber que hay allí dentro y también necesito que nos aclares de una vez por todas lo que sucede con Discordia.

Venus asintió y extendiendo su brazo derecho nos invitó a ingresar al magestuoso templo, yo no lo pensé dos veces, una vez crucé el umbral de la puerta me di de cara con muchos demonios y ángeles también, que al parecer departian en armonia; este lugar más parecía un muy lujoso bar, sin duda no me lo esperaba; ante la mirada de desconcierto de Serenity no pude evitar preguntar:

-Rei:Entonces tu casa es un bar?
-Venus:Claro que no, Orden, como puedes decir eso de mi casa.
-Rei:pues lo bares humanos son iguales, menos lujosos y con menos seres celestiales, incluso con menos demonios claro está, pero son iguales por que tambien tiene música, licor y sin duda con el mismo entusiasmo; al parecer papá si te lo permite todo a ti.
-Venus: No es lo que crees Orden, yo solo soy una intermediaria en todo este conflicto de intereses, ellos pueden estar aquí libremente sin ser juzgados, ni obligados a nada, además esto no es todos los días, hoy es especial y sí, mi padre me lo permite todo, pero eso no quiere decir que yo lo haga.
-Rei:Bueno en fin, eso es entre nuestro padre y tú, entiendo ahora por qué Belial dice que son amigos, aunque a mi eso no me importa... Serena y yo vinimos a que nos digas por qué Discordia quiere destruir a nuestros hijos y de paso como la detenemos.

Venus nos condujo hasta una habitación algo apartada del tumulto para poder hablar, una vez dentro cerró la puerta y nos invitó a sentar:

-Venus: Supongo que debo empezar por el principio; resulta que en el principio mi padre creó muchos ángeles a los que llamó hijos(la detuve al instante al decir)
-Rei: si, si Venus, ahorramos la clase de historia.
-Serena: No tenemos mucho tiempo hermana, por favor se breve.
-Venus: Bien, mi padre creo tres ángeles especiales para proveer a los humanos de paz, tres ángeles que jamás debían separarse o las consecuencias serían catastroficas; el ángel del Orden, el de la Serenidad y el de el Amor, tres ángeles que los guiarian a cumplir los designios de mi padre, pero un día, uno de esos tres ángeles se cansó de guiar, de seguir leyes y reglas, así que desertó y bajo a la tierra a causar Caos y a robarle la tranquilidad o serenidad a los humanos y en consecuencia a transformar el amor en odio; se dejó corromper por la mentira y el rencor y con eso le dio el poder a Belial de crear un demonio sin alma, pero muy poderoso para cumplir el trabajo del aquel ángel justo al revés.
-Serena: De qué ángel hablas hermana?
-Rei: Habla de mi Serenity... Cierto venus?
-Serena: No Reí, también puede ser mi culpa, yo también desobedecí, también baje a la tierra, cierto hermana.
-Venus:Serenity tu bajaste por qué mi padre así lo quiso, tu obedecíste su voluntad, pero tus fallas en parte también las produjo Orden, tu gusto y especial atención por la humanidad era por que el magnetismo que Orden provoca en ambas también te llamaba a la tierra ó no te parece muy raro que yo también tenga que habitar este plano, crees que todo es casualidad?, claro que no, lo cierto es que todo esto lo provocó el egoísmo de Orden, pero no te juzgo hermana, ahora al fin ha llegado el tiempo para que te reivindiques.

Entendí en ese momento que todo lo que estaba por suceder era mi culpa, que mi hija y el hijo de Serena podrían morir por mi causa, yo había provocado todo el caos en la tierra, por consiguiente también era la causante de todo el mal y la destrucción que Discordia había provocado; ahora sin duda también estaba claro para mí que debo destruir a Discordia, después de todo existe gracias a mi, yo le di el poder a Belial para crearla; la culpa me corroe así que me dejó caer al suelo encojo mis piernas y rompo en llanto mientras mi alas se despliegan, no se que decir, quiero pedir perdón a ambas pero siento que ya no serviría de nada; en medio de mi inconsolable llanto siento como unas suaves manos toman mi rostro y besan mi frente, es Serenity que entre lágrimas me dice:

-Serena: Esta bien hermana, lo resolveremos juntas, jamás te culparé, no está en mi juzgarte.
-Venus: Yo jamás te he juzgado Orden, ni siquiera por esta constante tentación que debo vivir, aunque aveces quisiera ceder ante ella y enamorarme como los humanos, como ustedes dos lo hicieron tambien, pero no debo, en mi caso sería demasiado complicado, yo amo profundamente a mi padre y solo deseo hacer lo que le agrade, no puedo intervenir en esta lucha, pero si puedo decirte que en la fuerza que nos unió un día está el secreto para acabar con ese demonio.
-Serena: si pero debe haber una instrucción más clara, cierto?
-Venus: Hay un libro, que contiene en parábolas la instrucción de la que hablas.
-Rei: Bien vamos por el, que estamos esperando.
-Venus: No es tan simple el libro es de Belial, solo el tiene acceso a él.

Nos miramos unas a otras pero de repente noté que Venus ya no estaba en mente y cuerpo con nosotras, al parecer su mente había viajado, el silencio invadió la admosfera por minutos, silencio que terminó cuando ella dijo:

-Venus: El libro está en manos de Discordia y justo en tu casa Serenity.

Narra Discordia

Sostengo en mis manos este libro que puede cambiar todo para mi, con el puedo evitar ser destruida por esas dos estúpidas, pero también con el puedo destruir a Belial, eso sin duda sería la mejor forma de cobrarme su abandono y pues de paso me quedaría con esta humanidad a reinar y a destruirla por completo, la alegría me embarga así que me apresuró a ábrirlo para conocer los secretos que él guarda, entonces la entrada de una estúpida pelirroja con un arma en la mano me detiene:

-Beryl: Libera a Diamante en este momento de tu maldito embrujo, o te juro que disparo.
-Hotaru: Dispara, acaso crees que eso me detendrá, por favor Beryl, de verdad por un momento llegué a creer que podías ser un poco inteligente, pero no, de verdad eres toda estupidez, ahora suelta el arma y tal vez, solo tal vez considere no eliminarte.
-Beryl: No voy a soltar nada maldita, libera a diamante y me iré sin siquiera inmiscuirme en tus planes, nada de lo que estas haciendo aquí me importa, ninguno de ellos me importa así que no voy a mediar por ninguno, devuélveme a Diamante y me iré.
-Hotaru: No... Creo que mejor me quedare con él y es que sabes Beryl, me gustó como coje tu humano.

Una vez más veo el odio florecer en los ojos de la pelirroja, eso en verdad me satisface, es sin duda la emoción más placentera que existe para mi; apunta su arma hacia mi con firmeza, coloco el libro en una mesa baja y camino hacia ella, sé que no se atreverá a disparar, pero la adrenalina de probar mi punto me motiva; depronto escucho un estruendo de un cañon que impacta en un costado de mi pecho, lo que me tumba al piso, la sangre empieza a brotar y este inútil cuerpo que me contiene no quiere ponerse en pie, por lo que me veo obligada a desprenderme de él y mostrar mi verdadera yo; cuando me desprendo del cuerpo de Hotaru, los hombres contratados por Diamante salen corriendo despavoridos, Darien, Haruka, zafiro y Lita, miran con terror, otra expresión que amo; Beryl deja caer el arma, la estúpida realmente pensó que podría matarme, camino apresuradamente hasta ella, la tomó por el cuello esta vez con mis propias manos; aprieto cada vez más hasta apagar la luz de sus ojos, cuando al fin lo hago, arrojo su cuerpo a un lado de la sala, doy media vuelta voy en busca de mi preciado libro, pero antes de que pueda llegar a él, veo aparecer de repente a Orden, Serenity y Venus, esta última toma el libro entre sus manos y me dice sonriente:

-Venus: No será tan fácil como piensas para ti tenerlo, si lo quieres, tendrás que quitármelo...

DESTERRADA (historias De Darien Y Serena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora