Punto de vista de Megan
Día 9 de julio
Habíamos estado hablando durante toda la noche mientras comíamos pizza y veíamos películas ñoñas, era el plan pre ver a los chicos de nuevo perfecto. Mañana iba a ver a Harry y no podía estar más nerviosa, en Londres habíamos conectado muy bien, todos a nuestro alrededor se habían dado cuenta pero no había pasado nada, solo bailamos, bebimos y tonteamos, nada más. Pero en cuanto puse un pie en España empezamos hablar todos y cada uno de los días aunque a las chicas les había contado otra cosa lo cierto era que solíamos hablar por Skype como mucho cada dos días, al principio eran conversaciones cortas y bastantes simples, contábamos que tal nos había ido el día y comentábamos alguna película o serie que nos gustara a ambos. Pero un día se nos fue de las manos demasiado…
*FLASHBACK*
Estaba en el salón hablando con mi hermana sobre el idiota de mi ex cuando me di cuenta de que estaba sonando el tono de llamada del Skype, así que deje a mi hermana con la palabra en la boca y subí las escaleras corriendo de tal manera que casi me mato por el camino, era Harry y llevábamos dos días sin vernos, valía la pena morir en el intento. Según entre por la puerta vi que efectivamente era Harry así que me retoque el pelo en el espejo de la habitación, cerré la puerta, cogí el portátil, me acomode en la cama y acepte su llamada.
- Salida! Que estas salida!- dijo Harry a modo de saludo
Si a ratos lo estaba pero no entendía a santo de que me saludaba de esas maneras.
- Perdón Harry? Que me he perdido?
- El otro día me dijiste que estabas leyendo los libros de Pídame lo que quieras y yo te respondí que no tenía ni la menor idea de que libros eran, pues bien según colgamos me los descargue y durante estos dos días no he hecho otra cosa más que leerlos y…ESTAS JODIDAMENTE SALIDA MEGAN! Eso libros son aún más subidos que los de 50 sombras! Pero molan, mucho, muchísimo!!!
- HAHAHAHA tienes una mente perversa Harry Styles, más bien tienes doble personalidad, osito tierno y adorable y depravado sexual.
¿De verdad había dicho eso en alto? ¡Malditos libros y maldito Harry alterador!
- ¿De verdad piensas que soy un depravado sexual?- pregunto Harry poniendo una sonrisa torcida que hizo que me temblara el cuerpo entero. A ver no es que pensara que fuera un loco obsesionado con el sexo pero con los movimientos que hacía en el escenario tenía que ser una bestia en la cama y eso lo veía hasta una monja de clausura.
- Bueno tal vez depravado no sea la palabra ya que no eres un loco, creo, pero sí que tienes pinta de ser una maquina…
- Tu también tienes pinta de saber desenvolverte bastante bien en este tema Megan.
Otra sonrisa torcida más y entraba en combustión. Además… ¿de verdad estábamos hablando de cómo éramos en la cama? ¿De verdad?
- Eso me han dicho- conteste yo.
- Demuéstramelo
Vale, no se a que estábamos jugando pero no iba a ser yo quien lo parara.
- Demuéstramelo tú a mi Harry.
- ¿Estás sola en casa?- preguntó.
- No.
- Pues cierra la puerta, túmbate en la cama e intenta no hacer ruido- su mirada, su gesto, su postura todo en él había cambiado. Ya no estaba ante el Harry adorable, ahora estaba ante el Harry depravado y quería jugar.
*FIN DEL FLASHBACK*
Buff aun recordaba sus palabras ardientes, aun recordaba como la temperatura de la habitación subía sin parar, si cerraba los ojos podía recordar sus órdenes, oír como a través de la pantalla me decía donde tenía que poner y mover la mano mientras pensaba que era la suya. Durante ese rato olvide que estaba en casa, que mis padres estaban ahí y que en cualquier momento podían descubrirme, si subía la voz rápidamente Harry me amenazaba con parar si no me callaba. Yo nunca había sido partidaria de estas cosas, no me terminaban de convencer pero reconozco que Harry lo llevó a otro nivel, me hizo estallar y el estalló conmigo. Aquello había sido la cosa más morbosa que había hecho en años y al acabar el me había sorprendido nuevamente porque su actitud volvió a cambiar a adorable y no hizo más que preguntarme si estaba bien, si me sentía bien o si no se había pasado y había llevado aquello demasiado lejos. Después de aquella vez lo repetimos un par de veces más y nuestra conclusión siempre era la misma: teníamos que vernos. Mañana le iba a ver y estaba demasiado nerviosa.
Punto de vista de Alice
Estábamos viendo la película Cartas para Julieta pero si mirabas nuestras caras estaba claro que menos en la película estábamos pensando en cualquier cosa. Yo era la primera que tenía la mente muy muy lejos de allí, mi mente estaba en Niall como lo había estado desde que vi por primera vez su sonrisa aquella noche en Londres. Desde aquel día cada vez que me daba el bajón pensaba en él, cada vez que me derrumbaba con los exámenes pensaba en él y si con pensar no me valía, le llamaba. Niall James Horan se había convertido en el motivo de mi felicidad, ahora más que nunca. Y eso me asustaba como nada nunca lo había hecho antes.
Desde que habíamos vuelto de Londres lo máximo que habíamos aguantado sin hablar creo que eran las horas de dormir y estas se habían reducido bastante, para ambos. Al principio tenía miedo hablarle, tenía miedo resultar pesada y que se cansara de mí, él tenía su vida y sus amigos y yo no era más que una simple fan. Sin embargo conforme iban pasando los días me di cuenta que él me hablaba tantas o más veces de las que yo le hablaba a él, que le gustaba que me quedara despierta hasta que acabaran el concierto para preguntarle qué tal había ido, también me di cuenta que adoraba que me diera los buenos días y las buenas noches todos y cada uno de los días sin fallar uno. Ambos fuimos cogiendo confianza hasta tal punto que empezamos a mandarnos selfies haciendo el imbécil, mi móvil estaba tan lleno de fotos suyas que haría las delicias de cualquier fan. A medida que pasaban los días estábamos más unidos, sabíamos con solo una contestación si el otro estaba mal, hacíamos más el imbécil pero también aumentaban el número de confidencias que nos hacíamos.
Recuerdo el día que se le abrió la herida en pleno concierto porque habían arrojado algo al escenario, el me lo conto como si no pasara nada pero a mí me puso de un humor de perros, si en ese momento hubiera pillado a la fan en concreto seguramente le había arrancado la cabeza. Estábamos hablando por Skype como cada noche y a pesar de que su cara de dolor lo decía todo, seguía excusando a la fan y diciendo que eran cosas que pasaban. Era un amor de hombre. Esa misma noche y a raíz de lo de la herida empezamos hablar de nuestros miedos, temores e inseguridades. Niall se abrió conmigo de una manera que nunca, ni en mis mejores sueños habría imaginado, me conto lo mal que lo había pasado con los dolores de rodilla, como el médico le había dicho hacía tiempo que tenían que operarle pero que el por cabezonería pero también por miedo se había negado. Resulta que lo de la rodilla le venía de hacía tiempo pero que cuando le nombraron el quirófano se asustó tanto que dijo que no, que prefería aguantar el dolor porque al final se pasaría. El problema fue que el dolor no se pasó, algunos días estaba perfecto pero otros era insoportable y cada vez peor, hasta que finalmente tuvo que operarse. Me contó que recordaba el día de la operación como uno de los peores de su vida, el médico le había dicho que no pasaba nada, que quedaría bien pero él estaba asustado ¿y si después de todo lo logrado con 1D él tenía que renunciar a ello porque tenía una pierna mal? ¿Y si ya no podía volver a dar esos saltos que tanto adoraba? ¿Y si ya no podía seguir el ritmo? ¿Y si…?
Cuando Niall termino de contarme lo que había sido el mayor temor de su vida yo era un mar de lágrimas, no quería llorar delante del pero no había podido evitarlo, aquel hombre se merecía el cielo y más. Esa noche nos acostamos a las mil, prácticamente ni dormimos ya que después de su confesión vino la mía, le conté lo importante que era la carrera para mi pero también lo mucho de menos que echaba a mi familia, lo que me agobiaba con el tema del pago de la matrícula y todo lo que había pasado con mi ex. Al acabar ambos empezamos a reírnos sin ningún motivo hasta él dijo:
- Mas sensibleros y no nacemos Alice!
Después de ese día éramos prácticamente inseparables y hablábamos las 24 horas del día sin parar, así que era comprensible que estuviera nerviosa pérdida cuando me quedaba nada para poder volver abrazarle.
La película acabó y Kim dijo:
- Vale, es oficial ESTOY JODIDAMENTE ATACADA DE LOS NERVIOS ¿VALE? Adoro esta película y no me he enterado de nada, vosotras ya les conocéis pero yo nunca les he visto, ¿cómo será?
- Sera simple Kim, será como si les conocieras de toda. Te lo prometo- contesto Sammi mientras Megan y yo asentíamos con la cabeza, todo era fácil con ellos, quizás… ¿tal vez demasiado?

ESTÁS LEYENDO
«A CHANCY GAME» (un juego arriesgado)
Fanfiction¿Y si todos los sueños que una vez tuviste si hicieran realidad? Esta es la historia de Sammi, Megan, Kim y Alice, la historia de como la realidad superó a la ficción.