Punto de vista de Megan.
Cuando Harry me lo propuso me negué en rotundo pero después de hablarlo con las chicas y con mi familia cambie de opinión, ahora estaba en la casa de Harry, estaba en Los Ángeles. Si se mira por la ventana se ven las montañas de Santa Mónica, la casa es asombrosa, una mansión del siglo pasado cercana al exclusivo Beverly Hills. Está hecha casi en su totalidad de madera, en el techo hay vigas de madera y rodeando toda la casa hay pasillos de madera que te permiten observa toda la naturaleza que rodea este sitio. Tiene piscina y un jardín enorme, varias salas de estar, un sala de cine, un gimnasio totalmente equipado, varias terrazas al aire libre, una biblioteca e incluso tiene un bungaló de huéspedes con una suite y un dormitorio adicional. Tumbada en la cama de nuestra habitación me pongo a pensar en cómo sería vivir aquí con Harry, levantarme por las mañanas y encontrarle haciendo ejercicio en el gimnasio, verle perdido en la biblioteca entre sus amados libros o hacer una reunión con amigos en la piscina.
- ¿En qué estás pensando?- me sorprende de repente la voz de Harry, me incorporo y me encuentro con mi adonis particular el cual acaba de salir de la ducha y solo lleva una toalla alrededor de la cintura, unas gotas sin secar bajan por su pecho entre sus tatuajes y el pelo húmedo y revuelto le cae en la cara. Trago saliva y trato de recordar cómo se habla, jamás me acostumbrare a verle así.
- Pensaba en que eres rico, inmensamente rico.
- Solo es dinero Megan. ¿Qué te parece ir a comer a un chino y luego bajar un rato hasta la playa?-Y me parece un plan tan normal para alguien de nuestra edad que acepto con una enorme sonrisa.
En la entrada del restaurante hay un espejo, veo nuestro reflejo y me asombro a mí misma, parecemos una pareja más entre toda esta gente. Harry lleva pitillos, camisa blanca a medio abrochar y su sombrero marrón, yo llevo un vestido blanco vaporoso y sandalias, vamos cogidos de la mano y en la otra ambos llevamos las Ray-Ban modelo aviador. El camarero nos lleva hacia la esquina del local, en una mesa pequeñita y un poco apartada del resto y nos da las cartas.
La comida transcurre en absoluta calma, nos gastamos bromas, hablamos, nos reímos, probamos infinidad de platos diferentes y cuando a estamos llenos ponemos rumbo a la playa. Una vez allí consigo convencerle para pasear por la orilla, entonces yo echo a correr, el me persigue, me tira arena para que pare, para que deje de correr, pero no lo hago, corro más deprisa todavía, luego, aprovechando mi ventaja, me paro y le tiro arena yo a él, entonces es él el que corre más deprisa ahora y yo me dejo alcanzar porque no puedo más. Me levanta cogiéndome por la cintura y gira conmigo en el aire, nos miramos a los ojos y nos echamos a reír, entonces yo comienzo a darle con mis manos para que me suelte y al final caemos los dos en la arena riéndonos a carcajadas. Nos quedamos ahí tumbados durante no sé cuánto tiempo hasta que su voz me trae de vuelta a la realidad:
- Tengo que ir a un sitio ahora Megan, cosas para el disco nuevo nada importante, te dejo en casa y a las 9 me tienes ahí ¿vale?
Harry aparca delante de casa, me da las llaves y se despide con un rápido beso. Según entro en casa me descalzo, dejo las llaves en el mueble de la entrada pero según me giro veo que hay alguien sentado en el sofá del salón. Intento coger las llaves de nuevo para salir corriendo pero entonces el intruso se levanta y se gira para mirarme, es una chica rubia y alta que mira con una sonrisa.
- No te asustes no te voy hacer nada querida.
- ¿Cómo has entrado?-pregunto con una voz segura que no se corresponde para nada con mi ataque de pánico interno.
- Oh! Harry es muy descuidado y confiado Megan, ¿no te diste cuenta de que ni siquiera había cerrado la puerta con llave? El pobre piensa que todo el mundo es tan bueno como el…
- ¿Qué quieres?-pregunto pasando por alto el hecho de que sabe mi nombre cuando yo no se lo he dicho.
- Vengo a avisarte, a protegerte de Harry antes de que te rompa el corazón.
- Harry no me va romper el corazón, Harry me qui…
- ¿Te quiere? Aiii, ¡mira que eres ingenua! ¿De verdad piensas que te quiere?-trato de responder pero ella sigue hablando-Déjame adivinar, primero os acostabais, pasabais todas las noches que podíais juntos derrochando pasión y por el día ni os mirabais pero el te mandaba mensajes tiernos cada poco, luego organizo una cena en el restaurante de un hotel, reservo un salón pequeño y estuvo toda la noche callado, luego se te declaro a ritmo de Stevie Wonder mientras te decía que necesitaba tenerte a su lado y dos tres semanas después de aquello te pidió que vinieras a pasar unos días con el aquí.
Termina de hablar pero yo no puedo responder nada, siento como los ojos se me van llenando de lágrimas y una presión en el pecho que crece y no me deja respirar. Esa tía a la que no conozco de nada ha descrito mi relación con Harry en apenas un minuto y lo peor de todo es que no se ha equivocado en nada.
- ¿Co...como lo has sabido? Quiero decir, ¿conoces a Harry? ¿Me conoces a mí?-pregunto tratando de no desmayarme.
- Si, le conozco, Harry es la persona más buena y bondadosa del mundo Megan, la mejor persona que te podrás encontrar en toda tu vida, pero Harry solo tiene amigas, infinidad de amigas con las que pasa un paso un rato mientras las hace sentir las mujeres más especiales del planeta.
- ¿Y porque me cuentas esto a mí?
- Os vi hoy en el restaurante, me pareciste diferente y sentí que debía advertirte. Huye Megan, no dejes que marquen como una amiga más del famosísimo Harry Styles.
Apoyada contra el respaldo del sofá cierro un momento los ojos y cuando vuelvo abrirlos la rubia misteriosa ya se ha ido. Cojo el móvil y el único número de teléfono que se me ocurre ahora mismo:
- ¿Hola? ¿Aeropuerto de Los Ángeles? Si, mire me gustaría comprar un billete para el próximo vuelo que salga dirección a Europa, el primero que salga si, ¿a las 8? Vale perfecto, gracias.
Punto de vista de Sammi.
Hace dos días que llegue de Londres y sin embargo parece que aún sigo ahí, mi mente está totalmente ida y no soy capaz de dejar de pensar en Zayn. No dejo de darle vueltas al momento de la despedida y si cierro los ojos creo que le escucho cantarme de nuevo que no me vaya.
Desde que hace dos días llegue a España, Zayn no hace más que mandarme mensajes cada dos minutos y yo le ignoro. Sé que no me ha dado motivos para que le trate así pero no lo puedo evitar, esa soy yo, si siento que alguien se acerca a mí demasiado le alejo.
Ya ha pasado una semana desde que llegue de Inglaterra y Zayn prácticamente ya no me manda mensajes, en la facultad todo está mejor que nunca, volver a ver a mis amigos es genial y este curso siento que estamos todavía más unidos que el anterior. De repente un pinchazo en el vientre hace que me doble del dolor, aprieto la zona con las manos y me tumbo en la cama bocabajo cuando algo en mi cabeza se ilumina: la regla. Y justo en ese instante me acuerdo de todo: en agosto me drogaron y me violaron. ¿Sabía Zayn esto? ¿Estaré embarazada?
Punto de vista de…
Cuelgo el teléfono y sonrío, todo marcha a la perfección. Me acaban de avisar de que han visto a Megan en el aeropuerto cogiendo un vuelo de vuelta a casa, primera pareja fuera de combate. Zayn y Samantha llevan sin hablarse una semana y Perrie va a entrar en acción en los próximos días. Niall y Alice se van a tener que separar porque ella tiene clases y ellos mismos se encargaran de terminar con su relación sin mi ayuda. Está claro que nunca me gusto el “felices para siempre” y el mundo hoy me está sonriendo a mi esta vez.
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«A CHANCY GAME» (un juego arriesgado)
Fanfiction¿Y si todos los sueños que una vez tuviste si hicieran realidad? Esta es la historia de Sammi, Megan, Kim y Alice, la historia de como la realidad superó a la ficción.