Punto de vista de Sammi
Abro los ojos y miro a mi alrededor, me incorporo, mala idea, en ese momento un latigazo de dolor me cruza la cabeza y me vuelve a tumbar de golpe en la cama. Me cubro los ojos con la mano tratando de huir de la claridad que entra por la ventana y me está matando, estoy en la habitación de un hotel pero no en mi habitación, así que ¿Dónde se supone que estoy? Vuelvo a intentar levantarme, esta vez me incorporo poco a poco hasta quedar sentada en la cama y con las piernas colgando por un lateral, estoy muy mareada y la cabeza me da vueltas, no recuerdo nada, absolutamente nada. Fijo la vista en las puertas espejo del armario que están justo enfrente de mí y me doy cuenta de que estoy completamente desnuda pero hay algo peor, me levanto despacio y me acerco al espejo, la parte del cuello está llena de arañazos y tengo unos moratones que me rodean ambas muñecas, en el espejo también se refleja la cama en la que hace segundos estaba tumbada y justo en medio de las blancas sabanas hay algo que me llama poderosamente la atención…
- No…no puede ser…- digo en un susurro.
Me doy la vuelta con lentitud y me acerco, si es lo que parecía, es sangre, la misma sangre que también hay esparcida por mis piernas y que no había visto hasta ahora. Me estoy mareando de nuevo así que me vuelvo a sentar en la cama y tapo la mancha, ¿Dónde estoy? ¿Qué paso anoche? ¿Por qué no me acuerdo de nada? ¿Por qué hay sangre? Justo cuando estoy a punto de echarme a llorar alguien entra en la habitación, ante a mi aparece una señora de mediana edad con el pelo corto y rubio teñido y de aspecto tranquilo, es la señora de la limpieza. Cuando se da cuenta de mi presencia queda parada en el acto, está claro que la he sorprendido.
- Per…perdone, pensé que la habitación estaba vacía-dice la pobre señora muerta de vergüenza y justo en ese momento yo rompo a llorar.
Ella se sienta a mi lado y sin hacerme preguntas me abraza mientras me intenta consolar, quince minutos más tarde me dice:
- ¿Te puedo preguntar que te ha pasado?
Yo asiento y le cuento que ayer salí de fiesta con mis amigos y que me he despertado esta mañana aquí, sola y sin recordar nada de nada, le enseño también los arañazos y los moratones pero omito la sangre.
- ¡Pero hay que llamar a la policía!
- No, no, por favor no, la policía no. Estoy de vacaciones este mes aquí con una amiga, si llama a la policía se enteraran mis padres y no podre salir nunca más de casa, solo necesito dinero para volver a mi hotel y hacer como que esto nunca ha sucedido. Si llama a la policía convertirá esta pesadilla en algo real para mí- respondo yo medio gritando medio llorando.
La mujer me mira, sé que no está de acuerdo con mi idea, la verdad si yo fuera ella tampoco estaría de acuerdo conmigo misma, pero estoy en Estados Unidos y no quiero ir a la policía y contar lo que me ha pasado, quiero volver con los chicos, quiero volver con Zayn y hacer como que esto nunca sucedió y para eso necesito un taxi.
- Esta bien, vamos hacer una cosa, te vas a ir a dar una ducha de agua caliente y yo mientras voy a ir a buscarte algo de ropa, a ver que encuentro por ahí ¿te parece?
Media hora más tarde salgo de la ducha y a pesar de que me he enjabonado unas 7 veces seguidas, sigo sintiéndome sucia. Encima de la cama hay una camiseta blanca grande y unos pantalones cortos de chándal gris bastante monos así que me visto poniéndome mi ropa interior que por suerte aún estaba en el baño y me despido de Marga que es así como resulto llamarse la buena señora. En la puerta del hotel está esperándome el taxi al que llamó hace unos minutos, entro y le digo la dirección de mi verdadero hotel, durante el trayecto pienso en lo buena que ha sido esta mujer conmigo, cuando me trajo la ropa me trajo también dinero y un papel con su número de teléfono por si necesitaba ayuda, me dijo que cuando fue a buscar la ropa miro los datos de mi habitación, al parecer ya la habían dejado pagada pero sin embargo no habían dado ningún nombre verdadero, la habitación había estado reservada a nombre de “SHE”, aún estoy asustada y no quiero pararme a pensar en lo que ha pasado cuando un anuncio de la radio llama mi atención:
ESTÁS LEYENDO
«A CHANCY GAME» (un juego arriesgado)
Fanfic¿Y si todos los sueños que una vez tuviste si hicieran realidad? Esta es la historia de Sammi, Megan, Kim y Alice, la historia de como la realidad superó a la ficción.