«A CHANCY GAME» (un juego arriesgado)

30.

Punto de vista de Megan (Maratón; parte III)

Hoy hace dos semanas que desapareci del mapa, bueno no desaparecí literalmente, simplemente deje de coger llamadas y de contestar a los mensajes. Los primeros días fueron agobiantes, el móvil no dejaba de sonar ni un segundo, las chicas me llamaban, Harry me llamaba, el móvil no dejaba de vibrar ni un segundo y cuanto menos contestaba, más se preocupaban. Al cuarto día, como por arte de magia, cesaron las llamadas, habían captado el mensaje. Todos sabían que había llegado bien a casa, si no les cogía el móvil era porque no tenía ganas.

Todo había cambiado en las últimas dos semanas, el momento en el que mis manos tocaron la pequeña barriguita que ya se le notaba a mi hermana, supe que no iba a volver. Saber que mis sobrinos pensaban que me había ido porque ya no les quería me había partido el corazón. Por eso había desaparecido, porque no quería explicarles ni a las chicas ni a Harry que iba a renunciar a todo.  No lo iban a entender. A fin de cuentas ¿Quién iba a entender que renunciaba a mi vida por la vida de los demás? Si lo pensaba demasiado, ni yo misma lo entendía pero la decisión ya estaba tomaba, no iba a volver.

Cogí el móvil y me tumbe encima de la cama, me apetecía cotillear un rato por twitter, hacia siglos que no entraba. Sin embargo en el momento en el que cargo la primera imagen, me arrepentí de haberlo hecho. Harry y Nadine, Nadine y Harry. Daba igual cuentas de updates o cuentas fan, video tras video, imagen tras imagen, ahí estaban ellos. Harry y Nadine de paseo por Los Ángeles. Harry y Nadine en el coche. Harry y Nadine tomando helado. Parecía que el mundo entero se había paralizado alrededor de ellos, todo era Harry y Nadine.

No entendía que hacían juntos, no entendía la necesidad de todas esas fotos, no entendía porque Harry estaba con ella. Apenas había pasado un mes desde que esa arpía casi consigue separarnos para siempre, apenas un mes de lo que había sido uno de los peores días de mi vida, y creía que de la de Harry también. Y sin embargo...ahí estaba, con ella, sin mí.

Sin pensármelo dos veces, cogí y le llame. Respondió al segundo pitido.

- ¿Harry?

- No, Harry no puede ponerse ahora mismo está…ocupado. Y sí, soy yo-añade respondiendo a la pregunta que tengo en mi cabeza.

- ¿Porque tienes su móvil? Pásamelo.

- ¿Aun no te quedo claro que sobras Megan? ¿Aún no te quedó claro que no perteneces a este mundo?

- No tienes ni idea de lo que estás diciendo Nadine, la que sobra aquí eres tú.

- Perdona querida pero estas equivocada, no tendré ni idea como tú dices pero lo que si se es que él está aquí conmigo y no en España contigo, lo que si se es que a quien conocen los medios es a nosotros, lo que si se es que cuando está conmigo no se esconde para que las cámaras no le vean como hace cuando esta contigo, lo que si se es que lleva dos semanas sin separarse de mi ni un segundo. ¿No crees que igual eres tú la que sobra? ¿No crees que igual eres tú la que no tiene ni idea de nada? Ya te lo dije una vez Megan, podrás follar muy bien pero te aseguro que no tendrás más que eso con él.

- Eres una hija de puta Nadine-respondo yo con toda la acidez de la que soy capaz.

- Hija de puta pero con suerte cielo, ciao!

Y después de decir eso, cuelga.

Punto de vista de Harry.

Me hecho por última vez agua en la cara, me seco con un poco de papel y lo tiro al wáter. Apoyo las manos en el lavabo y respiro profundamente con los ojos cerrados.  Luego levanto la cabeza y observo mi reflejo en el espejo mientras mentalmente me repito una y otra vez que todo esto lo hago por ella. Cuando siento que estoy preparado salgo del baño y vuelvo a la mesa.