Punto de vista de Alice.
Sammi llevaba media hora poniendo la casa patas arriba porque estaba buscando algo, estaba buscando su móvil el cual yo le había escondido y era cuestión de segundos que bajara a preguntarnos a nosotras si lo habíamos visto, si, se lo había escondido yo pero tenía un buen motivo.
*FLASHBACK*
Habíamos ido a cenar con los chicos después del concierto igual que habíamos hecho en Londres y ahora estábamos en la sala del hotel donde Niall y yo estábamos en unos sillones hablando. Hablar con él era lo más sencillo del universo, no había momentos incomodos y siempre surgían temas súper interesantes entre nosotros.
- Y a parte de lo de tu ex que me contaste por Skype, ¿te has enamorado alguna vez más Alice?- dijo Niall.
La pregunta me pilló completamente desprevenida y no sabía que contestarle así que opté por lo sencillo, opté por la verdad.
- Si, siempre me había fijado en él pero lo que es enamorada enamorada, no llevo ni un año- respondí yo.
- ¿A que ahora lo estás?- preguntó el confuso.
- Como nunca lo había estado antes en mi vida.
- ¿Y él lo sabe?
- No estoy segura…
- ¿Y porque no se lo dices? Si yo fuera él me gustaría saberlo.
- Es complicado.
- La vida es sencilla Alice, somos las personas las que nos encargamos de complicarla sin motivo, si quieres a una persona, díselo.
- ¿Y tú has estado enamorado alguna vez?- dije yo, cambiando totalmente de dirección la conversación ya que no me gustaba ser el centro de atención.
- Antes de xFactor estuve enamorado de una chica genial, pero aquello era amor adolescente y tan rápido como vino se fue. Después de aquello creo no he vuelto a estar enamorado realmente de ninguna. Sí que ha habido chicas pero ninguna ha conseguido romperme los esquemas, el día que la encuentre no la soltare jamas.
- Niall no hay cámaras delante…
- No te entiendo Alice.
- Digo que esto no lo va saber nadie, que no hace falta que sigas con la pose de “encontraré a mi princesa y no la soltare más” propia de las entrevistas.
- No es ninguna pose siempre he pensado así, soy la misma persona con cámaras delante que sin ellas Alice- dijó el con tono seco.
Vale tal vez me había pasado.
- Lo siento Niall, no era mi intención molestarte…
- No te preocupes, de verdad.
Después de aquello continuamos hablando durante horas y aunque me costó un poco volver a estar cómoda con él, Niall se encargó de demostrarme que no había pasado nada y que entre nosotros estaba todo perfectamente bien. Bebimos vodka, hicimos selfies, nos contábamos chistes demasiado malos…pero sobre todo nos reímos, nos reímos como nunca antes lo había hecho en mi vida, nos reímos hasta que mis ojos estaban completamente llenos de lágrimas, pero eran lágrimas de felicidad pura, de la felicidad que ese hombre me daba. Porque si, estaba enamorada pero estaba enamorada de él.
Me desperté con una sonrisa en mi rostro, la noche de ayer había sido maravillosa, había intimado con Niall como no había hecho con nadie y ahora sentía que éramos aún más cercanos que antes. Sabía que con él no tendría ninguna posibilidad y que las historias fan-ídolo no son más que un sueño pero a pesar de eso, a pesar de que era un imposible, con él quería hacerlo bien, quería ir despacio. Mire a mí alrededor, no recordaba haber ido a mi hotel anoche y ahora no sabía dónde estaba hasta que vi como por un lateral del sofá asomaba una cabeza rubia, estaba en su habitación, habíamos dormido juntos. Me incorporé y vi que solo llevaba puesta mi ropa interior ¿me habría desvestido él? La sola idea de imaginar sus manos en mi cuerpo hizo que me temblaran hasta las rodillas, así que aparte rápidamente el pensamiento de mi mente y cogiendo una camiseta blanca que supuse que sería suya de la silla, me acerque a él. Estaba profundamente dormido y parecía un angelito, no estaba enamorada no, aquello era más intenso, era más grande, amaba a esa persona desde su pelo rubio teñido hasta el dedo gordo del pie. Antes de ponerme aún más sensible de lo que ya estaba, decidí despertarlo:
- Niall, Niall, Niall- susurré cerca de su oído mientras con la otra mano le zarandeaba levemente.
Él se limitó a gruñir y seguir con los ojos cerrados así que use todas mis armas y volví a intentarlo:
- ¡Madre mía que buenos estas estos crepes, son los mejores que he comido en la vida!-dije hablando mas alto de lo necesario.
- Yo también quiero- balbuceó un Niall que estaba más dormido que despierto.
- JA! Sabía que estabas despierto así que ahora por listo te levantas y los pides tú que yo tengo hambre.
- ¡Serás cabrona!- dijo el aludido ahora completamente despierto.
Media hora después estábamos tumbados en la cama y con un desayuno delante que acabaría con el hambre en África, estaba claro que los dos adorabamos comer.
- Vale, ¿ahora me puedes explicar cómo es que he acabado en bragas en tu cama?
- ¿No te acuerdas? Ayer mientras estábamos hablando en la sala yo me quise tumbar y te dije que te apoyaras en mí y después de un rato te dormiste y como me dió pena despertarte, te traje hasta aquí, pero luego me di cuenta de que estabas vestida y dormir en vaqueros es súper incomodo pero me daba cosa desvestirte y que te sentara mal así que le dije a Kim que antes de irse te desvistiera y así lo hizo. Luego te tapé y me fui a dormir al sofá.
¡Me lo como! ¡Qué cosa más achuchable de hombre! ¡Le daba apuro desvestirme y que me sentara mal! ¡Es que es imposible no quererle por favor!
- Por cierto te queda genial mi camiseta pero cuídala que es de mis favoritas.
- Eh…Yo…Bueno…no me quería vestir y la vi ahí y la cogí- respondí nerviosa. Me había puesto su camiseta blanca con la palabra Monday escrita y tachada en ella, tambien era una de mis favoritas.
De repente un mensaje de WhatsApp en mi móvil nos sobresaltó, era Megan hablando por el grupo que tenía con las chicas, acababa de llegar al hotel. También había uno de Sammi a las tantas de la mañana diciendo que se iba al hotel y uno en conversación privada de Kim diciendo que en cuanto pudiera que volviera que las otras dos la estaban volviendo loca. Así que me duche, me despedí de Niall y me fui.
Esa noche después del concierto Niall me mandó un mensaje:
Estabais ahí esta noche ¿verdad?
Claro que estábamos, después de llegar del hotel con Niall, las chicas me contaron lo cabronazo que había sido Zayn y como Megan había salido huyendo de Harry sin ni siquiera despedirse. Al final habíamos conseguido convencerlas Kim y yo para ir al concierto pero ir con nuestras entradas y estar en medio de pista, así ellos no nos verían.
Sí, claro que fuimos, pero fuimos con nuestras entradas para que no nos pudierais localizar. Anoche no fue una buena noche para todo el mundo al parecer Niall…
Lo sé, las caras de ellos lo dicen todo.
Es complicado Niall
Pues lo va ser aún más, Zayn está organizando una fiesta de cumpleaños para Perrie. Díselo a Sammi o la destrozara…
*FIN FLASHBACK*
Habían pasado dos días y yo no había sido capaz de decírselo y ahora twitter estaba inundado de unas bonitas fotos Zerrie y para evitar que las viera le había escondido el móvil…
- ¿Habéis visto mi móvil?- irrumpió Samantha en el salón.
Nos miramos las unas a las otras antes de responder y eso nos delató ya que acto seguido dijo:
- ¿Dónde está?, dármelo- dijo mientras miraba a Megan fijamente a los ojos, la conocía y sabía que no aguantaría más de dos segundos antes de derrumbarse y dárselo, y asi fué. Al menos yo lo había intentado…
Tres horas más tarde Sammi entro en el salón toda arreglada y maquillada, pero por mucho que se pintara los ojos no iba a conseguir disimular que había estaba llorando durante horas.
- Vestiros, venga vamos a tomar algo, invito yo.
Conocía a Samantha y conocía esa voz, era su voz de “todo está bien, sonriamos a la vida” pero a mí, a nosotras, no nos engañaba, tras esa voz se escondía la Samantha fría, calculadora e hiriente, la Samantha que podía estallar en cualquier instante y pobre del que estuviera delante. Samantha tenía un plan y a mí me daba miedo, mucho miedo, cuando la traicionaban, Sammi sacaba lo peor de si misma…
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«A CHANCY GAME» (un juego arriesgado)
Fanfic¿Y si todos los sueños que una vez tuviste si hicieran realidad? Esta es la historia de Sammi, Megan, Kim y Alice, la historia de como la realidad superó a la ficción.