«A CHANCY GAME» (un juego arriesgado)

23.

¡¡¡HOLA!!! Bueno sé que han pasado un montón de días desde el ultimo capitulo pero estoy de exámenes finales en la universidad y están a punto de acabar conmigo. Los dos últimos capítulos han tenido una acogida buenísima (hay que ver lo que os gusta el drama!) y yo estoy feliz por ello. El capítulo de hoy es uno de mis favoritos y un poco distinto a lo anterior (no todo va ser malo ¿no?), me he emocionado bastante mientras lo pensaba y solo espero que lo disfrutéis tanto como yo escribiéndolo. Prometo más capítulos pronto, muy pronto, gracias por TODO. Y ya sabéis votar y comentar para que pueda saber si os gusta.

Patri.

@You_AlwaysYou1D

Punto de vista de Sammi.

Hoy no iba a ir a clase, lo había decidido según sonó el despertar a las 7 de la mañana después de pasar toda la noche en vela. Le había dicho a mi madre que me encontraba fatal y aunque se marchó un poco preocupada al trabajo, yo había conseguido mi objetivo, quedarme sola en casa, debajo de tres mil mantas, mientras miraba el móvil esperando una respuesta que no llegaba. Habían pasado casi 24 horas desde que le había dicho a Zayn que estaba embaraza y no me había respondido. Durante el día vi que tenía el móvil apagado porque no le llegaba el mensaje pero cuando por la noche lo encendió y me ignoro, el puñetero doble check azul había hecho acto de presencia.  

- No me puedo creer que me esté ignorando, nunca pensé que podía ser así, que podía pasar de algo como esto. ¿Y ahora que se supone que tengo que hacer yo? ¡Toda la vida diciendo que no quería niños y voy y me quedo embarazada antes de cumplir los 20! ¡Y de un violador al que no le pongo cara! Porque si al menos tuviera cara… ¡no! ¡Si tuviera cara ya le hubiera matado! ¿A que si? ¿A que tú me entiendes?

Después de soltar esa pregunta en alto me di cuenta de lo ridículo que sonaba hablar con un gato sobre tus problemas sentimentales, mi pobre Kitty, tumbada a mi lado en la cama, me miraba con esos ojos verdes suyos que parecían que me entendían. Sin ser plenamente consciente de ello me lleve una mano al vientre en señal de protección, no me podía creer que estuviera embarazada pero tres test no se podían equivocar ¿verdad? Ahora tendría que ir al médico y solicitar el aborto. Era el paso lógico, tengo 19 años, estoy empezando mi tercer año en la universidad y lo más importante no es un hijo consentido, es un hijo fruto de una violación. Estaba tan ensimismada en mis propios pensamientos que no me di cuenta de que habían llamado a la puerta hasta que sentí gruñir a Kitty, si, tenía un gato que gruñía cuando llamaban a la puerta.

- ¿Quién podrá ser?-pregunte mientras bajaba las escaleras. Cuando llegue a la entrada por el video portero solo vi a un hombre de pelo oscuro  que estaba de espaldas, parecía estar hablando con alguien que estuviera en la acera. Espere un par de segundos a ver si se daba la vuelta y cuando lo hizo el corazón se me paralizo, era él. Otra vez había venido a buscarme desde Londres, otra vez había dado conmigo sin preguntar siquiera donde estaba. Antes de darle tiempo a volver a llamar, abrí la puerta y corrí la escasa distancia que separaba la puerta de mi casa de la cancela, la escasa distante que me separaba de él. Cuando estaba a su altura le mire, estaba quieto, congelado observándome con esa mirada suya que haría que se derritiera el mismo Polo Norte, con esa mirada suya que hacía que me olvidara de que había salido corriendo de casa en pijama y calcetines y con una ojeras de tres días. Sin poder aguantarlo más abrí la puerta, que por suerte mi madre no había cerrado con llave, y me abalance sobre. Le abrace como si no existiera un mañana, como si no le hubiera visto en mil años y el me devolvió el abrazo, me lo devolvió con el mismo ímpetu con el que yo le había abrazado, haciendo que en solo un par de segundos desaparecieran las preocupaciones, los nerviosismos y el cansancio acumulado de los últimos tres días.

No sé cuánto tiempo pasamos así, tal vez segundos o tal vez horas, solo sabía que no quería moverme. El problema era que mi propio cuerpo me estaba traicionando y que a pesar de estar en septiembre y no hacer ningún frio, me estaba congelando y Zayn lo notó.