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Punto de vista de Megan

Según abrieron la puerta del backstage me abalancé sobre Harry como si mi vida dependiera de ello y es que en cierta medida lo hacía, necesitaba tocarle, necesitaba sentirle ya. En cuanto llegue a el puso los brazos alrededor de mi e hizo eso que tanto había leído por twitter y que tanto me gustaba, me abrazó con todas sus fuerzas a la vez que apoyaba su cabeza en mi cuello, en sus brazos el mundo era un lugar maravilloso. Tras los saludos iniciales y algunos comentarios decidimos ir todos a cenar, Louis se empeño en venir en nuestro coche junto con Alice y Niall por lo que el espacio en la parte de atrás se redujo considerablemente de tal manera que yo terminé prácticamente sentada encima de Harry. Según arrancó el coche sentí como su mano se metía por debajo de mi camiseta y comenzaba acariciarme la espalda, lenta y torturadoramente, desde su posición nadie le veía y a mí me estaba poniendo frenética ya que ni podía moverme ni podía devolverle las caricias ya que de hacerlo todos se enterarían y no quería eso. Según llegamos al restaurante me baje medio en marcha del coche, tenía mucho, muchísimo calor, ese hombre me había puesto como una moto y solo me había tocado la espalda, cuando conseguí volver a respirar decentemente le miré y vi que él me estaba mirando a mí con esa sonrisa tan suya, estaba que me subía por las paredes ahora mismo pero si el inglesito quería jugar, jugaríamos.

Nos sentamos a la mesa y yo lo hice a la derecha de Harry, según estuvimos todos colocados en nuestros sitios bajé mi mano izquierda y la puse sobre su rodilla, él según lo sintió me echó una mirada que decía “Megan no sigas por ahí, para ahora mismo” pero yo no estaba dispuesta a parar y aprovechando que el mantel era lo suficientemente largo y que nadie podría ver nada, subí un poco más, ya estaba en el muslo, la dejé ahí hasta que trajeron el primer plato, momento en el cual la coloqué en el mismísimo centro de su masculinidad. Harry reaccionó justo como había imaginado, empezó a toser y el color le subió a las mejillas, le había pillado desprevenido. Continúe toda la cena de la misma manera, comía con la mano derecha y con la izquierda jugaba, me lo estaba pasando como una enana el día de Reyes, Harry, tras el shock inicial estaba más o menos tranquilo o al menos todo lo tranquilo que uno puede estar en esa circunstancia, mientras, yo notaba como aquello poco a poco, iba creciendo, pero a la altura de los postres se levantó de golpe y dijo:

- Uy! ¡Acabo de ver a un amigo, ahora vuelvo!

Dos segundos más tarde mi móvil vibró, era él.

Estoy en el baño, ¡Ven ya!

El inglesito estaba cabreado…

No puedo, sería un pecado no acabar esta tarta de chocolate…

Tienes 5 minutos o sino voy a por ti…tú eliges!

No vas a venir a por mí Styles, estamos en un sitio público y tú eres conocido JAJAJA

¡Cuando lleguemos al hotel te vas a enterar Megan!

Según leí el mensaje mis bajos temblaron… ¡SEXO, SEXO, SEXO! Dos minutos más tarde volvía a tener a mi adonis particular sentado a mi lado.

Me acerque a la barra y pedí mi habitual fanta de naranja, estábamos en el hotel de los chicos, Harry había propuesto venir aquí, tomar algo y bailar ya que cerrarían la sala para nosotros solos y de esa manera podríamos estar tranquilos, obviamente nosotras habíamos aceptado sin dudarlo. A los pocos segundos noté como un brazo me rodeaba por la cintura.

- Me vas a pagar muy caro lo de esta noche- susurró Harry en mi oído.

- ¿El que de esta noche?- pregunté yo haciéndome la inocente.

«A CHANCY GAME» (un juego arriesgado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora