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Mi padre no estuvo una gran parte de mi vida.

Recuerdo que crecí más con mi madre que con mi padre, Alex no se queda atrás, las locuras y aventuras que hacíamos siempre salía llorando por alguna razón, pero aun así lo quiero. Cualquier cosa que me pasaba cuando mi madre se ausentaba, Alex me daba de su apoyo.

Esa es la razón que quiero a Alex, aunque a veces quiera golpearlo por su testarudez.

Desde que recuerdo, y se de mi padre es que algo surgió con mi madre, un problema muy enorme que tuvo que dejarnos. Después de muchos años no he sabido mucho sobre la razón que nos dejó, pero pensándolo bien, quisiera saber en qué se metió o que sucedió con él.

Los días pasaron y la duda crecía hasta que me digne hablar frente a mi madre, regrese de la prepa y me estoy dirigiendo a la cocina donde siempre se encuentra ella. Me encanta verla haciendo lo que le gusta. Esa sonrisa es muy linda y contagiosa como la mía.

Tome una fruta dándole un mordisco mientras me cruzo de brazos los brazos sobre el mesón llamando su atención.

No sabía cómo empezar o mejor dicho como le digo, busque cuidadosamente las palabras para no entrar en pánico o peor haciéndola sentir mal a ella.

- ¿Puedo hablar contigo? – se da vuelta mirándome con su sonrisa

-Claro, cariño – termina de fregar las ollas

- ¿Puedo saber porque mi padre se fue? – su sonrisa se esfumo al escucharme

-No... creo que sea el momento –

Se limpia las manos en su delantal y baja la cabeza

-Tengo mucha curiosidad... por favor – no quiero ser insistente, pero algo me dice que lo haga.

-Está bien... sentémonos aquí – me tomo de la mano llevándome a la sala

Ella está a mi lado con sus manos entrelazadas, cabeza baja y la sentía nerviosa. Abrió la boca, pero no encontraba su vos, pero sus ojos iban directamente hacia mí, como si me viera con adoración o como si fuese todavía pequeña.

Creo que fue una mala idea

-Si no puedes pue– me interrumpió

-Te lo diré – me tomo de las manos – Tu padre... - hacia el intento de encontrar su vos - tu padre tiene otra familia en otro estado – se me fue el aire – y si, ella es más joven que yo y prefirió irse – sollozo – le dije que si se va no podrá regresar ni por ninguna razón, no podía ver como se me partía el corazón cuando el volvía solo por una mentira y ver esa parte de él que no lo es conmigo, no quería mentirles desde que ustedes dos eran niños, no podía...– se secó las lagrimas

-Lo hiciste bien, crecí con la mejor madre que pude haber conocido – la abracé y escaparon lagrimas que no sentí venir.

No suelo verla así, lo que me acaba de explicar mi cabeza hizo un boom.

Concuerda con lo que crecí.

¿Cómo pudo el hacer esto?

¿Cómo te puedes casar y luego irte?

Me siento traicionada por él, alguna parte de mi lo quería, pero de ahora de adelante estaré segura de que no lo odio, sino hizo lo posible por ser un ser humano inútil.

Ahora siento lo que mi madre paso. Todavía me siento niña cuando ella se esforzaba en su trabajo por nosotros y estoy más que agradecida.

Estoy tan en mi mundo y mi madre habla melancólica.

- Solo quiero que sepas que hice lo posible en ser mejor padre y madre todos estos años, verte crecer junto con tu hermano fue maravilloso, Alex tiene tanto de él y tú de mí, ustedes dos son mi adoración, sabes que siempre te voy a querer – me toma del rostro y me da un beso

- Jamás me cansaría de decirte que eres la mejor – la abrace mientras ella se partía en llantos.

-Yo sé que sí, con solo verte feliz soy también feliz – toma de un mechón de pelo colocándome detrás de la oreja.

...

Es tarde

Veo de reojo mi celular por la hora.

Son las 10 de la noche, debería estar durmiendo. Mi habitación esta oscura, lo único que hace luz es la televisión. Aun viendo lo que me gusta no puedo cerrar los ojos. El tema de mi padre me invade, no lo entiendo.

¿Por qué se fue?

¿Por qué eligió a esa familia y no a nosotros?

Recuerdo cuando era niña, Alex y yo estábamos jugando en el patio trasero. Ambos compartíamos nuestros juguetes y jugábamos algo enorme. Sus ideas siempre han sido en grande.

Eso es lo que siempre me sorprendía de él.

El me enseñaba los nuevos juegos mientras yo crecía, pasamos de juguetes, computadoras hasta llegar a los celulares. Todo este tiempo todo lo que se fue por él, él fue la figura paterna que necesitaba. Y ahí estaba Alex, sé que me apoya en todo, tiendo toda su confianza.

Lo bueno de esto es que la confianza es mutua.

Estuve tanto en mis pensamientos, recordando y un ruido me saco a la realidad. Un sonido de la puerta abriéndose hace que me levante, pero mi madre me dice no lo haga, ella entra con cupcakes en sus manos, más bien son cuatro.

-Acabe de hacerlos – deja la bandeja a un lado de la cama mientras ella se sienta a mi lado, abrazándome – son tuyos – me dice.

- ¿Los cuatro son míos? – ella asiente –Creo que dos estaría bien – le doy la mejor sonrisa que puedo hacer.

-Entonces le doy a tu hermano – Inmediatamente cambie de parecer cuando en serio le quería dar a Alex.

-No – suelto

-Mejor no los toco – ambas reímos.

Tomo un cupcake dando un mordisco, son mis sabores favoritos. Cierro los ojos para sentir más el sabor. Ni bien acabo uno ya estoy en el segundo. Mi madre ríe al ver como muerdo al pastelito.

Me da un beso en la frente y se despide, camina hacia la puerta mientras dice –Nos vemos mañana – las dos nos despedimos con la mano y seguí comiendo.

¡Que delicioso!

Recuerdo que estoy viendo una serie, doy vuelta a la televisión y esta ese pequeño anuncio de "¿Sigues viendo?" rio al ver y volver a poner play. Me acomodo en la cama debajo de las cobijas hasta quedando dormida.

Cuando te vi ✔ COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora