Vera, tras negar los sentimientos de un amigo, vive brevemente un amor con su vecino que acaba mal por rumores. Decidida a seguir adelante, ella y su amiga disfrutan la vida, hasta que Vera conoce a alguien nuevo durante una salida. Este encuentro t...
Al pasar en casa de Nora en la tarde y de insistirme tantas veces me dejo en casa, no vio a Alex porque se siente nerviosa cerca. Estos tortolitos son lo mejor que me hubiera pasado.
Entre a casa despacio mientras vigilaba si alguien estuviera, subí las escaleras directo a mi cuarto cerrando la puerta detrás de mí. Ahora si puedo respirar, mi pecho baja por sacar el aire que tengo adentro.
Ya son casi ocho de la noche y no veo a mi madre, no me percate que las cortinas de la ventana están abiertas y él se quedó mirándome, conecte mirada con el sonrojándome, alce una mano de saludo y camine a cerrar las cortinas mientras me preparaba para dormir.
Escucho la puerta abriendo mientras doy vuelta y veo a mi madre, sonriente como siempre mirándome con esos ojos azules, por suerte Alex tiene los ojos de ella y yo tengo los de mi padre ojos oscuros como la oscuridad.
-Llegaste ¿Cómo te fue? – entra y me da un beso en la coronilla
-Me fue bien, fue un día descabellado –
-Ya duerme – me sonríe
- ¿Dónde estuviste? – dije curiosa
-Tuve que salir con tu padre –
- ¿Ya volvió? – asiente
Cierra la puerta mientras tomo la ropa para dormir debajo de la almohada, tomo un libro que está cerca de mi escritorio. Me acuesto y me propongo leer dos o tres capítulos. Como amo este libro.
Leo dos hojas y se desvanecen las ganas de leer, la visión de mi padre me llega a la cabeza. Como alguien se va por dos años y llega así no más, hemos tenido problemas con él y siempre saca excusas, por esa razón mi madre es quien nos mantiene, junto lo que mi padre nos transfiere.
Para dejar de pensar en el dejo el libro en el velador mientras me animo bajar hacia la cocina por un vaso de agua, estoy a dos pasos de entrar a la cocina y una sombra hace que mi corazón lata por mil.
- ¿Qué haces aquí? – me coloco la mano en el pecho
-La pregunta es ¿Tú que haces aquí? –
-Yo pregunte primero –
-Yo llegue primero – se va pasando de mi lado
Busco un vaso en la regadera colocando agua y lo tomo de una sola. Siento como el agua baja sintiéndome mejor, me doy vuelta mientras doy un suspiro y dejo el vaso donde lo encontré.
...
Me despierto con la alarma de siempre, sigo acostada mirando la almohada, cierro y abro los ojos levantándome, me doy un baño corto y me coloco una falda azul con botones al frente junto con una pupera de color carmesí y encima un buzo de cuatro colores combinando con converse blancos. Hago lo que puedo para ir bien vestida, a veces me da pereza pensar que ponerme.
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Abro la ventana y recojo la ropa que utilice los días pasados, estiro las sabanas de la cama y por ultimo recojo mi teléfono junto con la mochila y salgo. Mi madre me ve de reojo abriendo poco los ojos.
Sonríe cortando fruta – Adoro verte cuando vistes así –
-Lo sé – devuelvo la sonrisa
Me encanta ver a mi madre contenta cada mañana.
Me da un plato de frutas junto con un jugo de alguna otra fruta y un emparedado. En menos de diez minutos me acabo todo. Siempre tengo hambre.
-Ya debo irme – suena el claxon de Nora
Le doy la mano a mi madre de despedida y salgo de mi casa hasta entrar al auto de mi amiga. Me coloco el cinturón y cuando alzo la vista se asoma el chico de al lado junto su casco e intentar encender la moto.
Siento que mi cara se sonroja e intento escabullir el rostro que no me vea Nora y como siempre falle porque me vio con cara de pocos amigos, y yo escondí más mi rostro en mis manos.
- ¿Qué es lo que sucede? – vio quien está al frente nuestro y no dijo nada – ya entiendo –
-Vamos... llegaremos tarde – arranco y salimos de ahí
-Pero que llevas puesto – alza una ceja
-Amiga no empieces –
-Sabes que tienes un cuerpo estupendo y te escondes con ropa holgada –
-No lo hago –
Me sonríe
Todo el camino mi mente estaba en blanco, al llegar a la prepa e ir hasta la clase no compartimos miradas, hasta que nos sentamos en nuestros lugares de siempre saludando a Cora y Marco. Desde el otro día no he recibido ningún mensaje de él y ni hemos cruzado palabras.
Estuvimos conversando hasta que comience la hora de clase y en la puerta se encuentra Daniel con su mochila colgada en uno de sus hombros, curiosa me quede mirando sus ojos azules oscuros, en sus manos se encuentra su casco. Está vestido con un jean rasgado junto con una polera color negro con un estampado de calavera y una chaqueta jean.
Tiene rasgos de chico malo, no lo conozco mucho, pero viendo de arriba y abajo parece simplemente un chico ordinario, como todos. Al verlo tan detalladamente y seguirlo con los ojos regresa su mirada y desvió mi campo de visión hacia otro lado.
Casi me atrapa
¿Qué rayos estoy haciendo?
Al momento de regresar mi mirada hacia mi mochila entra la maestra iniciando la primera hora, será un día cansado. Tome nota lo más que pude, siempre pasa que escriben y borran al instante.
Siempre
Esta tarde tenemos planeado vernos los cuatro nuevamente para seguir haciendo el trabajo en grupo, hace semanas tuvimos una revisión y nos fue muy bien, estamos más adelantados que los demás. Solo nos falta poco y lo terminaremos en un tiempo record.
Luego de varias horas sentados descansamos en el receso y volvimos dos horas más y se termina el día cansado, pero sobrevivimos. Luego de terminar la última clase yo y Nora caminamos directo a su auto. Cora ira como siempre con Marco.
