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3 semanas después

Estamos más de la mitad del año de la preparatoria, es un jueves al mediodía en la ultima hora de clases, lo malo de los jueves, tenemos dos horas de intenso algebra, no sé cómo lo hago en los exámenes porque en los trabajos sabe hacer mi hermano, gracias a él y mis amigos son las razones que logro salir de esta materia. Cada vez se hace más complicado que no entiendo nada.

Los números en algún punto se volvieron letras y eso es lo que me confunde más de lo que estoy. Lo bueno es que tengo una asistencia perfecta, jamás en la vida de la estudiante que soy he faltado, crecí así con mi madre, al principio ella me traía hasta que Nora tuviera un auto y se hiciera un hábito traerme y regresarme a casa.

Tengo tanta suerte que jamás he perdido una materia, siempre fui buena estudiante, aprendí de la mejor madre que tengo, ella siempre estado en todo momento a mí y Alex apoyándonos en todas las decisiones y que hagamos en nuestras vidas.

Luego de dos horas de intenso algebra decidimos ir por agua, siento que mi sistema humano necesita agua, compramos cada uno una botella, caminamos hacia la salida mientras yo abrí la botella tomándome más de la mitad.

Que sed sentí cuando solo mis labios toco un poco de agua hasta enviar todo eso a mi cuerpo, apenas estamos a diez pasos por salir e ir por el estacionamiento sentí una mirada fija en mí, me sentía rara e intenté calmarme y seguir mi camino cuando sentí una mano en el brazo derecho.

- ¿Estás bien? – dice Nora

-No... bueno si – dude

- ¿Por qué dudas? –

-Siento que alguien tiene la mirada fija en mí – suspire - ¿puedes ver quién es? no quiero regresar a ver –

Se dio una vuelta en mi cuando su cara normal cambio de una sorprendida, enserio estoy algo asustada.

- ¿Sabes quién es? - asintió – Me lo vas a decir –

-No sé si decirte – sonríe

-Si no me dices, se cómo sepultar un cadáver – dije de broma

Ríe

-Es tu amigo – hace una pausa – el vecino – alza una ceja

Abrí la boca para decir algo, pero las palabras se fueron, eso si no me lo esperaba.

¿Pero qué?

Rayos

Tiene que ser una broma, donde está la cámara para destruirla.

Debo salir de este lugar, ni si quiera lo veo y me siento intimidada. No me importa nada, solo seguí caminando hacia el auto de Nora mientras los demás desaparecían del otro lado y nosotras decidimos ir al camino más largo.

Ya dentro del auto empiezo a sentirme mejor, Nora arranco y yo desvié la mirada de la preparatoria hacia el camino, tuvimos que pasar por cinco semáforos luego a la derecha para ir después a la izquierda en un largo tramo y hemos llegado, Nora me dejo en puerta de casa y yo salí como si no hubiera pasado nada en la preparatoria.

Me despedí de ella al cerrar la puerta de copiloto y caminé hacia la entrada de la casa, me grita de despedida y me guiña el ojo, ella siempre con su carisma alto y yo aquí con mi autoestima al cincuenta por ciento. Abrí la puerta y vi a Alex de nuevo con su teléfono, ya me cansa verlo todo el día.

¿Qué tanto se habla con esa tal chica?

Al verme, solo subió la mirada y lo desvió de nuevo al teléfono, yo solo lo ignore pasando a su lado mientras iba a la cocina a buscar a mi madre, doy dos pasos y huelo a galletas de mi sabor favorito, mi madre siempre hace algo, jamás se cansa de hacer tortas, galletas, cupcakes, realmente es la mejor.

La abrace de sorpresa y se asusta.

-Caramba... casi me matas del susto – se da vuelta y se toca el pecho

Yo solo me rio

-Perdón, me das una – hice un puchero

-Para ti mismo hice – sonreí – pero las de acá, son para tu hermano – viré los ojos

A veces creo que le consiente más a el que a mí, aun así, la quiero con toda mi vida. Tome cinco galletas con un vaso de jugo de naranja y subí las gradas dirigiéndome a mi cuarto, con hambre deje la comida en la mesa del centro y la mochila en la mesa de escritorio.

Abrí la mochila dejando el cuaderno de algebra, un lápiz y borrador. Me senté mientras comía una galleta u bajando la cabeza por la concentración de resolver problemas que ni se para que sirven. Se para que sirven, pero en mi no.

...

Acabo de terminar el trabajo que no logre terminar en clase, al acabo lo de algebra y subo la mirada accidentalmente veo la ventana de la casa de al lado cuando el chico que se supone que es mi vecino y compañero de clase entra a mi vista con solo una toalla en su cintura.

Me sobresalte, mis ojos se hicieron más grandes de lo que son. Sentí que mi rostro subía el calor, tanto que me agaché con pena, no debí hacer eso, tome del gran vaso de jugo tomándome un buen trago, mientras me levantaba y me coloque ropa más cómoda dentro del baño. Escogí un calentador de buen color que resalta mi piel con los mismos tenis que estoy puesta.

Di otro trago mientras me deba vueltas sin hacer nada hasta que el guiara sus ojos fuera de mí, debo enfrentarlo o no, no quiero perder la poca dignidad que me queda. No tengo otra opción que volver a mirar al frente de mi ventana, doy dos pasos y lo veo colocándose una camisa.

No puede ser, lo estoy mirando de reojo y mis ojos se abren aún más, dios santísimo. Me calme y me senté nuevamente acabándome las galletas junto con el jugo que deje de lado del cuaderno de algebra. Lo ignore ligeramente hasta que siento lo mismo cuando estaba saliendo de la preparatoria.

¿Por qué me mira tanto?

¿Qué es lo que tengo? ¿Un grano?

Vuelvo a subir la mirada y se junta con la de él. Siento que un calor recorre por mi cuerpo de un momento a otro, de repente sonríe y yo no sé qué hacer. ¿Debo sonreír? Intento ignorarlo de nuevo y un sonido me hace volver a la realidad.

Es Alex abriendo la puerta mientras yo regreso a verlo, me mira con sus ojos pasivos volviéndose a unos molestos, entra a mi cuarto sin mi autorización mi ceño se frunce al ver lo que hace, camina hacia mí y rompe el silencio.

-Debes tener frio – cierra la ventana junto las cortinas pequeñas

- ¿Qué rayos te pasa? – digo molesta

-No me pasa nada, solo me preocupo –

- ¿Tu preocuparte por mí? – alzo la vos - ¿Qué me dices tú que no dejas de mensajear? Así que yo también lo hago y enserio eso me molesta, ¿Cuándo me contarás con quien te estas mensajeando? – solté todo lo que tenía aferrado

-Ese no es tu asunto, yo puedo hacer lo que me dé la gana – él también me alza la vos

-Eres un mentiroso – tomo mis cosas y salgo de ahí

- ¿A dónde vas? – me empieza a seguir

-Ese no es tu asunto, puedo hacer lo que quiera – digo sus palabras lo que lo hace molestar más.

Estoy por salir y veo a mi madre viéndome con cara de que carajos cuando Alex me toma del brazo girándome hacía su pecho, molesta con el dolor del brazo suelto el agarre y deje la casa atrás y solo escuche un susurro bastante distinguido.

-Ni se te ocurra acercarte a ese tipo – me susurra antes de salir de casa 

Cuando te vi ✔ COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora