21

21 3 0
                                    

¿Qué acaba de pasar?

¿Dónde estoy?

Intento abrir los ojos, lo hago despacio para acostumbrarme a la luz blanca. Escucho una maquina a mi lado, veo una intravenosa en la muñeca derecha y peor, el brazo izquierdo esta vendada.

Lo que faltaba.

El brazo derecho por suerte está bien, las piernas las siento dormidas, la cabeza me duele como si me hubiera golpeado con algo muy fuerte, intento no moverme mucho, pero al mismo tiempo quiero moverme.

Necesito un estirón en todo el cuerpo.

Todo me duele

No me di cuenta que había una persona a lado mío revisando mi estado, al verme que desperté me sonrió y comenzó la plática.

¿Qué...Qué paso? – tartamudeo

-Hola, soy la Doctora Clarita – dice una chica de postura delgada con una vos suave y una tez no muy blanca – Tuviste un accidente de auto ¿Puedes decirme tu nombre o prefieres anotarlo? – señalo la libreta que llevaba en sus manos.

Asiento y escribí mi nombre en su libreta.

-Llamare al Doctor de turno – me dice y sale del cuarto.

Cerré los ojos al poder recordar algo, imágenes pasaban y me sentí muy agobiada, molesta conmigo misma. Como no pude evitar esto. Me da ese sentimiento de descansar, aunque ya lo estuve haciendo.

Todo es culpa de Daniel, si no hubiera pasado nada, no estuviera aquí.

Al lado derecho hay un vaso de agua, no sé qué tanto tiempo he estado dormida o inconsciente, siento mucha sed, intento tomar algo de agua, pero otra mano lo recoge y lo coloca en mi mano. Subo mi mirada hacia el doctor.

Doy una bocanada de agua y pongo en el mismo lugar de antes, mientras regreso a ver al doctor que está a un lado mirándome fijamente. Él también lo veo impresionado, me pregunto porque será.

Toma su hoja y dice mi nombre.

-Señorita Vera Cecilia Ellis, soy el doctor Donovan, usted presenta una fractura en el brazo izquierdo y una leve contusión, tuvo suerte en el choque de hace dos horas – el doctor se incorpora, hay algo que se me hace familiar.

El doctor está puesto una masacrilla junto con unos lentes, bata blanca, debajo el uniforme color azul no tan oscuro. Alzo su mirada hacia mí y choco con la mía. Que ojos, son de color avellana si no me equivoco.

Mierda

¿En dónde ya los había visto?

Pienso y pienso, la única vez que vi unos ojos así fue hace casi dos o tres meses en el bar con Nora. Recordando de esa noche, Nora me dejo sola con el tipo. Sí que era apuesto.

Una vos me hace salir de mi mundo, no me di cuenta que dejé de escucharlo a lo que decía. Moví la cabeza para dejar de pensar las cosas.

El sigue estando a un lado de mí.

-Te estaba diciendo si hablo con tu madre o con Nora – la última palabra me hizo abrir los ojos.

¿Cómo sabe de ella?

¿Ella lo conoce a él?

- ¿Cómo es que...? – respondo confundida

Me da una sonrisa burlona mientras enseña sus dientes al sacarse la mascarilla.

-Me di cuenta de tu rostro confundido, al principio estuve igual y recordé en donde te conocí – me queda mirando – Vera, no se me ha ido tu nombre, no te olvidado–

Cuando te vi ✔ COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora