δέκα

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Somos producto de nuestro pasado; pero no tenemos por qué ser su prisionero.

- Rick Warren.

JiMin esa noche apenas había dormido, estaba casi muerto del sueño y YoonGi estaba abrazando su brazo, pues hasta la habitación llegaba el olor amargo del padre del menor. El de cabellos platinados bostezó y se separó del palido para mirarlo, tenía ojeras y se veía muy cansado.

- ¿Qué quieres comer? -

YoonGi se encogió de hombros y bajó la mirada, tenía algo de miedo y estaba apenado tambien.

- Entonces traeré lo que sea, YoonGi, vuelvo en unos minutos. No salgas. -

El menor salió de la habitación y con ayuda de su madre preparó comida extra, fue cuando la mujer aprovechó para preguntar sobre el pálido.

- Oye, JiMin, ¿Donde conociste a ese chico, el guardia tuyo? -

El chico se tardó en contestar y luego miró a su madre con los ojos casi cerrados.

- En un bosque. -

- Es muy bonito ese chico alfa. -

- Es un omega. -

- No le mientas a tu madre, Hijito. Sé distinguir entre alfas y omegas. Ese chico tiene un gran carácter y me gusta, ¿a ti te gusta? -

- Mamá, no me va a gustar un Alfa, yo soy un alfa y para tener una relación así uno tendría que convertirse en un Delta, eso sin mencionar que me quitarán todo y ya no serías mi madre. -

- Siempre seré tu madre no importa lo que creas, quieras o pase. Eres mi hijo, JiMin, yo te llevé en mi vientre nueve meses, te he cuidado y criado por 23 años. ¿Piensas que por algo que hagas o sientas diferente voy a dejarte a tu suerte? -

El chico sonrió con ternura y luego soltó un suspiro de alivio. Saber que al menos tendría a su madre lo relajaba un poco; pero tampoco se podía dar el lujo de hacer que arriesgue su vida por él.

- Ahora, ¿Te gusta? -

- Es solo un amigo... -

Dijo entre un suspiro que hizo a su madre dudar, se rió de su pequeñín para negar.

- Te comportas como yo cuando estaba enamorada. -

El chico se sonrojó y la miró de reojo.

- Siempre lo negaba entre suspiros. Tiene que gustarte algo del muchacho. Sus ojos, su rostro, su personalidad o su aroma, dime. -

- Bien... Es su piel y aroma. -

La mujer chilló de alegría, su loba interior saltaba de un lado a otro por la felicidad. Querían a su hijo feliz, que se casara por voluntad propia, que cuando hiciera su vida fuera feliz con quien ama a su lado.

- Huele a bosque. Tal vez a roble, porque sé tierra mojada no es y ese es uno de los mayores placeres de la vida, no? -

La mujer asintió con rápidez, su hijo pronto llevó toda una bandeja de comida con él y ella lo siguió. Pronto, cuando llegaron al cuarto se encontraron con el pálido quien miró a la mujer con algo de seriedad, aún así se veía asustado.

- Mi padre se fue hace rato, tranquilizate. -

Dejó la comida junto a YoonGi, este se quedó mirando la bandeja y pronto comió con cuidado para degustar del sabor del alimento, poco después volvió a comer.

- Es tan lindo -

YoonGi miró a JiMin.

- ¿Por qué la traes? Es mujer de tu padre y puede llamarlo en cualquier momento y matarme. -

- Claro que no, nuestra unión no fue como lo había esperado. Es decepcionante; pero no tienes porque preocuparte. -

Se apuró a sentarse entre JiMin y YoonGi para hablar con el pelinegro.

- ¿Como te llamas? -

El chico hizo un ademán para hablar; pero JiMin se adelantó.

- Se llama YponGi, es un lobo paranoico el cual vive en un bosque, solo y cuando nos conocimos me salvó de un delta y casi me mata. De nada, YoonGi. -

JiMin supo que el mayor respondería a su madre con un: '¿Que le importa?' o 'No le voy a responder, metiche'. Ambos se gruñeron con algo de fuerza, pues que él respondiera por su persona le molestaba.

- Estaban adentrándose en mi hogar, quería protegerlo. Y por cierto, señora, la comida es buenísima, le agradezco de haya tomado la molestia de hacer algo extra para mi. -

JiMin levantó sus cejas, impresionado por la actitud respetable del chico. Eso hizo la mujer lo quisiera más como para ser su familia.

- ¿De donde vines YoonGi? -

El chico frunció el ceño y bajó la mirada.

- No lo recuerdo. No quiero recordar mi pasado, fue malo. -

La mujer se disculpó por preguntar; pero el chico no parecía afectado por ello, solo le sonrió y continuó con su acción anterior. La madre del menor le sonrió otra vez ante el comportamiento del chico, le parecía triste a pesar de todo. Mientras que YoonGi estaba totalmente neutral; pero su lobo lloraba y lloraba; porque él recordaba donde vivía, su familia, lo que sufrió por años hasta que todo se volvió negro y llegó ahí. Le dolía y cuando estaba solo, que no tenía como mantenerse activo, esos recuerdos malos volvían a él y lo mataban. YoonGi trataba de ignorar a su lobo, no le gustaba escucharlo llorar y que recordara toda su vida. No las buenas, mucho menos las malas. ¿Por qué no sus buenos recuerdos? Extrañaría lo que tenía. Las malas, obviamente para no hacerse pedazos otra vez, no quería verse vulnerable, en lo absoluto, ante nadie.

- ¿Quieres más de comer, YoonGi? -

- Sí, por favor -

Dijo con un leve sonrisa, la mujer se marchó para cocinar más. JiMin se sentó junto a YoonGi, pronto recibiendo un pequeño gruñido de su parte.

- ¿Que sucede, YoonGi? Hay algo que te molesta, lo sé. -

- No sabes nada de mi, JiMin. ¿Por que me trajiste? ¿Por que no me dejas en paz? Yo solo quiero vivir tranquilo, sin que nadie me moleste; pero me haz arrastrado contigo a varias cosas. -

- Calmate, Por favor. Pronto acabará, cuando sea el líder de la manada estarás tranquilo, no debes preocuparte de gente que vaya a tu bosque, castigaré a cada alfa que lastime a los débiles. Sé que hubo gente que te lastimó, también tomaré justicia por tí. -

- No necesito de eso. Solo de paz, nada más -

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Love Me Flawed Under The Stars Of The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora