τριάντα πέντε

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El amor no necesita ser entendido, solo necesita ser demostrado.

- Paulo Coelho.

JiMin esa noche se quedó junto a YoonGi en una de las habitaciones que habían prestado. El cuerpo del pálido tenía un poco más de ese calor que a JiMin tanto le encantaba. El lobo platinado se acercó más al cuerpo de su pareja para cerrar sus ojos y tratar de dormir. Así sucedió la mayoría de la noche hasta que el menor despertó, estaba ansioso por alguna razón, era cierto que ya había pasado demasiado tiempo en su forma lobuna por lo tanto se sentiría extraño. Se transformó nuevamente, suspiró y se acomodó para mirar el techo. Agarró una sabana para cubrir su cuerpo desnudo y luego miró a YoonGi, se acercó lo más que pudo a él para acariciar su rostro, besó la mejilla del palido y luego sus ojos, después acabó en sus labios dañados. JiMin suspiró y abrazó a su novio con ternura.

- Te amo, Seoltang. No dejaré que nadie te vuelva a dañar lo juro. -

Susurró JiMin con una leve sonrisa, estaba feliz de que su amado estuviera en mejores condiciones y esperaba el día siguiente fuera igual, si no fuera porque lo mismo del día anterior hubiera ocurrido. Esta vez JiMin dió una pelea más larga y sangrienta. Debía admitir que se había pasado de la raya cuando vió que había arrancado algo de carne y eso no había ayudado en nada. El antiguo líder Ryu parecía despreciarlo; pero JiMin solo estaba ahí por su lobo luna y nadie podía lastimarlo más, no si el estaba tan al tanto de la situación. El hombre había ordenado a su hijo lo sacara de la casa toda la noche; pero este se negó rotundamente.

- Creo que entiendo su situacion. Si tu pareja, más en específico tu lobo luna es lastimado, torturado y a estado a nada de morir serías hasta más agresivo, padre. Sé que me lastimó; pero no puedo castigar a su lobo luna por ello. Básicamente su receta es estar al lado de su Alfa, lo necesita y él solo trata de proteger a su novio todo lo que puede, así sea lastimar a quien le tendió la mano. Puedo entender que es no confiar en quien te ayudo, creeme. -

Habló KiSeok. Su padre, no complacido con tal respuesta decidió no dirigirle la palabra, no hasta que su hijo decidiera hacer lo que él había dicho; pero así se quedó. El muchacho no parecía tomar medidas drásticas por sus heridas, estas solo fueron tratadas y sus brazos vendados. El muchacho no parecía tomarle importancia, como si estuviera acostumbrado a ello. Cuando JiMin decidió ser más pacífico, de alguna manera básicamente mágica, tenía ropa de su talla sobre la cama, junto al cuerpo dormido de YoonGi.

- SeolTang, ¿De dónde vino esto? -

Preguntó confuso, obviamente no esperando respuesta alguna, en lo absoluto.

- Tengo hambre, ¿Sabes? Pediré algo saludable para seguir fuerte. Debo correr tambien, ¿No crees? Necesito ser más fuerte para protegerte. -

Habló otra vez JiMin, entonces se cuestionó un momento si era lo correcto en arriesgar dejar a su pareja solo por lo menos una media hora. Lo consultó con su lobo, ambos quedando de acuerdo en que no valía la pena arriesgar a su chico por eso, tal vez luego tendría la oportunidad y podría estar con YoonGi mientras este dormía como siempre suele hacerlo. El peli plateado sonrió y besó la frente del mayor, con ternura.

- Te amo, Seoltang. Vuelvo en seguida. -

Se vistió y marchó a la cocina. Pidió unas frutas y en cuanto se las dieron agradeció con una sonrisa para rápidamente volver a la habitación ahora donde Ryu KiSeok se encontraba. JiMin se puso alerta; pero el muchacho al verlo negó y sonrió para calmarle.

- Calma. No le haré nada, puedo notar su aroma boscoso, parece oler a madera de roble, ¿No? Todo un terreno frondoso lleno de eso; pero parece como si recién hubiera llovido. Roble mojado. -

Habló de manera especifica. JiMin se sentó a un lado de YoonGi y comió, observando muy atentamente al individuo frente a él.

- Sí, ese es su aroma. Parece que estoy tan acostumbrado que no me percaté de cuan fuerte era hasta que lo mencionaste. -

Contestó JiMin con el ceño fruncido.

- Es un aroma de alfa. -

Se respondió KiSeok, miró a JiMin con cierta seriedad.

- Lo sé. -

JiMin no pareció afectado y acarició los cabellos negros todo enredados de YoonGi.

- Tanto él como yo somos especiales, el uno para el otro. -

Sonrió orgulloso.

- Si te molesta su aroma de Alfa, puedes marcharte, no me interesa lo que pienses, ¿Sabes? -

- Le molesta a mi padre, parece expandirse por toda la planta. -

JiMin se encogió de hombros restándole importancia.

- Creeme, más que él, yo quiero irme. No me siento cómodo aquí. -

- Tu y yo sabemos que Jeonju es en donde mejor atención médica puede tener su pareja. -

Habló KiSeok y suspiró para mirar a otro lugar, JiMin había asentido.

- ¿Como es que estando unidos desde nuestros ante pasados no he sabido nada de ustedes o de toda esta evolución medica? -

- Estamos escasos de material, algunas de las medicinas que tenemos son de plantas en el norte. Más allá de la frontera y últimamente Corea del Norte no a enviado material para los medicamentos. -

JiMin lo miró con seriedad para mirar a otro lugar y pensar.

- Hablaré con el líder de Corea del Sur para que él haga arreglos para que traiga tu material medicinal. -

Habló JiMin algo serio, KiSeok observó al menor que se levantó para así ir a por algo de beber que había olvidado. Ryu se quedó mirando a YoonGi y gruñó fuerte.

- Maldito suertudo. JiMin te cuida y pronto saldrá de su escondite para decirle a todos que está contigo y no eres normal. -

Mencionó con cierta molestia, envidiaba a YoonGi en ese instante. Deseaba tambien que JiMin lo quisiera y cuidara.

- Pero... Lo único que puedo hacer es observarles como son felices y siguen juntos después de tantas cosas. -

Susurró con la mirada baja y el ceño fruncido.

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Love Me Flawed Under The Stars Of The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora