έντεκα

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Aquél que no es celoso, no está enamorado.

- San Agustín.

Al cabo de unos días, YoonGi comenzó a sentirse algo más cómodo junto a la madre de JiMin. Nunca hablaron de lo pasado, la mujer era muy alegre y JiMin tanto como su madre, eran muy activos. Haciendo al pálido quedar cansado con solo verlos y quedar dormido. La mujer trataba al chico con suma delicadeza y al JiMin ver eso, sentía su estómago hacerse un nudo. Parecía querer ser él quien cuidara del chico, solo él. No le gustaba su madre se acercara en exceso al Delta y menos cuando dormía. Era cuando más pacífico y radiante se veía, habían dormido en la misma cama más de una vez y JiMin muchas veces se desveló por admirar su pálido rostro iluminado por la luz de la luna que entraba por su ventana. Muchas veces contenía las ganas de acariciarlo, su rostro parecía delicado y perfecto.

- YoonGi, ¿Quieres salir? -

Su madre lo miró sorprendida, parecía lo quería llevar a una cita y YoonGi, estaba a nada de dormir otra vez.

- Quiero dormir. -

- Siempre duermes, levanta tu trasero de ese asiento y salgamos. -

- No tengo que obedecerte, JiMin -

El menor se acercó, lo acorraló entre sus brazos y la mesa, con su cuerpo pegado a su espalda ahora encorvada para descansar. El delta notando con más claridad su aroma empalagoso cubierto de perfume agrio, creando un aroma agridulce que hizo sus hormonas volverse locas por un leve segundo. Su estómago de contrajo al sentir su aliento sobre su nuca marcada y ambos empezaron a gruñirce con fuerza, la mujer se preocupó por ambos, no quería se lastimaran.

- Chicos, chicos, calma, por favor. -

Ambos se detuvieron y miraron a la mujer. Ella suspiró aliviada de tener algo de "poder" sobre ellos.

- YoonGi, pienso deberías salir más, ve a tomar algo de sol, sí? -

- Sí, YoonGi, un poco más y puedes ser fantasma. -

- Cállate, JiMin. -

El chico chistó y frunció el ceño, el palido se levantó, mientras que el menor sonreí y sentía su estómago coquillear. Ambos se vistieron, YoonGi con una chaqueta de JiMin, de esas que le quedaban grande, se limitó a solo cerrarla, no tenía una camisa; pero eso no le preocupó. Ambos hombres salieron de la enorme casa para comenzar su paseo. JiMin aprovechó para comprar ropa, no para él, si no para su acompañante, quería tuviera que vestir y enseñar. Ambos entraron a varias tiendas, estuvieron por ahí por horas. Al la hora de comer, JiMin comió ensalada y miró al palido comer una ensalada, hamburguesa, papas fritas, sus nuggets, un helado en vaso con caramelos sobre el mismo, tomó de su gran vaso de soda y comió algo poco picante, re lamió sus labios para bajar un poco la bragueta de la chaqueta puesta, exponiendo parte de su pálido pecho. JiMin frunció el ceño y se estiró para subir la misma, que cubriera la mayoría del cuello de YoonGi.

- ¿Que haces? -

Preguntó el chico alterado.

- No expongas tu pecho -

- ¿Por que? Tengo calor. -

- No me importa, yo también tengo calor. -

Comió de su ensalada para no hablar del tema más. Tenía ese revoltijon en su estómago, era irritante y hacía su apetito desvanecerse. Hizo su platillo un lado y suspiró con molestia. El pensamiento de que alguien lograra ver su pálida piel lo irritaba eso sin mencionar que su madre ya lo ha hecho y YoonGi estaba teniendo pequeñas reacciones a su celo, algo que el mismo Delta no ha percibido; pero si su lobo interior. El de pelaje platino se ponía inquieto y poco después parecía muy necesitado, listo para hacer de YoonGi suyo, gruñía y jadeaba, se ponía ansioso, lo deseaba. Ahora, ese era el problema que tenía, quería marcar de rojo toda esa piel lechosa. Se acomodó hacía atrás admirando a YoonGi, buscando algo que hiciera a su lobo distraerse con ello, miró después la entrada del restaurante, un omega o beta le vendría de maravillas.

- Pareces esperar algo. -

JiMin lo miró con cierto enojo, para después ignorarlo por unos minutos. Pronto YoonGi y el menor volvieron a casa, el de cabello platinados cargando varias bolsas de ropa, la mayoría para YoonGi. El pelinegro se acercó a la casa hasta notar un olor amargo y familiar. Se detuvo y miró al más pequeño que solo le miraba con tranquilidad.

- ¿Podemos ir a mi bosque? -

- ¿Donde he dejar esto? -

- No lo sé. -

El chico suspiró y asintió, pensaba en comprar una tienda de campaña para YoonGi cuando la puerta de su hogar se abrió.

- ¡JiMin! Hijo mío, veo trajiste a tu amiguito, quisiera hablar con él. -

YoonGi entró en pánico, no quería entrar; pero su lobo gruñía, quería deshacerse de ese hombre, luego e un minuto llegó a un acuerdo con su lobo interior. Entraría y se enfrentaría a ese tipo. Se encaminó al interior de la mansión, el alfa menor detrás de él, dejó las cosas en una esquina para suspirar.

- ¿Que necesitas de él? -

- Quiero hablar con el chico. Me parece conocido, no sé de donde. -

- YoonGi... -

Susurró el menor al ver estaba tenso. El chico tenía una batalla interna, su lobo ahora agresivo contra su lado humano, temblando, tratando de calmar a su oponente con suaves susurros temblorosos y de alguna manera llegaron a un acuerdo. Pasivo-agresivo.

- Tal vez y te conozca, más de lo que ellos jamás lo harán. -

- ¿De que hablas, YoonGi? -

Susurró el menor y lo agarró suavemente del brazo.

- ¿YoonGi, niño, que hablas? -

- Nada importante, cuando llegue el momento el sabrá de que hablo y luego se arrepentirá de haberlo hecho -

El chico sonrió con leve superioridad. Para ese momento que se diera cuenta quería haberle hecho sufrir; pero mucho. Había encontrado a uno de tantos y para su enorme lobo llegar a un acuerdo pasivo-agresivo cuando se trataba de enfrentar a alguien, debía después hacer mal a la persona. Su lobo era rencoroso y vengativo, muy agresivo, la idea le gustaba a YoonGi, a su parte humana lo intimidaba un poco; pero no se oponía.

Por otro lado, saber que YoonGi y su padre se conocían lo enfurecía, tal vez hubo una relación algo tóxica; Pero ¿Cómo? ¿Será que YoonGi era el segundo de su padre? El chico sostuvo con fuerza el brazo del pálido, mirando a su padre con celos; pero para nada notorios. Le molestó que alguien más tocara la piel lechosa de YoonGi y en este caso lo lastimara, porque antes notó el miedo del chico al ver a su padre. Odiaba a su progenitor. Fue cuando JiMin entendió que los celos lo carcomían, que eso solo se obtenía cuando había algo y tambien supo quería tener a YoonGi y pronto.

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Love Me Flawed Under The Stars Of The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora