είκοσι πέντε

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Eres el lugar al que siempre quiero volver.

- Avenida 749.

JiMin y YoonGi amanecieron aun abrazados, el mayor sonrió al ver las mejillas abultadas de su novio algo rojas y que limpiaba algo de saliva que había salido por la comisura de sus labios pues después de mucho había dormido como un niño. Su cabello platino fue acariciado y hecho a un lado cuando se volteó a ver al peli negro, apenas y lo veía, tenía sus ojos hinchados aun estaba adormecido.

- Buenos días... -

- Buenos Días, pequeño. ¿Como amaneciste? -

JiMin se acurrucó en el pecho desnudo y caliente de YoonGi para rodear uno de sus brazos por la cintura del pálido.

- Bien, fue contigo y no hay peleas. -

Susurró para besar la mandíbula de su pareja, YoonGi sonrió y se sentó en la cama con cuidado.

- Trataré de hacer el desayuno. Si se quema algo no me haré responsable. -

JiMin rió por el comentario no creyendo las palabras de su lobo luna, dejando hiciera lo dicho. Se preparó, solo poniéndose una camisa holgada y oscura, una de las de YoonGi para bajar las escaleras encontrandolo aun desnudo. Tomó un mantel y la correa tirada en el suelo desde la noche anterior para ponerlos en el pálido quien soltó un leve quejido pues para él se veía ridículo y JiMin lo veía y admiraba de la forma más perversa que jamás había dado a alguien.

- Mi sirviente se vé muy sexy. -

Mencionó tallando sus ojitos rasgados. El pelinegro arqueó una ceja y negó.

- No soy el sirviente de nadie; pero aceptaré tu cumplido. -

- Buh... -

YoonGi rió por lo bajo al escuchar al menor, parecía un niño cuando estaba en la casa. Preparó el desayuno y luego se lo dió a JiMin. Fue a darse una ducha para después sentarse junto al menor quien compartió su desayuno con él. El peli negro acarició el muslo desnudo de su novio mientras lo miraba, ese día despertó con ganas de molestar al chico a su lado.

- YoonGi, no tengo ropa debajo. -

Informó al palido que sonrió y besó su mejilla y luego su cuello, lamiendolo y mordiendolo, dejando marcas rojas, mientras sostenía el rostro del chico para que no se moviera. El más pequeño cerró sus ojos y se mordió el labio, disfrutando de las acciones de YoonGi, su miembro comenzando a ponerse duro cuando sintió su mano acercarse a esa parte, apretando su muslo marcando su mano por unos segundos.

- Seoltang, y-yo.... -

Se volteó para continuar con lo que su novio hacía; pero este se levantó y caminó a la puerta. Antes de voltearse a ver al de cabellos platinados se mordió el labio y sonrió.

- Iré a mi bosque para buscar algunas frutas, vuelvo pronto. -

Re lamió sus labios mirando al chico que lo observaba atónito, tratando de entender que había sucedido hace unos minutos y en ese mismísimo instante. Al el palido salir, JiMin se quedó mirando la comida y luego levantó un poco la camisa que tenía puesta viendo su pene erecto, se quedó mirando después a un punto fijo y suspiró.

- Hijo de puta. -

YoonGi pronto se encontraba en su bosque buscando algunas frutas para comer después. Estaba cerca de su roca cuando escuchó algunas ramas romperse a unos pasos de él, cuando se volteó alguien chocó contra su pecho y de alguna manera eso le recordó a cuando conoció a JiMin. Cuando se alejó que sintió el suave aroma a girasoles, miró al chico quedando sorprendido al ver de quien se trataba, a pesar de que se veía raro ante sus ojos el hombre al verlo no dudo en rodearlo con sus brazos.

- Hoseok... -

El mayor sonrió y se separó un poco.

- Tanto tiempo, por amor a la Luna... Sigues... Igual... -

El mayor frunció el ceño para tomar al palido de sus mejillas levemente rosadas lo miró con cuidado con sus ojos aguados, asustado, pues sus creencias hacia la luna eran fuertes. Abrazó al muchacho con fuerza luego sintiendo sus empujones.

- Beta tonto, ¿Qué te pasa, Hoseok? -

Gritó molesto por todo el cariño, empujando al hombre de por sobre 30.

- ¿Qué haces aquí en Busan? ¿En éste bosque? -

El de 35 iba a hablar; pero se detuvo, no podía decirle a nadie de lo que su amo lo había encargado.

- No lo sé, me perdí hace unas horas. -

Habló Hoseok para abrazar el brazo del pálido, su corazón latía fuerte otra vez, hace mucho YoonGi había desaparecido; pero estaba ahí, frente a él otra vez. El alfa que el tanto había admirado y amado desde que él se mudó a Daegu y se crió desde sus 4 años con él. El pálido frunció el ceño notando un ligero molesto aroma en Hoseok, eso luego de divagar un poco.

- Suéltame, Hoseok, iré a comer, ya quiero llegar a casa. -

Gruñó; pero el mayor no le hizo caso, le sonrió y se quedó a su lado hasta que llegó a la casa que el muchacho hablaba, no gustandole lo que veía en la puerta. El tan hablado líder de Busan, frunció el ceño y cuando YoonGi llegó junto al chico se soltó de su fuerte agarre para susurrar algo al líder, quien se hizo a un lado dejandolo pasar. Hoseok al entrar miró a todas partes con algo de nerviosismo, sentía la mirada del menor de todos en su nuca y eso lo estaba incomodando mucho.

- YoonGi me dijo que eras su amigo. ¿De cuando se conocen? -

Hoseok frunció el ceño.

- No me mal interprete, Líder; pero no tengo porqué contestar su pregunta tan personal. Simplemente somos amigos. -

- ¿Como te llamas, beta? -

- Jung. -

- ¿Solo eso? ¿Jung? ¿Jung qué? Dime tu nombre completo. -

Interrogó JiMin con muchos celos y YoonGi solo trataba de no meterse. Hoseok era uno que cuando quería molestar, lo hacía y JiMin era uno fácil de molestar, mientras, YoonGi nunca se metía en cosas de esa índole, pues jamás le interesaron los problemas; pero esa pequeña pelea lo entretenía mucho. Las dos personas de ese grupo importante para él peleaban por él, siempre tenía muy en claro que a Hoseok le atraía y él hace años se lo había dicho.

- No te interesa, Park. Vine para hablar con Yoonnie... Me alegra volver a verte.-

Le sonrió y se sentó a su lado, muy cerca pronto acariciando el cabello del pálido quien solo miró al menor que estaba a nada de ponerse como tomate.

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Love Me Flawed Under The Stars Of The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora