δεκαεπτά

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La paz no es la ausencia de guerra, es una virtud, un estado de la mente, una disposición a la benevolencia,  la confianza y la justicia.

- Baruch Spinoza.

JiMin arregló la ropa de YoonGi antes de dejarlo en una silla junto a él en la mesa de reuniones. El chico estaba algo nervioso y el pálido se estaba molestando por ello, lo tomó de la mano con algo de fuerza haciendo que el menor se detuviera.

- No soy un niño, estoy bien y cálmate por favor. -

JiMin asintió un poco para suspirar.

- Bien, luego haré el anuncio de lo de la Luna de Sangre, después te encargas de eso, verdad? Luego voy a una de las escuelas, se prepara para así tener a los niños, debo pedir dejen comida para ellos y cobijas. -

Se recordó JiMin, se mordió el labio nervioso, no por los de Seúl, sino, tal vez por YoonGi, quería ser perfecto para él, un buen líder y compañero.

- Sí, cariño. -

Se sonrojó un poco el menor. YoonGi se levantó para entrelazar sus dedos con los de JiMin y con su otra mano acariciar su suave mejilla.

- Cálmate, todo saldra bien, haz estado prácticamente recitando el tema de la reunión, lo que dirás. -

- Debo tambien encargarme seriamente de esos alfas y la protección de todos. -

YoonGi asintió suavemente y besó a JiMin de manera corta.

- Lo sé; pero como ya te dije. Todo estará bien. Estarás genial. -

Le dió un pequeño beso esquimal, JiMin se sonrojó, le dió mucha ternura el comportamiento suave y comprensivo de YoonGi. La puerta fue abierta con brusquedad, uno de los representantes de Seúl, tal vez tenía la misma edad de JiMin y ninguno se soportaba. Ese resultando ser el próximo líder de Corea del Sur y Seúl, miró al menor y a su acompañante, YoonGi.

- ¿Este es tu representante? ¿Un fantasma? -

JiMin gruñó fuerte al chico desconocido para YoonGi.

- Es mejor lo respetes, engendro. Es mucho más importante de lo que crees. -

Mencionó JiMin con molestia, finalmente entraron las demás personas, algunos miraron a YoonGi, eso sin dejar de lado al líder de Seúl. Todos tomaron asiento, JiMin se sentó derecho, rígido, al contrario de YoonGi que a cada rato cambiaba de posición, cómoda y desinteresada, su espalda estaba curva. El chico a su lado nunca le dijo nada, antes o durante la reunión y la mayoría en la mesa estaban desconcertados por ello.

- Líder Park. -

JiMin lo miró con seriedad, dispuesto a escuchar con suma atención las palabras de quien hablaba.

- ¿Podría controlar a su acompañante? -

Mencionó con leve molestia.

- Tal vez no se ha dado cuenta; pero distrae y es molesto. -

- No más que su aroma, te lo aseguro. -

Love Me Flawed Under The Stars Of The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora