Έξι

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No dejes que el miedo sea tan grande que te impida seguir adelante.

- Juan Camilo.

- Padre él es... -

Su padre interrumpió.

- No me interesa quien sea o deje de ser, JiMin, está en mi casa y lo quiero fuera. -

JiMin se acercó a YoonGi y lo agarró de la muñeca con cuidado, quería acompañarlo al bosque donde pertenecía.

- Suéltame, JiMin. -

- Padre, no lo trates así. Solo quiere hablarte. -

- ¡Cállate, JiMin! -

El chico retrocedió ante la voz comando; pero YoonGi no se movió. Él solo reaccionó de manera negativa, se transformó y se lanzó al hombre, tirando varios mordiscos. JiMin se alejó, la noche anterior vió a YoonGi algo agresivo; pero esa vez lo hizo espantarse. El hombre lo lanzó a un lado haciendo que el lobo chille un poco. El padre de JiMin trató de sacar a su hijo de ahí; pero YoonGi se puso en medio, gruñendo con fuerza, poco a poco se pasaba de un lado a otro, esperando a que el adulto atacara.

- Alejate de mi hijo. -

- Papá, calma, solo atacará si tu lo haces. No le hagas nada. -

- ¿Qué? -

YoonGi se sentó junto a JiMin e hizo acariciara su cabeza. El menor acarició las orejas oscuras y se arrodilló frente a YoonGi.

- ¿Qué quieres? -

El lobo miró al padre de JiMin y le gruñó con fuerza, pronto lamió las mejillas del chico.

- ¿Quieres que él se vaya? -

El menor señaló a su padre.

- ¿JiMin que haces? -

- Puedo mantenerlo calmado si dejas de preguntar. Si no te das cuenta, trato de salvarte la vida. -

Mencionó con molestia, luego le hizo un movimiento con la mano a su padre para que se fuera.

- Ya se fue, transformate y explícame porque lo atacaste, ¿Esta bien? -

YoonGi se quedó transformado en lobo, su parte humana no quería salir, se negaba rotundamente. Temblaba aterrado, recordando su pasado, sabía que si ese hombre lo reconocía nada sería bonito, estaba muy tranquilo como para pasar por eso. No solo eso, estaba muy bien estabilizado como para que ese tipo le hiciera lo mismo.

- YoonGi, hablame. -

El lobo solo miró a otro lugar, se acercó a la puerta para salir corriendo de la casa. No quería volver a acercarse a ese hombre o tan siquiera a JiMin. El chico miró a YoonGi irse, suspiró y miró a otro lugar, no sabía que hacer.

El lobo oscuro encontró su camino devuelta a su dulce hogar. Subió a su roca y se recostó, no pasó mucho cuando se durmió. No estaba relajado, en lo absoluto, por lo tanto despertó en medio de la noche, se volteó y miró el cielo obscuro para suspirar, fijándose en las estrellas, viendo varias constelaciones. El chico se estiró y luego pegó un fuerte chillido, se removió tratando de atacar cayendo de su roca, se sacudió y luego tembló.

JiMin se acercó al mismo y acarició entre sus orejas, le sonrió para calmarlo. Esperó todo el día para verle, pues estaba preocupado por YoonGi.

- Estuve preocupado, YoonGi. ¿Te haz vuelto a transformar? -

Se puso a la altura de YoonGi para acariciar su pelaje. El chico abrazó al enorme lobo y se sentó a su lado.

- ¿Qué estuviste viendo? -

El lobo solo miró el cielo lleno de estrellas y suspiró. Su parte humana seguía en una esquina, abrazandose con fuerza, llorando, tratando de convencerse a sí mismo de que todo estaría bien. Su lobo estaba ahí para proteger su cuerpo de ser profanado otra vez, a veces, en aquel tiempo, YoonGi no tenía el control de su lobo, emergía en el peor momento, después de haber sido lastimado incontables veces, su lobo salía y era para mal.

- YoonGi, hablame, por favor. Necesito me expliques, porque reaccionaste de esa manera. -

El lobo gruñó y se alejó para subir nuevamente a su roca. No quería ver al chico, tan siquiera escucharlo o hablar con él. JiMin frunció el ceño y se transformó, si no podía hacer que YoonGi lo hiciera, el se encargaría.

- YoonGi, Hablame, ya. -

Mencionó en forma de orden, miró a YoonGi desde abajo, pues miraba al lobo en su roca.

- No tengo porque darte explicaciones. -

- Oye, al menos veamos el lado bueno, estamos hablando civilizadamente. A pesar de que estas subido a esa roca y yo aquí, en el suelo. -

- No todos te tratarán como el próximo alfa de la manada. Yo estoy entre esa gente. -

- Bien, me gusta la idea. -

Dijo con positivismo.

- No tengo problema con que sea así, por lo tanto, háblame, te dije puedes decirme lo que sea. -

- No le voy a contar mi vida a un extraño -

- Mira, trato de ayudarte. Quiero seas el primero al que ayudaré, además, te debo una. Salvaste mi vida de aquel delta. -

- ¿Y qué? Estaba metiéndose en mi territorio, no dejaré que nadie obstruya mi hogar y tu eres el único que continúa haciéndolo esperando a que le pegue un mordisco. -

- No seas tan agresivo, no es necesario. -

YoonGi se quedó callado y miró a otro lugar.

- No quiero hablar con nadie. Entiendelo. -

- De acuerdo, no preguntaré más; pero puedes contarme lo que quieras, cuando quieras. Sabes donde encontrarme y si no, bueno, puedes esperar en mi casa. -

- No quiero ir a tu casa por nada en el mundo, jamás me verás ahí si llegara a necesitar de ti en algún momento. -

JiMin suspiró y negó levemente para caminar lejos de YoonGi.

- No importa, lo importante ahora es que sabes puedes contar conmigo. -

El lobo de pelaje plateado se volteó solo un poco para mirar al otro can que admiraba la luna.

- Claro. -

JiMin sonrió y miró el cielo.

- Disfruta de las vistas, YoonGi. -

- Lárgate de mi territorio, Alfa. No quiero llenarme de más sangre. -

El chico sonrió y caminó sin decir una palabra, fue hasta su hogar, pensando en como hacer de YoonGi alguien más sociable, al menos con él. JiMin era uno que había crecido con mucha gente a su alrededor y hablaba mucho, entonces se preguntaba que era de la vida del chico pálido y el porque actuaba de esa manera.

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Love Me Flawed Under The Stars Of The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora