Love Me Flawed Under The Stars Of The Forest

τρία

No juzgues por apariencias. Quien ríe mucho puede estar triste. Quien habla mucho puede estar huyendo. Quien se vé serio puede estar en paz.

- Leandro Taub

JiMin corrió con todas sus fuerzas adentrándose casa vez más al bosque. Pronto chocando con alguien, miró hacia arriba encontrándose con un lobo un poco más arriba de su pecho y poco oscuro, lo miraba con seriedad y cierta molestia. Puso sus manos frente a él, sabía que lo atacaría si no salía de ese lugar, parecía ser su territorio.

- Por favor, no. Alguien me sigue, un Delta. Ayúdame, por favor. -

El lobo miró hacia atrás y se acercó un poco a los arbustos, sintiendo el olor a pudrición cerca. Se acomodó y en cuanto el Delta estaba lo suficientemente cerca, el lobo dió un brinco entre los pequeños árboles. Se escuchó un fuerte chillido que hizo a JiMin alertarse, no pasaron cinco minutos cuando el lobo salió con el pelaje blanco de su pecho cubierto en sangre, el alfa retrocedió y tropezó cayendo al suelo, sentado. Quedó entre la roca y el lobo que se transformaba a humano, cuando la forma estuvo completa el chico más palido limpió la sangre de su boca con el dorso de su mano, poco a poco se acercó a JiMin y buscó su aroma, alerta de que el menor no se moviera ni un centímetro para hacerle algún tipo de daño. Cuando lo analizó ladeó la cabeza curioso.

- ¿Que hace un alfa como tú en mi territorio? -

- Yo estaba escapando de aquel delta, ¿Que pasó? -

- Lo maté, no me gusta que nadie entre a mí territorio. Serás el próximo si no sales, alfa. -

JiMin asintió lentamente, el pálido estaba muy cerca de él, bajó la mirada de sus ojos oscuros a sus hombros y luego a su pecho, hasta encontrarse con su intimidad. Subió la mirada rápido y trató de alejarse.

- S-sí. Me iré. -

Con el mayor casi sobre él para que se fuera, corrió para salir; pero se detuvo antes de que el lugar desapareciera de su campo visual, pues miraba hacia atrás para asegurarse de que no lo siguiera ese chico. Dió media vuelta de manera inconsciente, volviendo al lugar, miró la espalda blanca notando decenas de cicatrices.

- Oye, ¿Estas bien? -

El chico pálido se volteó con rápidez, gruñó y se preparó para atacar al alfa frente a él.

- Tranquilo, no te voy a hacer nada. -

- No me confundas con un omega, alfa. No puedes calmarme de esa manera, tampoco soy tan débil. -

- Sé no eres un omega, eres muy fuerte como para ser uno; pero no tienes porqué hacerme daño. No te lo voy hacer, solo quiero saber de esas cicatrices en tu espalda y nuca. -

- No te interesa eso. Largate. -

- Necesitas ropa y un lugar donde quedarte. No puedes andar por ahí desnudo y estas herido. -

Señaló el brazo del pálido.

- Me curaré. -

JiMin suspiró y se acercó al chico, mientras este retrocedía, no se confiaba de las palabras suaves y bonitas, de esas que le hacen pensar que realmente se preocupan por él.