Love Me Flawed Under The Stars Of The Forest

δεκαπέντε

Ser profundamente querido por alguien te da fortaleza, y querer profundamente a alguien te da valor.

- Lao-tsé.

JiMin jamás se escuchó tan decidido ante su madre; pero YoonGi estaba orgulloso de su amante. Quería gritarle que también lo quería; ¿Pero como podría ahora? ¿Será que tal vez JiMin pensaba su querer era suficiente para ambos? ¿Tal vez era porque de alguna manera, con un gesto desconocido para él lo había demostrado al menor? Quería respuestas; pero ahora solo deseaba abrazar al menor y decir: "Estoy contigo, Park JiMin".

- Alejate del Delta. -

- Sobre mi maldito cadáver, hijo de perra. -

¿Era él o pasar tiempo con el chico había afectado su personalidad dulce y respetuosa? De cualquier manera, su orgullo aumentó.

- ¿Como acabas de...-

- ¡Largo de mi vista! ¡De mis tierras! ¡Fuera! -

Su voz comando resonó con fuerza en la habitación, hubieron chillidos por doquier. La madre del menor, los doctores, el del gobernante de Seúl; el suave llanto de YoonGi con la necesidad de él, serían las únicas ordenes que seguiría.

- Sí... Jóven Park. -

El lobo del líder de Seúl, más bien de todo Corea del Sur temblaba y se preguntó: ¿Por que soy yo el gobernante del país? El menor lo miró con seriedad, abrió otra vez la boca para usar su voz comando; pero todos retrocedieron.

- Calma, entiendo. Me marcharé. -

Mencionó con la voz baja y levemente temblorosa, aun no se recuperaba de aquello. El menor se recompuso; pero aún estaba serio, el hombre lo miró y tragó gordo de manera exagerada.

- Felicito a tu ciudad, tienen un buen líder. -

Habló con leve seriedad, no se atrevió a darle la espalda a JiMin antes de atravesar la puerta. El chico se relajó, dejó salir todo el aire de sus pulmones, las piernas le temblaron y cayó arrodillado en el suelo. Había estado muy asustado y ahora no sabía muy bien que hacer, su madre se arrodilló a su lado y acarició su espalda y cabello.

- Lo hiciste bien, pequeño. Estoy orgullosa. -

Lo abrazó, JiMin se resguardó en los brazos de su madre y cerró sus ojos intentando calmarse. Así se quedó por unos minutos hasta que logró recuperarse, el susto y el nudo en su estómago se habían desvanecido, se levantó junto a su madre y se recostó en el sillón individual, ella en el otro. JiMin tomó con suavidad la mano del Delta y la acarició con su pulgar.

- Te quiero, YoonGi. -

Besó el dorso de su mano y luego cerró sus ojos, estaba cansado.

- Hasta mañana, YoonGi. -

Besó suavemente sus labios para después acomodarse en el sillón. Cerró sus ojos sin soltar la mano de YoonGi, quedando dormido, el chico no deseaba soltarlo y el pálido mucho menos. Finalmente estaba medio despierto, más fuerte, entrelazó sus dedos con los de JiMin y sonrió sintiendo un fuerte cosquilleo en su estómago, se sonrojó pensando en tonterías junto al menor.