είκοσι εννέα

83 8 1
                                    

Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado.

- Salmos 23:4.

YoonGi había quedado dormido entre los brazos de JiMin desde hace ya casi dos horas. El de cabellos plateados lo arrullaba y cantaba con ternura para él, cerca de su oído donde aunque estuviera en un lindo mundo de sueños lo escuchara. El pálido se aferró a la ropa de su chico para seguir durmiendo, a JiMin se le hizo tierno que YoonGi durmiera en su hombro; pero a la misma vez, estaba molesto con su padre, un par de sus amigos, otras cientos de personas, eso por seguro y quería matarlos a todos. Suspiró y abrazó con fuerza a YoonGi quien se quejó y luego sonrió para seguir durmiendo. Luego de un rato, JiMin lo dejó en la cama con cuidado, lo acomodó y arropó para besar su frente con ternura, se estiró y tomó la tableta para seguir trabajando, aún así no quitaba de su mente las lágrimas que corrían por las mejillas de su Delta.

- Qué asco, me pone de mal humor llamarlo así ahora. -

Se habló a sí mismo, mirando la pequeña pantalla, pronto dejó su trabajo de lado para llamar al líder de Corea del Sur, él hombre respondió pronto, sorprendiendose al ver a JiMin descuidado y sin ropas de etiqueta.

- Tengo un favor que pedir. -

Habló con molestia, su enojo no se iba y trataba con todas sus fuerzas calmarse para no despertar a su novio, alarmarlo y hacer entrase en pánico por ello. Era difícil, no descargar su enojo en otras cosas; pero el no deseaba para nada gritarle a YoonGi o lastimarlo de alguna manera.

- ¿De que se trata? -

- Sonará raro y muy mal; pero necesito uno de tus mejores espías, no entraré en ningún detalle, luego pensaré en que darte a cambio; pero ahora lo menos que tengo es paciencia o algo por el estilo. -

El hombre encargado de la nación levantó un poco sus cejas, no estaba sorprendido cuando JiMin habló con un tono molesto, desde que lo conoció así había sido y en reuniones el menor daba un aire de confianza y tranquilidad. Aunque su acompañante era él que parecía un dios supremo cuando se trataba de ser tranquilo.

- ¿Puedo preguntar para que es? -

- No. Es personal. -

Habló el menor otra vez y miró al hombre atraves de la pantalla.

- ¿Me lo prestas o no? -

El líder de Corea asintió con leve seriedad.

- Sí, ya luego hablamos de lo otro -

Pronto JiMin colgó y siguió con lo anterior, habían pasado más de 3 horas cuando sintió el aroma de YoonGi hacerse un poco más fuerte y a él chillando con él. Quería atención y no de la sexual, sino, aquella que lo hacía sentirse amado. Los pasos se escucharon rápido y como pequeñas uñas sonaban con el piso de madera pulido. El de pelaje negro y cuello blanco posó su cabeza en las piernas de JiMin esperando le dijera subiera con él, lloriqueó por atención otra vez sacándole una sonrisa al menor.

- Ven, sube conmigo. -

YoonGi movió su cola de manera frenética para subir y acomodarse entre la pantalla y el de ojos pequeños. JiMin rió y dejó la tableta a un lado para abrazar a YoonGi y hacerle cariños entre sus orejas.

Love Me Flawed Under The Stars Of The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora