τριάντα τέσσερα

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Muchas veces creemos que la vida nos dice "no" cuando solo nos dice "espera".

- La segunda estrella a la derecha.

Aquel chico llevó a los otros a ese lugar que para el de 24 era totalmente desconocido, se aferraba a YoonGi ahora en sus brazos, tan callado como ausente.

- Jóven Park, debería dejar que cargue a su lobo luna y lo lleve con el medico familiar. -

Habló con preocupación, JiMin confió y dejó a YoonGi ir de sus brazos, instantáneamente sintiendo sus llamados débiles y desesperados.

- Seoltang, todo estará bien, lo juro. -

Dijo JiMin en un jadeo exhausto. Se sentía débil también. Cuando el muchacho sacó al chico para entrar a la casa con él, JiMin se apuró para ir con YoonGi. Estaba en el mueble de la casa, descansando, aunque parecía que el doctor aún no estaba, el muchacho buscó por su pulso, preocupándose por él.

- No encuentro su pulso, Park. -

JiMin negó y se mordió el labio se aferró a la sabana sobre su cuerpo y miró al muchacho.

- Sigue vivo, lo sé, puedo sentirlo. -

- ¿Seguro? -

JiMin asintió cuando el médico llegó y comenzó su trabajo en YoonGi, el menor se apoyó en el respaldar del sofá para acariciar su cabello con las manos temblorosas. Sus ojos estaban cerrados casi envueltos en piel levemente morada.

- ¿Va a estar bien? -

Habló JiMin, el doctor le sonrió.

- No lo sé; pero me sorprendería si sobrevive. -

JiMin mordió su labio inferior con fuerza, quería llorar.

- Ayúdelo, por favor... -

El doctor miró a JiMin y asintió haciendo todo lo que podía por salvar la frágil vida de YoonGi, ahora todo dependía de aquel fino y peligroso hilo del que colgaba.

El muchacho que había ofrecido toda su ayuda llevó a JiMin a una habitación, lo miró y suspiró.

- Pediré tomen tus tallas para que te hagan ropa y demás. -

JiMin miró a un punto fijo y negó un poco para mirar a luego a su alrededor.

- Necesito estar al pendiente de él. -

Miró al muchacho y frunció el ceño.

- ¿Quién eres? ¿Por que nos ayudas? -

- Soy el gobernador de Jeonju. Soy parte de una de tus más antiguas alianzas. Debo ayudarte en todo lo que sea posible. -

Habló el chico.

- Me llamó Ryu KiSeok -

El chico llevó una mano a su nuca y luego miró a otro lugar. Desde que conoció a JiMin, que era pequeño le había parecido muy hermoso; pero sabía que le pertenecía a otro. El muchacho llamó a uno de los sirvientes, el hombre llegó rápido cuando su nombre resonó, miró a Ryu con atención y luego a JiMin.

- Por favor, has unas ropas para él mientras está aquí. -

Habló el chico quien miraba a otro lugar, si miraba hacia el chico muchas tentaciones saldrían a la luz y no deseaba nada de eso estuviera molestandole mientras JiMin estaba en su humilde hogar esperando a que su lobo luna se recuperara de aquella tortura por la que anteriormente había pasado.

- Sí, Jóven Ryu. Por favor, acompañeme. -

Habló el hombre de rasgos finos, su voz era suave. JiMin lo acompañó luego de Ryu asegurarle que él mismo se encargará de todo. Parecía confiable en los ojos del peli plateado eso hasta que escuchó su nombre casi a gritos.

- Paralo, detenlo, ¡no! -

JiMin se alteró, fue rápidamente con YoonGi y empujó al médico con fuerza, Ryu lo agarró con fuerza rodeando su cuerpo con sus brazos. El menor gruñó fuerte.

- ¡No le pongan inyecciones a mi SeolTang! -

Habló furioso, su lobo tomó el control, se zafó de los brazos de Ryu para proteger a YoonGi. Cuando varios se acercaron a él se tensó, estaba quieto; pero tan alerta a cada individuo a su alrededor.

- Joven, debe dejarnos hacer mi trabajo. -

Se acercó, JiMin lo miró y gruñó al hombre, con agresividad se volvió a mover, cuando Ryu quitó su chaqueta.

- No me haga hacer esto, Park. -

Entonces cuando JiMin menos lo creyó su atención se fué a otra persona, casi lo mordió; pero KiSeok prácticamente se lanzó a Park, su chaqueta de vestir en la cabeza del lobo, lo sostuvo con fuerza esperando a que se calmara, no fue muy pronto cuando eso. Ryu estuvo más de media hora con un JiMin bastante agresivo, sacudiendose cada cinco minutos. Tal vez y lo llegó a morder y rasguñar en varias ocasiones, muchas de esas causando varias heridas algo graves que no paraban de brotar sangre. Cuando la hora y media transcurrió, el de pelaje plateado cayó rendido al suelo, cansado y adolorido se puso sumiso. Aún tenía la elegante tela llena de sangre sobre su cabeza, aun no veía mucho más allá de su hocico; pero podía distinguir entre todos los aromas.

- Aquí tiene agua, Jóven Ryu. -

El muchacho bebió de la misma, pronto notando los ojos oscuros de JiMin sobre él, había quitado la tela de su cabeza, sus orejas estaban algo bajas, gruñó y volvió a recostarse en el frío suelo. Miró a YoonGi aun dormido en el sofá. Su mano colgaba, así que decidió arrastrase hasta ese punto para sentir la mano de su chico. JiMin estaba poco asustado y su lobo calmado; pero aun seguía en control. Veía a todas esas personas ir de un lado a otro, el medico tratando las heridas de Ryu KiSeok, vendando sus brazos con algo de fuerza para el detenimiento de la sangre. El muchacho apoyó su cabeza hacia atrás para descansar, su pecho subiendo y bajando, aun recuperándose de la pequeña pelea con JiMin. No recordaba que el chiquillo alguna vez fuera lo suficientemente fuerte para cansarlo de alguna manera.

- El Lobo Luna de Busan esta estable. -

JiMin levantó sus orejas lo más alto posible y miró al médico.

- Tomará tiempo que se recupere; pero estará bien, solo debe descansar junto al líder de Busan. Es una de las causas que casi hacen muera, la falta de nutrición e hidratación parecieron no afectarle mucho. -

Ryu asintió y suspiró para llevar sus manos a su nuca, se levantó y miró a JiMin para sonreírle.

- Le dije debió calmarse, Jóven Líder Park JiMin. -


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Love Me Flawed Under The Stars Of The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora