Kinder Garden (Kimetsu no yaiba)

Marquitas

Martes de risas

No tenía por que temer si Kyojurou Rengoku estaba presente. Kanroji confiaba en él, después de todo era su amigo, podía confiar en él; además de que su hermano menor Senjurou lo acompañaría; de la misma edad que Nezuko.

En este preciso momento kyojurou cargaba con los dos bebés en sus cangureras - Nezuko estaba al frente y Senjurou en su espalda -, con toda su alegría correteo al intrépido Inosuke que venia con todas sus energías después de su resfriado.

El menor cayó, el rubio de mechones rojizos lo tomo de los pies alzandolo así demostrándole al pequeño que había ganado.

Inosuke reía saltando en el momento en que lo bajo el mayor.

- K-Kyo - pronunció Tanjirou quién estaba agarrando su pantalón, para llamar su atención.

Kyojurou se puso en cunclillas estando casi a la altura del pelirrojo, acaricio su cabello y le preguntó -: ¿Pasa algo Tanjirou?

Este asintió mordiendo su pulgar.

- ¿Qué sucede? ¿Tienes hambre? - lanzó preguntas y el pelirrojo negaba, Tanjirou se volvia tímido a lado de Kyojurou.

El pequeño pelirrojo iba a decir algo asta que unos gritos lo asustaron,  en cambio a Inosuke empezó a correr en círculos por los gritos del pequeño Zenitsu. El rubio corría a toda velocidad, al punto de casi escalar a Kyojurou pero solo pudo abrazar su pierna.

Este no entendía el porqué, pero la presión de si pierna era tan fuerte que podía sentir sus uñas, y sin darse cuenta Inosuke hizo lo mismo que Zenitsu pero mordiendo.

El mayor quería gritarles pero los llantos de Tanjirou lo alarmaron llevándolo a cargar para que se calmase, no sabía el por qué de sus llantos pero de seguro lo descubríra al ver la puerta principal.

Arrastrando a los niños, llegó a la puerta principal. Un chico de pelo blanco con una cara que en verdada asustaba - claro que para el no pero si para los pequeños -, traía consigo aún niño. En ese momento Kyojurou exclamó -: ¡Sanemi! ¿Que te trae por aquí?

- Necesito que lo cuiden - dijo - No puedo llevarlo al trabajo. Tal vez serán cinco semanas en las que este aquí.

- Ya veo, en tonces - miró al pequeño pelinegro -, ¿Vamos a jugar mucho Genya? - cuestiono para el pequeño, este solo asintió mostrando una sonrisa.

Más tarde le explicaría a Kanroji que Genya estaría en la guardería.