¡No es un peluche, es peligroso!

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Miércoles de pastelillos...

Iguro trataba de jugar con los niños al igual que Kanroji pero lamentablemente terminó fracasando. La pelirosada con toques verdes tenía a Senjurou y a Nezuko, los dos bebés estaban chillando de emoción.

Y de un lado... Iguro se encontraba deprimido al no poder conectar con los niños, puesto a qué se la pasaban llorando a su lado. Deprimido miró a lo lejos a su serpiente Kaburamaru que con cuidado está se acercaba a los niños que estaban más que distraídos con sus cubos e juguetes.

Iba a detener a su serpiente pero la menor lo había llamado y inmediatamente volteo a verla.

- Iguro-san, iré a comprar pastelillos y también papilla para los nenes ¿Podrás con ellos? - dijo volteando la cabeza, Iguro solo se quedaba quieto -, ¡No te preocupes con Senjurou-kun y Nezuko-chan! Me los llevaré en la nueva andadera que compro Kyojurou para los dos - sonrió juntando sus manos.

El pelinegro asintió, no le iba a fallar a su hermosa Mitsuri kanroji.

Cuando la menor se había ido con los bebés quedó el solo y los demás niños. Comodo se sentó en el sofá cerrando los ojos por unos segundos asta que unos chillidos le hicieron abrir los ojos de tope.

Miró a Zenitsu llorando y Tanjirou hipnotizado, Kanao estaba dormida y Genya estaba recogiendo piedras... pero ¿Dónde estaba Inosuke? Alarmado miró a los lados e inmediato vio al menor gateando en círculos y a su serpiente enroscada en él.

Acercándose a ellos le advirtió o más bien gritando que-: ¡Niño! ¡Eso no es un peluche, es peligroso! - su grito hizo que Inosuke se sentará y quisiera llorar pero en ves de hacer eso se enojo aventando le un cubo, lo había esquivado aún que por unos minutos miró a su serpiente - ¡Kaburamaru, ven acá o Kanroji me va a matar! Aún que no estaría mal... ¡Regresa a mi, serpiente!

Kaburamaru sólamente siguió con los niños jugando, eso deprimió al pelinegro. Iguro se recostó en una parte del lugar derrotado.

...

Sus ojos bicolor observaron la belleza de la menor. Era una belleza para él, todo una perfección.

Al final del día Iguro juro que ganaría el aprecio de los niños como lo tienen hacia su hermosa Kanroji.

Kinder Garden (Kimetsu no yaiba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora