Caramel Frappe {Larry Stylinson} (EDITANDO lentamente)

Capítulo O4 - Stay for the night.

Luego del instituto acompañé a Harry hasta su trabajo ya que yo también me dirigía hacia allí. Él toma el bus por falta de tiempo, por mi no es problema pero se pierde de unos 30 minutos de una hermosa vista... Algún día me gustaría venir por aquí con él, solos, sin que tenga que ir al trabajo. Cálmate Louis ¿Por qué? ¡Soñar es gratis! ¿A quién no le gustaría salir con Harry? No es que esté enamorado de él, es demasiado pronto ¿no? o al menos eso creo. El viaje se hizo demasiado corto ya que él y yo nos la pasamos hablando tonterías. Tonterías que tenían todo el sentido del mundo por el simple hecho de que las hablé con Harry. Cuando por fin bajamos del transporte y pudimos ver el Starbucks ambos teníamos cara de... decepción ¿tal vez? Al menos esa fue mi cara, no quería alejarme de él, aunque sea por uno rato. No quería alejarme de él nunca.

–  Bueno, ya llegamos. Supongo que ya es tu turno ¿verdad? – dije intentando darle una sonrisa sincera. Porque, aunque vaya a estar toda la tarde allí, no quería que él no estuviese conmigo.

–   Si...pero te veré después ¿verdad? La vez anterior no te fuiste hasta casi la hora de cierre. – dijo mirándome con esos orbes esmeralda.

–   Eh... sí, de todas maneras te informo que voy al mismo instituto que tú. – le dije con una ceja levantada y dándole media sonrisa. – Además, ¿siempre espías así a tus clientes? Eso es un poco acosador de tu parte. – añadí un poco divertido por la expresión de su cara y sus mejillas sonrosadas.

–  Eh...si, lo sé, pero... esto... ¡no! No miro a todos así, solo te miraba a ti...¡espera! Quiero decir... que... ugh... - empezó a excusarse de la peor de las formas que había visto en mi vida, y su cara estaba aún más roja de lo que solía ponerse al estar avergonzado.

– Tranquilo, sólo bromeaba. Pero tendré en cuenta que sólo me miras a mí. – dije y le guiñé un ojo haciendo que él se pusiera aún más nervioso.  – anda, ve al trabajo. No quiero que te regañen por mi culpa. – le dije y lo empujé hasta la puerta que decía algo así como "Solo personal autorizado" o algo así.

–     P-pero déjame explicarte... - dijo.

–   ¡No! Ve a trabajar. – le grité cariñosamente y me di la vuelta para ir al final de la cola que se había formado.

Ya habían pasado unos 20 minutos desde que estaba en la fila y por fin llegó mi turno. Y tenía al perfecto de Harry diciendo la típica frase que siempre mencionaban cada vez que piso un Starbucks. 

–  Bienvenido a Starbucks, ¿Qué puedo servirte? – dijo con esa hermosa sonrisa que sólo él podía tener.

–  Un Caramel Frappe y Muffin de arándanos. – le dije devolviéndole la sonrisa.

 Al momento de pagar nuestras manos volvieron a rozarse y ambos reímos por lo bajo. Sí, parecemos dos niñas de 15 años, lo sé. Pero niñas de 15 años felices.  

– Dime tu nombre. – dijo aún riendo, enserio que somos idiotas.

–  Louis. – dije alzando una ceja divertido.

–  Muy bien, Lou. – me miró con un hermoso brillo en sus ojos. – enseguida sale tu pedido.

El resto del tiempo mientras que yo esperaba que Harry terminara su turno nos la pasamos dedicándonos pequeñas miradas. Algunas veces su compañera lo regañaba por estar distraído, a lo cual él se ponía rojo y asentía a lo que fuera que ella estuviese diciendo mientras me señalaba  y yo reía y bajaba la mirada, otras le hacía caras graciosas a él para que sonriera de nuevo, haciendo que su compañera riera ante la reacción del rizado. Es que era demasiado lindo como para poder enojarse, parecía un niño pequeño.