𝐶𝑎𝑝í𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑉

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—¿De dónde sales tú? — Quiso saber el hombre con una mueca lasciva que dejaba ver unos dientes mellados.

Ella estaba demasiado atónita para responder, además no iba vestida como una dama, pero debía de dejarle las cosas claras.

—Soltadme ahora mismo.

El hombre frunció el ceño y la agarro por un brazo.

—Con que eres una zorrilla con ínfulas ¿Eh? No te he visto antes, debes de ser nueva.

La demaciana sintió un torrente de energía mágica recorriendo su cuerpo, era la misma sensación que tuvo cuando curó al pájaro en el bosque, pero más intensa. No tenía su colgante, por lo que debía contenerse y no caer presa del pánico.

Dado que pararse a razonar con aquel hombre era algo imposible, no le quedaba más remedio que revelar su identidad. En cuanto supiera quien era, la soltaría.

Alzó la barbilla y lo miró con firmeza.

—No trabajo aquí. Soy Luxanna Crownguard; hermana de Garen Crownguard, jefe de La Vanguardia demaciana.

Se llevó una sorpresa cuando el hombre la empujó contra la fría pared y la agarró por la mandíbula para ver su cara iluminada por el resplandor de las antorchas. Un grito de impotencia se escapó de los labios de ella. Miró a su alrededor en busca de ayuda, pero estaban solos.

Maldijo su ingenuidad, aquel intento de buscar ropa de abrigo empezó a resultarle peligroso e insensato, muy insensato.

—Si vamos a jugar a los personajes, entonces yo soy el emperador de Noxus, el viejo cara de cuervo en persona —El hombre se rio de su propia gracia —Qué labios tienes niña, espero que sepas usarlos.

Luxanna se revolvió y retorció la cabeza hasta que se le saltaron las lágrimas, pero su esfuerzo solo sirvió para que el rufián tirase con más fuerza.

Cuando se aplastó contra ella, sintió nauseas, el asco amenazaba con hacerla vomitar. Quiso apartar su repugnante cara, pero este se movió y le clavó las uñas en la cara.

—¡Maldita y pérfida gata! Te vas a enterar.

Volvió a abalanzarse sobre ella y la agarró por el cuello del vestido, tirando hacia él. La tela se desgarró y el aire frío impactó contra los senos de Luxanna, ella trató de cubrirse, horrorizada.

—¡Menudas tetas! Justo como a mí me gustan.

Ella trató de zafarse luchando contra la sensación de impotencia, pero el hombre ya había puesto las manos sobre su cuerpo. Cuando le subió las faldas del vestido, el corazón le latió de forma desbocada y sus piernas temblorosas quedaron expuestas al gélido ambiente.

—¡Basta!

El agresor se echó las manos a la entrepierna de sus calzas, buscando su miembro. La joven supo qué se proponía y lo empujó hacia atrás. Se quedó atónita al ver cómo el hombre parecía salir volando.

Pero ella no fue la responsable.

Vio al hombre suspendido en el aire, como un juguete siento sujetado por alguien aún más grande y fornido. El viento azuzó las llamas de las antorchas y alumbraron la silueta alta y musculosa que emergió de las sombras.

Luxanna se agachó instintivamente, enterró la cara en sus rodillas rodeó sus piernas con los brazos. Estaba demasiado avergonzada para hacer frente a la situación.

—¿La has tocado? — Dijo una voz familiar y peligrosa.

Se quedó paralizada, su interior se encogió al percibir la fuerza del enfado de aquella imponente voz. No se imaginaba la reacción de él cuando descubriese que lo había vuelto a desobedecer.

REDENCIÓN- DARIUS X LUX ✧LEAGUE OF LEGENDS✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora